En estos últimos tiempos, en nuestro país, se están conociendo ciertos índices de crecimiento que son realmente muy promisorios.
Para hacer honor a la verdad, y no es que uno quiera ver el vaso medio vacío en lugar de la mitad llena, estos datos son un tanto relativos, puesto que, indefectiblemente todos, absolutamente todos los países crecen.
Este crecimiento es algo tan natural como el crecimiento de las personas, como para decirlo de una forma muy simplista, pero por otro lado, muchas veces, como ocurrió en nuestro país durante los primeros años post crisis 2001–2002 se tiende a confundir crecimiento con recuperación, que no son exactamente lo mismo.
Sin embargo, hay países que no crecen, como por ejemplo Venezuela, Bolivia y Cuba, por citar los más cercanos a nosotros.
Estos países no sólo no crecen, sino que retroceden, principalmente en lo económico; ergo retroceden en todo lo que esto acarrea, lo social, cultural y por supuesto se van metiendo en una involución constante.
En el caso de Venezuela, lo podemos sintetizar en la crisis energética por la que está atravesando, y decimos “sintetizar” porque simplemente, si no hay energía, es imposible crecer. Con el agravante de que Venezuela es uno de los principales productores de petróleo del mundo. Algo realmente imperdonable.
Otro caso similar es del de Bolivia, el principal productor y proveedor de gas de nuestro continente, donde el 90% de su población no cuenta con este combustible en sus casas. Otro caso que, además de inentendible es imperdonable.
Lógicamente, un país donde su presidente dice cosas como que comer pollo transforma a las personas en homosexuales, no puede aspirar a mucho crecimiento que digamos.
Pero sin dudas, el caso más emblemático es el de Cuba, país en el que todos sus índices de producción descendieron después de cincuenta años de dictadura castrista.
Cuba es algo realmente llamativo, donde ocurren cosas casi inimaginables por lo menos para esta época.
Y cuando pensamos que no se puede retroceder más, ahí aparece el gobierno cubano y nos sorprende con algo nuevo, que lamentablemente siempre es para peor.
Lo último es que en la isla, el próximo domingo 25 de abril, se llevarán a cabo elecciones locales. Elecciones que, dicho sea de paso, no tienen nada de democráticas, ya que no se puede votar a nada ni nadie que no pertenezca al Partido Comunista, pero lo más curioso de esto es que se utilizarán más de 26.000 palomas mensajeras para trasladar los resultados de las elecciones desde las zonas más remotas de la isla.
Cabe destacar que esta práctica es habitual también para situaciones de catástrofe o en la realización de censos de población.
El presidente de
¿Se puede agregar algo más a este episodio?
Si, se puede, y es que lamentablemente, en nuestro país todavía hay muchísimas personas que defienden la dictadura castrista, y curiosamente, uno de estos personajes más notorios es Hebe de Bonafini, otro claro ejemplo de la involución.
Pablo Dócimo