Finalmente la Legislatura Porteña aprobó un proyecto de Ley a los efectos evitar la  venta a precio vil, del Club Comunicaciones, ubicado en el corazón de la ciudad de Buenos Aires. En principio y gracias al proyecto aprobado de manera amplia, el Club Comunicaciones retendrá 11 hectáreas, en tanto el estado Municipal no hace el papel de Ganso tonto y cambio la deuda de unos 11 millones de pesos (una bicoca en relación al predio de 20 hs) por 60.000 metros cuadrados en donde se construiría un estadio cubierto para eventos múltiples. Esperemos que el Ingeniero Macri no se haga el tonto, y apruebe el proyecto, lo promulgue, lo reglamente y lo ejecute.

Cabe aclarar, para quienes no conocieron los carnavales de Comunicaciones, que el club ya contaba con un estadio, este es un tema que no queda claro, pero, será una discusión posterior a dar.

Comunicaciones en sus orígenes recibió el predio enorme en un lugar estratégico de la Ciudad de Buenos Aires (recostado sobre Av. San Martín, por el frente, al fondo los parques de la facultad y Beiró por el otro lado) Los terrenos no pueden tener otro destino que el esparcimiento y los fines sociales originarios del antiguo emprendimiento de los postales: Tener su propio club.

La Ciudad ya había tenido una experiencia exitosa con el Club Deportivo Español (rescatado de la Mafia de Seoane) y el Parque Roca. Se trata de una ciudad que no sólo tiene un nivel de concentración y construcción agobiante, sino que desde hace 40 años no construye en los lugares de más población, espacios verdes. Esto lo vienen denunciado los vecinos de Caballito, quienes quieren para un negociado con las tierras ferroviarias que se encuentran pegadas al Club Ferro carril Oeste.

 Una situación peor aún encontramos en el Gran Buenos Aires, donde no solo faltan espacios verdes, sino, que se eliminan los que hay (como en el caso del inescrupuloso Vicente López que ha destrozado la costa del Rio de la Plata).

A desalambrar

En los tiempos del nefasto Menem, se privatizaron de manera escandalosa todos los clubes municipales y los parques, los casos más emblemáticos fueron los del Parque Sarmiento y el del Club Municipal Deportivo José Hernández (que está entre la calle José Hernández, el Club Gath & Chávez, las vías del FFCC Mitre y la AV. Alsina).

Este Club, que supo contar con 4,8 hectáreas (hoy valuadas en unos 100 millones de dólares por su ubicación) fueron virtualente regaladas en la época de Grosso bajo la apariencia de que en dicho lugar se haría una especie de “Escuela del Tenis Argentino” y se los renombró “Vilas Raquet” con la presencia de Guillermo Vilas (quien se desentendió rápidamente del emprendimiento) En realidad fue una privatización encubierta, se sacó a los chicos que hacían deporte gratis allí, y hoy cuenta con grades alambrados y costosas camionetas 4 x 4 de señoras y señores finos que pagan altas cuotas por su club “cómodo y privado” En definitiva, pestes del menemismo que hasta hoy soportamos. En una época, este negocio lo gerencia un señor de apellido Wollman, representante de jugadores y fue gerenciador de excursionistas durante 2 años.

Esta utilización del espacio público para beneficio de acomodados y privados se tiene que terminar en nuestro país, da la sensación de que Menem no se fue nunca (en realidad no se fue nunca, es cierto, su espíritu vive en los mocasines y el saco sport no abotonado de Nefástor).

Felicitamos a los Legisladores por el salvataje de Comunicaciones, y los invitamos a que “revisen” la/as concesión/concesiones absurda/as de lo que fuera el Club Municipal José Hernández y tantos otros canibalizados por vivos y amigos de los poderosos, que le quitan a nuestros niños los lugares de esparcimiento. Además, todas estas gerenciaciones resultan a la larga y en definitiva, un verdadero curro que ni siquiera se sabe en manos de quien o quienes terminan estando, pero que seguro las está aprovechando unos vivos que se llenan los bolsillos usufructuando de los bienes del Estado, en dudosa condición y nulo beneficio de los habitantes.

José Terenzio
jose.terenzio@gmail.com