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La biología frente a los mitos y pseudociencias

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LA CIENCIA QUE DESENMASCARA
LA CIENCIA QUE DESENMASCARA

 Uno de los campos más relevantes para demostrar la inexistencia de lo sobrenatural defendido por ciertos pseudocientíficos, es la ciencia de los seres vivos, vegetales y animales de todas las especies actuales, históricas y prehistóricas: la biología.

 

 Tampoco en este campo, la rica imaginación humana ha descansado en su afán de idear los más fantásticos seres que jamás existieron ni pueden existir (salvo que la moderna ingeniería genética los cree algún día): monstruos de todas las especies; sirenas, ninfas marinas con busto de mujer y cuerpo de pez; tritones con cuerpo de hombre y cola de pez; dragones; unicornios; centauros; hipogrifos; basiliscos; arpías; hidras; el demoníaco leviatán; cancerberos; esfinges, anfisbenas, ave fénix, etc. etc.

 Cual galera mágica, el cerebro humano fue y es capaz de poblar el universo entero de seres y cosas que jamás existieron ni existen.

 El zodíaco, con su cangrejo, león, escorpión, capricornio, piscis, y otras falsas visiones de la no menos falsa ciencia, la astrología, nos da cuenta, entre infinidad de otras imaginaciones, del alcance de la fantasía humana cuando entra a tallar como base la ignorancia plena.

 Tan extendida fue y es la creencia en seres fabulosos, que resulta muy fácil llenar una vasta biblioteca o una interminable página de Internet, de “bichos” que jamás existieron, a la par de las infaltables fábulas de todas las especies.

 Viene a cuento mencionar el afamado texto bíblico, libro que en el occidente cristiano ha sido tomado en otros tiempos como base para la ciencia, que aún campea en Occidente con su fábula infantil de la ballena que tragó a un tal Jonás, quien estuvo en su vientre tres días y tres noches (sic). (Jonás; 2: 1-2). Fábula de la cual se hizo eco el Jesús de Nazaret venerado por un tercio de la población del Globo aún en nuestros días (aunque cada vez más débilmente), en la cual podemos leer: “… como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra, tres días y tres noches”. (Según Mateo 12:38-40).

 En verdad, si nos propusiéramos contar todas las fábulas creadas por la rica fantasía humana, no alcanzaría a albergarlas ninguna biblioteca del mundo; sólo podría contenerlas la tecnología de Internet como gigantesco archivo global.

 ¿Dónde, cuándo y cómo, paleontólogo alguno pudo haber demostrado la existencia arcaica del dragón chino; del Leviatán y el basilisco (animal este último que posee la propiedad de matar con la mirada según sus inventores), y otros seres fabulosos?

 El bestiario medieval se halla repleto de leyendas referentes a animales quiméricos, mientras que, el “bestiario” de la actualidad contiene aún fábulas zoológicas en las que creen los ignorantes, entre estas el lobisón rioplatense, personaje imaginario de una antigua leyenda de origen europeo. Según esta superstición popular, el ser lobizón es condición fatal del séptimo hijo al cual preceden otros seis varones. El vampirismo constituye otro caso de creencias entroncadas con el tradicional demonio.

 Ciertas aves, insectos y otros bichos, pueden ser de mal agüero. Cruzarse con un gato negro, dicen que puede traer mala suerte; lo mismo la presencia de una lechuza o de ciertas mariposas nocturnas que inquietan a los supersticiosos.

 En otro caso, el águila ha sido venerada desde el antiguo pueblo egipcio hasta nuestros días. Se la consideraba favorita del dios Ra (el sol), al cual podía mirar de frente por poseer un tercer párpado que la protegía de sus rayos mortales. Las lechuzas y búhos se puede decir que han sido las “aves reinas” de las supersticiones por su inquietante aspecto y mirada, y fueron tomadas como emblemas por los ocultistas. En la Grecia antigua se consagró al búho a la diosa Palas Atenea (diosa de la sabiduría). Entre los indios americanos se considera al búho como el espíritu de los muertos.

 Entre las aves de mal agüero existe también el cuervo representado junto con brujas y hechiceros. Por su plumaje negro y su aspecto, ha sido considerado como anunciador de la muerte.

