Desde antes de este mediodía venimos recibiendo en nuestra redacción numerosos mails y llamados de abuelos indignados porque se presentaron a cobrar como lo hacen habitualmente sus jubilaciones y/o pensiones mensuales y no figuraban en los listados de las entidades bancarias correspondientes.
Cabe aclarar que la fecha de cobro se conoce con un mes de antelación en tanto figura siempre en el último recibo de haberes que se le entrega a los beneficiarios, y toda vez que por algún motivo la misma sufre modificaciones, esto es publicado de inmediato por todos los medios de comunicación.
Hoy parece haber sido la excepción a la regla y la maniobra tendría que ver con la evaluación que está haciendo el gobierno por estas horas de cada caso en particular a efectos de desembolsar lo menos posible en el próximo aumento (seguramente irrisorio) que piensa otorgar al sector pasivo antes de fin de año.
Mientras tanto, lamentablemente varios de nosotros hoy hemos sido testigos obligados de la amargura, la impotencia y el llanto de más de un anciano que con las últimas monedas en el bolsillo o quizás sin ninguna, acudieron ilusionados a recibir su pago.
Parece que esto es lo que la Sra. Fernández llama “el modelo de inclusión social”.
Por nuestra parte sólo nos resta investigar y en la medida de lo aclarado, ampliar la información.
Nidia G. Osimani