Es leyenda urbana que todos tenemos un muerto en el placard. Es increíble, pero es real.
El hipermercado que se jacta de vender al precio más bajos, también hace sus fechorías para equilibrar la supuesta merma —o bien lucro cesante— que obtiene de sus clientes en relación con la competencia.
Como todos saben, Hipermercado Carrefour acepta todo tipo de medios de pago como mecanismo complementario para atraer clientes, amén de garantizar tener los mejores precios.
De este modo, cualquier persona puede pagar con tarjeta de debito, crédito, cuotas con financiación, y hasta con divisas, dólares, euros, etc.
Todo esto sería muy bueno si uno no se detuviera en un detalle que no es menor: la cotización utilizada para tomar las divisas. En el caso del dólar estadounidense, el mercado oficial cotiza el mismo a un promedio 3,93 tipo comprador y 3,97 vendedor. Sin embargo el ticket de compra del Hipermercado Carrefour que se considera para esta nota, demuestra que la cotización utilizada por ésta es aún inferior a la evaluación promedio tipo comprador utilizada por el mercado cambiario para quienes venden divisas.
En consecuencia es útil detenerse en que el margen de cambio de la divisa por parte del Hipermercado Carrefour a sus clientes, es muy superior al de las casas de cambio y financieras, transformando a un Hipermercado no alcanzado por las reglas del Banco Central de
En efecto; las personas que utilizan dólares estadounidenses en los comercios estarían operando con lo que en el mercado denomina “dólar paralelo”, también denominado dólar “blue”, que alude a las compras de dólares que se realizan en el mercado sin presentar la documentación pertinente requerida por
A fin y al cabo las operaciones de casas de cambio son transacciones como cualquier comercio. Sólo que se trata de monedas en vez de bienes. Por ello, si no se cumple la ley o si se opera de una forma irregular, debe ampliarse el estatuto si no contempla esa actividad, y someterse a los controles de las autoridades pertinentes, obteniéndose las habilitaciones que quepan; inclusive las de
Concluyendo
Si se es el mejor no caben las trampas ni las trapisondas, hay que ser legítimo. Lo contrario linda con la usura, práctica aberrante que conspira contra una sana política empresarial y contra una marca prestigiosa, como lo es sin duda Carrefour.
Hay que fidelizar al cliente, tanto con el precio de los productos que se expenden (que se supone es el más bajo del mercado) cuanto con la cotización de las divisas que se aceptan como forma de pago; y que una política respetuosa del consumidor debiera ser inversa, es decir, ofrecer más por el cambio de moneda, si y sólo si su estatuto le permite operar de esta forma por contar con las habilitaciones y autorizaciones correspondientes.
En definitiva… serás quien debas ser o no serás nadie.
Carlos Forte