 A todo esto y muchísimo más, podemos añadir al dragón, animal fantástico que ha sido protagonista de toda clase de leyendas y falsas creencias. Los chinos lo consideran como una divinidad, mientras que en Europa y América abundan en los cuentos infantiles. No ha faltado, en la superstición popular de antaño el macho cabrío, “jefe carnudo”, como personificación del demonio en las reuniones de brujas de la Edad Media, denominadas aquelarres. El inocente vampiro ha dado pábulo a gran número de leyendas personificando al mismísimo demonio del vampirismo de la Europa medieval, de la mano de la creencia en el espectro de un difunto que, según el vulgo, chupa la sangre de los vivos. Entre otros innumerables animalitos inofensivos, no ha faltado el “popular”sapo considerado como comida que Lucifer da a las almas que se hallan en el infierno. Los “hechizos” realizados con el sapo son múltiples, como es el caso de atarle las patas con una cinta roja y meterlo en una olla, hasta que cierta persona sufriendo las molestias del sap acceda a nuestros deseos.

 Pasando a otro enfoque de la vida sobre la Tierra por parte de la gente falta de conocimientos científicos, que sólo se guía por las apariencias, podemos acudir a los antiguos textos religiosos que nos han legado los diversos pueblos con sus inquietudes acerca del origen de los animales, y puesto que me encuentro enclavado en una cultura occidental cristiana puedo recurrir a un texto tenido por clave para entender el mundo y la vida; un libro que nos habla de un principio sin otro ser que un potencial dios creador de todo lo existente, y por ende, también de todo ser viviente, sea este patógeno y mortal como los virus, bacterias, hongos, protozoarios, reptiles ponzoñosos, mamíferos carniceros, tiburones ávidos de carne humana y… otras bellas criaturas ( indignas de haber sido creadas) inventadas por un Ser (con mayúscula) irónicamente adornado con la cualidad de: ¡puro amor por sus criaturas! (sic).

 Y si al ámbito biológico, añadimos los embates de la ciega y ríspida naturaleza que estudia la geología, que maltrata a todo ser viviente hasta lo insufrible, poco honor le hacemos a dicho (supuesto) hacedor del mundo y la vida.

 Los estudiosos de la biología que ven sólo el lado bueno de la vida planetaria, no hacen más que alabar a un fantasma (Dios con mayúscula, según los creyentes; dios maldito, con minúscula, para los inocentes que sufren horrorosamente sin haber pedido nacer a nadie).

 Ciertamente, la biología en sus dos ramas: zoología y botánica, no nos enseña en absoluto la existencia de lo sobrenatural, que queda recluido, cual cuentos de hadas, tan sólo en la bóveda craneal de quien lo imagina.

 Las múltiples pseudociencias que se multiplican como hongos (valga la redundancia) andan por ahí desparramando por doquier viejas creencias basadas en las no menos múltiples supersticiones, fábulas y errores de observación del mundo entero, invadiendo con picardía los hogares mediante los variados medios de difusión.

 

Ladislao Vadas 

 
 

41 comentarios Dejá tu comentario

  1. Estimado Juan Tucson: Si Ud. quiere enterarse como la ciencia analiza o fundamenta un valor, puede consultar, por ejemplo, el librito de Mario Bunge "Etica y Ciencia". En el se muestra que los valores, lejos de ser normas impuestas "desde arriba", o emanadas de la autoridad, implican relaciones entre objetos (en el sentido mas general del termino) estimados como valiosos por sujetos capaces de evaluar. Es decir, no existen valores como normas trascendentes a la experiencia humana y absolutas, sino objetos juzgados como valiosos. Por otro lado, se explica la importancia de la reformulacion de las normas para su comprension y analisis. Por ejemplo, el mandamiento "no mataras" es una orden, y como tal es inaccesible al analisis, ni siquiera se puede decir que es verdadero o falso, adecuado o inadecuado, pero si se la reformula de otros modos, tales como " si matas seras penado", o "es loable preservar la vida", entonces se convierte en una posible coleccion de proposiciones de contenido moral, y es accesible al analisis logico y semantico, (y la logica y la semantica son ciencias formales). Ademas, permite la formulacion de preguntas tales como por que los seres humanos normalmente pensamos que es malo matar. Hay mucho mas sobre el tema pero ya se trata de otra cuestion. Acerca del tema del progreso del conocimiento, no se como puede decir que mi opinion no tiene basamento. Expliqueme entonces el tragicomico hecho de que debieron trancurrir unos 400 años, para que un papa reivindicara las censuradas ideas de Galileo, o la resistencia de la jerarquia catolica a aceptar que la evolucion es un hecho. Respecto de los niños, quiero señalar que, si queremos formar individuos con mentes sanas, criticas, es mucho mas importante hacerles advertir la importancia de la evidencia, el analisis y el cuestionamiento de la informacion que reciben, que inculcarles que la fe es una virtud, o que hay misterios inescrutables. Eso es oscurantismo, las creencias deben fundarse en buenas y reales razones para ser sostenidas. No puedo externderme mas. Saludos.

