Señor Director: a raíz de haberse cumplido el 5 de octubre otro aniversario del copamiento del Regimiento de Formosa en pleno gobierno democrático y que costó la vida a indefensos y humildes conscriptos que cumplían su servicio militar, hemos vuelto sobre la información disponible referida a las actividades de las bandas guerrilleras de los años setenta, habiendo constatado las evidencias de su responsabilidad en la muerte de empresarios, sindicalistas, diplomáticos, profesores universitarios, políticos, periodistas, bomberos, militares, sacerdotes, trabajadores, amas de casa, y hasta niños como -entre otros- el pequeño David Kraiserbuld secuestrado y asesinado el 1/9/76, siendo conocido el debate en la cúpula guerrillera en el planeamiento del atentado al funcionario Guillermo Klein, sobre si debían o no matar también a los hijos, triunfando la propuesta infanticida...(1)
La rápida revisión efectuada nos trajo también a la memoria los jocosos y burlescos cantos coreados en las manifestaciones reivindicando crímenes como los de los civiles Vandor, Rucci, Alonso, Morg Roig, y otros, como así también las publicaciones gráficas con sarcásticas descripciones-caricaturas incluidas- de la eliminación de personajes conocidos en la época, como las de humildes servidores del orden.
He decidido asumir de hoy en adelante la "herética postura" de impugnar el dogma del demonio único de la represión ilegal, cuya vigencia es sostenida por una feroz represalia que incluye cesantía laboral, acoso mediático, ataque físico, y destrucción de propiedades...
Creo que hubo en efecto dos demonios o varios más como en todas las guerras (en las que suelen aflorar las peores miserias humanas), incluyendo a uno que llega hasta nuestros días: el "demonio" que representa la intencionada manipulación de la historia al servicio de la venganza, el ideologismo, el favor político, y el lucro económico, y que impide perversamente alcanzar la paz que nos permita mirar juntos hacia el futuro para la construcción de la mejor Argentina sin exclusiones, para nosotros y para nuestros hijos.
Santiago Floresa
Juncal 1800
Capital Federal
(1)"Los llaman...’jóvenes idealistas’". Victoria Villarruel. Buenos Aires 2010, pág. 128.
La historia se va a ocupar con el tiempo de demostrar con la documentacion fehaciente, con los libros escritos sobre la epoca y perfectamente documentados, con los testimonios de quienes sufrieron los ataques de las bandas de terroristas autodenominadas montoneros, erp, far, fap, fal y todas las siglas que representaban a asesinos que intentaban la toma del poder en forma violenta para instaurar un gobierno similar al de cuba o al de la union sovietica de aquellos tiempos, adonde esta la verdad. Esto sin animo de defender al otro demonio, pero no hay dudas que sin el primer demonio no hubera existido el segundo. Adhiero a los argumentos de quien escribio esta carta de lectores