Como bien dice el refrán, “para muestra basta con un botón”; y en muchísimas ocasiones, hay pequeños detalles que nos pueden dar una visión general de lo que está pasando.
No es necesario hablar de los DNU, de las repugnantes maniobras de diputados y senadores dando o no quórum en el congreso, o de la incomprensible actitud del Gobierno de no coparticipar lo recaudado con el impuesto al cheque, que en realidad desnuda lo que verdaderamente son, animales de rapiña, no.
Mi querido lector, en nuestro bendito país no es necesario remitirse a temas tan de fondo para advertir que entramos en una caída vertiginosa rumbo al ridículo, a lo mamarrachezco, a lo más bajo de lo que hemos caído no solo políticamente, sino en lo cultural y lo social que es, en definitiva, hacia donde debe apuntar la política.
Citaremos, entonces, tres casos ocurridos en estos últimos días que en cualquier país normal, y cuando hablo de un país “normal” me refiero a “un país en serio”, como reza la propaganda oficial, ningún ciudadano común podría entender, y mucho menos, por supuesto, justificar.
Transcribiremos, entonces, estos hechos, a modo de titular periodístico, y aquí van.
1- Encuentran a un hombre escondido en el Ministerio de Economía
2- Un fiscal liberó a un delincuente que fue filmado cuando quiso robar un auto en Tigre
3- Amalia Granata puso en jaque a Aníbal F. en el programa de Pettinato
Analicemos, ahora, caso por caso.
1- En este hecho tan particular, más allá de la cuestión específica de que un individuo se esconda debajo de un escritorio en el Ministerio de Economía, que parece más un sketch de Mr. Bean que algo extraído de la realidad y que ya de por sí demuestra lo bananero que somos, lo peor es lo que siguió después, que son las lamentables acusaciones entre el Diputado Claudio Loazano y el Ministro de Economía, Amado Boudou, culpándose mutuamente.Y más allá de quien sea el verdadero responsable de esto, no hay dudas de que es algo realmente inadmisible, típico de una película del neorrealismo italiano, pero para llorar.
2- En este caso, el Fiscal Marcelo Lloret dejó libre a un delincuente pese a que el intento de asalto fue captado por cámaras de seguridad.
Para rusticar semejante estupidez, el Sr. Lloret, quien se supone debe defender los intereses de los ciudadanos, dijo: “No hubo testigos que permitan dar fuerza a la versión”. Si; aunque usted no lo crea, el fiscal se basó en eso para dejar en libertad a un delincuente.
El punto es: ¿Cómo es posible que un fiscal no sepa, precisamente, que esas cámaras de seguridad, que le costaron una fortuna al municipio, o sea, a los vecinos, son precisamente para eso, además de la prevención del delito?
3- Y por último, lo que creo más relevante, por lo triste y berreta, obviamente, y es el baño de realidad que le pegó la actriz – vedette Amalia Granata al multifacético todo terreno y vocero oficial K, el Jefe de Ministros Aníbal Fernández.
Es sabido por todos que Aníbal, a la hora de abrir la bocota no se anda con chiquitas, y es tan sabido, también, que cuando lo hace despliega un aire arrogante, con mucha seguridad, con firmeza y hasta podríamos decir al mejor estilo “guapo del novecientos”, pero lamentablemente, parecería que últimamente se hace el guapo con señoras; eso sí, las elije lindas. No nos olvidemos del lamentable episodio donde se puso a debatir con la modelo Nicole Neuman, tratando de convencer a la opinión pública de que Quilmes es algo así como un país del primer mundo, un papel tristísimo por la jerarquía y envergadura de su cargo, pero claro, como Aníbal está acostumbrado a decir lo que quiere, donde quiere y cuando quiere, hizo lo mismo en el programa “Un mundo perfecto”, que conduce Roberto Pettinato, y otra vez empezó a contar una realidad que solo existe en la imaginación K.
Y esta vez fueron tan burdas las declaraciones del Jefe de Ministros que no hizo falta recurrir a nada en especial para demostrarle que la realidad del país es otra, sino que con un planteo tan simple, como el que puede hacer cualquier persona común y corriente, quedó como lo que realmente es, un verdadero nabo (aclaro que utilizo este término porque es uno de los preferidos por Aníbal Fernández).
La actriz, con sólo decirle “parece que estuviera hablando de un país europeo y no de la Argentina” y “yo voy al supermercado, pago las cuentas, sé lo que pasa, no vivo en una nube...”, entre otras cosas, dejó al súper ministro muy mal parado.
En fin… en un país donde una personalidad tan importante dice semejantes incoherencias, no es un país serio.
Como dijimos al principio, no es necesario remitirnos a temas muy complejos para el ciudadano común como los macro económicos o de política intencional para darnos cuenta de que estamos, más que nunca, y como dice el tango, “barranca abajo”, ¡y justo en el año del bicentenario!
Y como si todo esto fuera poco, ya que estamos hablando del bicentenario, podríamos agregar, a modo de “frutilla del postre”, una frase de Cristina Kirchner pronunciada en su discurso en Venezuela con motivo de la celebración del bicentenario de la hermana república bolivariana, donde afirmó, y seguramente sin temor a equivocarse, que “El Bicentenario nos encuentra en una segunda independencia”.
Mi pregunta es, ¿a que “segunda independencia” se referirá? Porque los hechos demuestran, precisamente, todo lo contrario, estamos cada día más dependientes, y lo más triste es que esta vez, estamos siendo dependientes del “bananerismo”.
Pablo Docimo