  2. Estimado Aldo Giuliani: Nunca dije que los valores vienen “de arriba”. Y tampoco que no sean "valuables". De hecho, en la actualidad, valores llamados hoy tradicionales, como el valor de la vida humana, son objetados por cierta parte (anticatólica) de la sociedad, relativizándolo. Con el objetivo CLARO de instalar el aborto como algo bueno. Por ejemplo. Matar siempre será malo. Y no porque lo diga la Biblia en el “no matarás”. Pero por supuesto que sí comparto que los valores (y las conductas del ser humano en casos diversos deerivadas de ello) son analizadas permanentemente. La reformulación, que habla. Usted señala que son analizadas por la lógica. Y es así. La lógica, Aldo, es una rama de la filosofía que estudia los principios de la demostración, y es la lógica la que revee la validez de los argumentos por su estructura. La lógica es lo que justamente estamos usando ud y yo para argumentar desde el razonamiento y las pruebas que presentamos. La Ciencia formal, como lo es la biología, no interviene en la revisión. En todo caso confirma un argumento (por ejemplo, el valor de la vida, con los avances de la ciencia, reafirma, por ejemplo, la Declaración de los derechos del Niño (ONU), en donde se defiende los derechos de la vida desde la concepción. Y la biología demuestra que el ADN está presente desde el primer instante). Con respecto al progreso del conocimiento, más allá del trillado tema de Galileo (hay que leer otros autores para entender de lo que se discutía y por lo que se condenó; no precisamente por sus “avances”; ya que Copérnico, sin escándalos, lo había planteado en 1543, incluso publicándolo casi 100 años antes); hay que entender que la REALIDAD HISTORICA señala que ES la Iglesia (le guste o no a los que quieran) la PRINCIPAL PROPULSORA DE LA CIENCIA MODERNA. Negar esto es de necios. Con respecto a la supuesta “resistencia de la jerarquía católica a aceptar que la Evolución es un hecho” le señalo, Aldo, que primeramente la Evolución NO ES UN HECHO. Es una TEORIA. Y todavía estamos buscando el eslabón “perdido”. Varios, diría yo. Y una vez aclarado esto, es bueno decir tambien que ni la Iglesia ni la jerarquía aceptan como hecho la Evolución (que no lo es); …pero tampoco niega la posibilidad de que haya una evolución. A la Iglesia le da lo mismo si en el proceso de la Creación Dios se sirvió del Big Bang (si se comprueba), y luego de la Evolución (si se comprobara esta otra TEORIA también); o lo hizo como señala literariamente la Biblia (que de paso es dable señalar es un libro religioso, no científico; cosa que NO ENTIENDEN los ateos, y lo tienen muy en claro los creyentes). Aclarado que la Teoría de la Evolución NO ES UN HECHO, sino una teoría, paso al último tema señalado en su post, Aldo: La educación de los niños. Debo decirle, como padre de familia, y de jóvenes universitarios (creyentes ellos tambien); la formación de “individuos con mentes sanas y críticas” nada tiene que ver con la fé religiosa. La LOGICA, esa herramienta de la filosofía (también ninguneada por Vadas en artículos anteriores); es lo que cuenta. Para su formación científica, para su formación moral …y por supuesto para su formacion religiosa. Al menos la católica, donde se complementan perfectamente la etica (que nos cabe a todos los humanos) con la moral cristiana. En el caso de la fé católica, en cuanto a su última frase “las creencias deben fundarse en buenas y reales razones para ser sostenidas”; las tienen. Las razones “buenas” están en su doctrina social. Y sólo basta leerla(esta escrita) para OBJETIVAMENTE, desde ciencias como la LOGICA, LA FILOSOFIA, EL DERECHO COMPARADO, la HISTORIA Y OTRAS; se puede comprobar la razonabilidad de sus enunciados (aplicados en casi la totalidad de los Estados modernos). Un cordial saludo. Juan. pd: me parece que Vadas se guardó del todo, no? …BANG!

