Se esperaba una jornada distinta. El día empezó con una gran normalidad, y los vallados del velatorio del ex presidente Néstor Carlos Kirchner son demasiado grandes por la realidad que se vive en la Plaza de Mayo, escenario mayor realmente que el Congreso, pero una plaza disminuida al medio desde los hechos del 2001.
Correspondía el Congreso, pero, la iracundia, intolerancia y crispación parece perseguirlo aún después de muerto al ex presidente. Preside el Congreso Nacional el Dr. Julio César Cleto Cobos, transversal y radical vice-presidente de la República Argentina, puesto a dedo por “Néstor y Cristina”). Quizá al setentismo, lo que más le duele es el reconocer sus propios errores que hoy ven como evidentes, pero que en el mejor momento (2007) lograron lo impensado, que la presidenta Cristina Fernández Wilhelm superara a toda fuerza el 40% de los votos necesarios para consagrarse: jamás admitirán que sin Cobos, los barones del conurbano, el fraude en puntos específicos del GBA (1) y la escondida de boletas de los demás candidatos fueron determinantes en la última elección presidencial del año 2007.
El punterismo mortuorio, generó mayormente molestia sobre la Avda. 9 de julio, pero no un acto velatorio como los de Perón o Eva Perón. Microcentro complicado, y mucho ausentismo. No hay, no se siente realmente, el fervor popular en las calles.
Como si fuera un cuño a hierro caliente, la era de los Kirchner será recordada, pero no por su masividad. Dos veces candidato, Néstor, perdió las dos veces: una a manos de Menem (24,2% a 22%, y no quedó tercero gracias a las operaciones de La Nación y Clarín, hoy monstruos ayer, amigos).
Muy lejos de las exequias del General Juan Domingo Perón (tres veces presidente electo) la otrora fuerza política de su verdadero numen, doctrinario y mentor, hoy se encuentra fragmentada en varias partes. Solía el Kirchner gobernador, en los años 2001 y 2002, cuando no era ni por asomo candidato a nada y menos a presidente (¡!) preguntar al interlocutor de turno: “somos el ala progresista del peronismo, ¿porqué no hacemos algo nuestro?” Entendemos entonces que Kirchner, en definitiva, nunca fue peronista. Podrán discutirse políticas concretas asimilables a las del otrora movimiento, pero, como en la novela del Dr. Frankestein, partes de cadáveres un humano, cosidas, no logran formar un humano, en definitiva, el kirchnerismo, nunca tuvo el alma peronista. Nunca vimos a Cristina hacer ayuda social, trabajar incansablemente hasta las 2 o 3 de la mañana por los desamparados (de verdad) que existían en la Argentina de los años ´40. Esas horas de la noche son las horas de la rosca de olivos nunca se la vio de mañana o con amplias jornadas de trabajo a los Kirchner, si gran capacidad de hacer trabajar a los demás.
La generación que hoy se encuentra entre los 55 a 65 años nunca pudieron sortear la disyuntiva setentista: una supuesta derecha, una supuesta izquierda, y un peronismo que se debía “insertar” en donde estos jóvenes y noveles actores (de aquel entonces) pretendía se inserten. Perón nunca habló de derechas o izquierdas, nunca habló mucho de los otros, una de sus enseñanzas (2).
Entendió todo mal Kirchner y su generación setentista. Aquellas exequias, las del General, contaron con no menos de 3 millones de participantes, en un país exactamente la mitad que este que ayer fue censado (aquel, 22/23 millones de habitantes, hoy casi 42 millones). 3 millones de participantes y otros tantos en capillas con la imagen del General que se armaron en cada pueblo y en cada barrio, algunas hasta resistieron los embates de la dictadura luego del ´76 (como la de la villa del bajo Belgrano, que fue vencida sólo por la picota de Cacciatore en 1978).
No se ven millones, ni un millón aunque sea, en las calles. No hay congoja popular. En definitiva, Kirchner sólo ha sido un mandatario popular más, que no supo trabajar por el bronce, y que a todas luces ha fracasado en su intento post-peronista.
Kirchner hoy es velado, ante sus seguidores. Su lucha por superar el peronismo fue e vano. Su lucha por adaptarlo a su proyecto (que ha fenecido con su persona) también.
Setentismo
Un ambiente a acto partidario ha oscurecido el velatorio. Ni en el velatorio de la Compañera Eva Duarte de Perón (mi abuela y mi madre estuvieron presente, mi padre, mis tíos también) ni el del General Perón existió un partidismo desembozado. Esto no puede ser soslayado y es un síntoma de los tiempos y de la resaca que entornará a la primera mandataria, que ha quedado más que golpeada por la ausencia repentina de su cónyuge y conductor natural de la agrupación K: no podríamos afirmar a ciencia cierta son sólo si Cristina es capaz de intentar gobernar el conjunto, sino, si lo podrá hacer, más allá de las declaraciones de circunstancias, bastante hipócritas como las de Moyano (una persona sin red ética, realmente).
La “Armada Bracaleone K” se reunió desde ayer mismo en la plaza.
No lograron completar más que un 20% de la misma. Queda demostrado que el kirchnerismo no es la representación mayoritaria del peronismo, si es que este como PJ pueda en un futuro recomponerse más allá de los intereses, recomponerse como fuerza política que le ofrezca a la Patria algo más que un proyecto del imaginario personal de alguien, como evidentemente ha sido el kirchnerismo.
