Ha trascendido hace tiempo la estrecha vinculación de la familia Eskenazi comandada por el Señor Enrique Eskenazi con Néstor Kirchner. También resulta íntima y difundida la relación entre Néstor Kirchner con el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez.
Alguna vez en el Colegio y la Universidad me enseñaron el silogismo como una forma de razonamiento deductivo que consta de dos proposiciones como premisas y otra como conclusión, siendo la última una inferencia necesariamente deductiva de las otras dos. Este método fue formulado por primera vez por Aristóteles en su obra lógica recopilada como “El Organon”, de sus libros conocidos como Primeros Analíticos, considerando la lógica como lógica de relación de términos o proposiciones. Así pues, el silogismo consta de dos juicios, premisa mayor y premisa menor, en los que se comparan tres términos, de cuya comparación se obtiene un nuevo juicio como conclusión.
La lógica trata de establecer las leyes que garantizan que, de la verdad de los juicios comparados (premisas), se pueda obtener con garantía de verdad un nuevo juicio verdadero (conclusión).
De este modo es válido considerar el siguiente silogismo.
(i) “Todos los hombres son mortales; Sócrates es un hombre”: Por tanto, “Sócrates es un mortal”; o (ii) “Todos los caballos tienen huesos; Rocinante es un caballo”: Por tanto, Rocinante tiene huesos”.
Y siguiendo este razonamiento podríamos decir: “Néstor Kirchner tiene vínculos comerciales e intereses con Hugo Chávez; “Eskenazi tiene vínculos comerciales e intereses con Néstor Kirchner; Por tanto, Hugo Chávez y Eskenazi tienen intereses en común con Kirchner”.
Y esta conclusión no es absurda ni aventurada en forma alguna, ya que se conoce que la familia Eskenazi adquirió el 14,9% de YPF y una opción para adquirir otro 10% en los próximos cinco años sin invertir un solo peso, y con el respaldo del entonces Presidente argentino, Néstor Kirchner.
En efecto, según los documentos enviados a la Securities and Exchange Commission (SEC) de EE.UU., la operación se realizó por un total de 2.235 millones de dólares y fue financiada con créditos prácticamente en su totalidad.
La transacción incluyó un crédito de la española Repsol por 1.015 millones de dólares y otro préstamo de 1.026 millones de dólares de un consorcio de bancos liderado por Credit Suisse. Pero ninguna empresa en su sano juicio podría embarcarse en una operación de esta magnitud sin una base de capital razonable o de un incondicional apoyo político.
Tampoco es novedosa la relación impúdica del gobierno argentino con el Venezolano, y menos aún las evidencias concretas de corrupción en todo negocio argentino–venezolano, donde a la fecha incluso está acreditado un aceitado mecanismo de coimas para pertenecer al séquito de favorecidos por las prebendas Venezolanas en connivencia con corruptos funcionarios argentinos, que obraban –y aun hoy, cebados como nunca, lo siguen haciendo- con total impunidad y desprecio por sus instituciones y Tratados Internacionales en que ambas naciones son parte, al punto de ingresar valijas con dinero a cara limpia y por los mismos funcionarios o crear una embajada paralela …
Esta trama oscura y abyecta se completa ahora con un nuevo eslabón de corrupción que incluye al Estado argentino y a la empresa YPF, y que ha trascendido de un jugoso informe elaborado a fines del año 2008 para los actuales accionistas de YPF Sociedad Anónima (Grupo Petersen) por el estudio jurídico ASK abogados S.R.L, cuyo titular Alejandro Sánchez Kalbermatten, ferviente combatiente contra el fraude y la corrupción, ha puesto al descubierto los “negociados” de la Dirección de Asuntos Jurídicos entonces a cargo de Alejandro Quiroga López, hoy despedido de la empresa, y el siniestro monje gris, abogado Rogelio Driollet Laspiur, quien a la fecha estaría negociando su desvinculación por resultar a esta altura insostenible su permanencia en la empresa, a la que tanto ha dañado (Descargar informe en PDF al pie del presente artículo).
Las maniobras desenmascaradas por el puntilloso informe exige a las actuales autoridades de la empresa tomar cartas en el asunto, para continuar con las tareas de depuración del personal y reivindicación del Código de Ética que rige en la empresa -por reportar a la United States Securities Exchange Commission (SEC) organismo público que controla a las compañías que cotizan en la bolsa de EE.UU., similar a nuestra Comisión Nacional de Valores), y que la Dirección de Asuntos legales ha violado en forma sistemática hasta el presente en forma imprudente y sin medir los riesgos que ello comporta.
Al ser consultado el letrado por algunas cuestiones que fluyen de su preciso informe de auditoria, el mismo se excusó de dar mayores precisiones que las allí consignadas aduciendo razones de confidencialidad y secreto profesional, a pesar de confirmar la presunción de este periódico, en el sentido que jamás le fue abonada la factura emitida por tal complejo trabajo, sino que además expresó que tampoco le fue solucionada la deuda de honorarios de la cual aún sigue siendo acreedor, como el caso del propio tema Terminales Maracaibo, en el cual se ve doblemente perjudicado ya que ante la indolencia extrema y sugestiva del Estado argentino y la empresa YPF S.A. en relación al citado crédito, su estudio se ve privado de percibir el porcentual (20%) que le corresponde en la aludida acreencia, calculada sobre el importe histórico (U$D 150.000.000).
Y mientras tanto los beneficiados con los negociados “se ríen de Janeiro” del pueblo argentino, sin reparar que el delito de corrupción es en cierto modo de lesa humanidad.
Y es suficiente.
Carlos Forte