  3. Estimado Juan Tucson: -Supongo que au expresion "la ciencia formal, como lo es la biologia"...se debe a un error de tipeo suyo, calculo que un Ud. no a afirmado que la Biologia es una ciencia formal. -Respecto del caso de Galileo, no le busque la quinta pata al gato. Esta bien claro y documentado por que se lo condeno. Si hubiera distintas "interpretaciones" Juan Pablo II no habria hecho un mea culpa dejando en ridiculo a la institucion que representaba, al admitir algo que ya todo el mundo conocia. Lo que se admitio no era novedad para nadie. -La evolucion no es una teoria, es un proceso, lo que es una teoria es el sistema de ideas que trata de explicar ese proceso, ¿y quien lo duda?. Ademas, es la mejor teoria de que disponemos, que, entre otras cosas, postula que no se necesita un creador para que ocurra el mencionado proceso. ¿Cree Ud. que esto le es indiferente al dogma cristiano?. -Claro que la Biblia no es un libro cientifico, y justamento por eso es que no tendria sentido basarse en el para buscar verdad objetiva alguna. -Respecto de las creencias, ¿realmente cree Ud. que la creencia en la gestacion de un ser por arte de magia sin la intervencion de los correspondientes organos sexuales esta fundada en razones sostenibles?, ¿cree Ud. que una persona minimamente instruida en biologia tiene una buena razon para afirmar que es posible la resurreccion?, ¿ no es contradictorio decir que la iglesia es la principal propulsora de la ciencia moderna, y al mismo tiempo se funda en dogmas que podrian haberse creido hace unos 2000 años, pero en la actualidad son comparables a cuentos de hadas?. Por favor amigo, no me cargue. Saludos. .

  4. Estimado Aldo: Estamos en un canal cerrado. Me refiero al artículo de Vadas; acabo de ver que sacó otro nuevo con el mismo objeto de siempre: Ridiculizar y agraviar la religiosidad de la gente. Relativizar hasta a la ciencia misma, mostrando lo que quiere mostrar de ella para justificarse, y no tomar los datos completos en todo caso, para hacer un analisis descarnado y justo, ya que aunque no lo quiera, hay eminentes científicos creyentes (premios nóbeles, incluso) que lo prueban. Y eso, junto con la verdad histórica que la Iglesia es la principal propulsora del estudio de los saberes científicos es de necios intentar negarlo. Les guste o no. Con respecto al gigante que fue el Papa Juan Pablo II, no ridiculizó a la Iglesia, la hizo más grande, al tender un puente más de reconciliación, algo que está desacreditado en la sociedad descreída y egoísta, sin valores, que nos toca vivir. Nos vemos en el otro articulo. Un cordial saludo. Juan.

  5. Etimado Juan Tucson, Juan Pablo II no pretendio ridiculizar a la iglesia, sino que esta quedo en ridiculo ante la valiente declaracion que el hizo. Hay que admitir que fue el primer papa en muchos años que tuvo los cojones para admitir un grotesco error de la institucion. Yo pretendi mostrar que no era necesario admitir nada para que la gente se enterara, la gente ya estaba enterada desde hacia muchisimo tiempo. No se si Juan Pable II,( respecto de este tema) hizo mas grandse la iglesia, creo mas bien que se animo a sacarle la careta y admitir la hipocresia que la caracteriza. Saludos.

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