Una mujer le mostraba a la hija de 6 años y le leía a la pequeña una frase, se la repetía, era una frase del “Che” Guevara, luego le dijo a la niña, “Néstor fue como el Che Guevara”.
Ahora se escucharan las frases hechas, amañadas y tan tontas como lo de la señora cincuentona a su hija del estilo que hoy se oyen:
“Antes de Kirchner era la noche” (Chávez).
“Sudamérica está de luto” (Lugo).
Sin embargo, lo importante de escuchar es la contestación moyanista, ante el discurso-replica de Cristina Fernández en la cancha de River: dijo Cristina: “Yo trabajo desde los 18 años” el Secretario General de la CGT, preguntado al día siguiente por periodistas, Moyano le respondió claramente: “No me entendieron mal, nosotros queremos un presidente del movimiento obrero, no abogados”. Y ese si que es una verdadera puñalada ideológica: el mensaje es: “Ya fueron, nos toca a nosotros, que somos los negros laburantes que hicimos el peronismo, desde mucho antes del 17 de octubre”.
Como bien les supo espetar en la cara Julio Bárbaro, en los ´70 (sus amados ´70) los muchachos jovencitos se venían a sumar al peronismo, OK, a sumar, no a conducir y “quedarse con todo” “ir por todo”. Esta actitud de la JP, luego de la conducción de Montoneros y otras fuerzas fue el gran choque del final del peronismo, como dijo el Viejo: “Ahora resulta que unos estúpidos imberbes vienen a querer tener razón por sobre los que hace 20 años venían defendiendo la causa” Y esta frase, que caló hasta el alma de los que se retiraban, siempre tuvo prensa equivocada, porque no es verdad que era “Montoneros Vs. Triple A” el mensaje fue muy concreto “los últimos 20 años” en ese colectivo estaba todo el peronismo, la juventud, la rama femenina, el sindicalismo de base, la CGT de los Argentinos, la militancia territorial, el afiliado común, el simpatizante y el trabajador común. “Y ahora resulta que estos pibes se quieren afanar el movimiento” sería la síntesis del razonamiento del Pocho. Y sí, se sentían distintos, no eran obreros engrasados, ni del interior “morocho”. Eran hijos de la clase media, universitarios, “leían el peronismo” y “aspiraban a serlo” La puñalada de Moyano es clara, Cristina es hija de un pequeño empresario dueño de colectivo, que encima le da/daba vergüenza reconocerlo (esa “rancitud” de la clase media universitaria que donde ve u trabajo, huye) Él, bueno, para que agregar nada, su tío abuelo, era mata obreros de la Patagónica Trágica, y el heredó la escuela “prestamista” suizo-alemana. Gran usurero. Ningún medio reflejó la gran ridiculez presidencial donde en el retruque Cristina Fernández le dice, “Yo trabajé desde los 18 años fui becaria del Ministerio de Economía…” es para la risotada… cualquiera que lo escucha sabe que fueron grandes ñoquis eternos, en un país que mira con bronca como la clase política se hace pagar sueldos sin trabajar (ñoqui un invento argentino) Y Moyano, repetimos la destroza: “… nosotros hablamos de un miembro de la clase trabajadora, no de abogados…” Jaque mate.
Semblanteando la jornada
Este semblante se ha repetido en la jornada, el del típico militante K, en rostros, indumentarias, banderas y manifestaciones. Dan hasta pena la realidad Argentina. El bipolarismo ha permeado en la secta K. Gritos en contra de un diario, de un vice-presidente (elegido sólo por el mismo hoy velado) muestran una imagen dantesca. La masividad, es relativa. Militancia, si. Sindicatos, algunos, y sólo los que tienen participación directa.
La mirada siempre sesgada, contestataria, deviene en palabra como cuando se escuchó uno de estos emblemas setentistas: aquella falsa consigna del mayo francés “la imaginación al poder” (como si el poder y la imaginación alguna vez hubieran estado divorciados).
Desde la conspiración, el secentismo fue un gran cultivador de odio, y hoy en el mundo (donde no existe) se traduce en el “poder de fuego” de una cultura que terminó en contracorriente (el mundo va hacia un lado 180 grados opuesto a delirio de aquellos jóvenes, hoy grandes burgueses) y que sólo recoge alguna mirada de deseo en los atrasados países latinoamericanos que no han podido pararse sobre instituciones que sean expresión de las ideas, no porque los caudillismos sean malos en si mismos, sino porque son malos cuando expresan ideas malas, como las de Chávez. Ahí andan los demócratas con la inspiración de Kennedy, y otros con la e Luther King, y está bien porque los partidos se expresan idearios, y vaya que ellos los enarbolaban. Andarán los peronistas con una flor sobre la foto de Evita, un cuadro de Perón en su local partidario, y los Radicales con fotos de Alem Don Hipólito y Alfonsín, y está bien. El problema es el caudillismo que exalta la muerte.
El setentismo tardío (y patético) con el cual hoy señores de 60 o 65 años han “bocheado” a toda esta camada de pibes jóvenes de clases marginadas (no pobres, marginadas, porque hay muchos jóvenes pobres que no han caído en ello) dan mucho miedo. Es muy bueno ver la película “che” guerrilla”, de Soderbergh (3) una visión descarnada y real de la insurgencia armada y lo que fue la contra insurgencia. Ahí están las banderas rojas y negras y de otros colores menos “emblemáticos” flameando en el adiós.
Temprano, el Canciller argentino Héctor Timerman (de triple nacionalidad, de paso es bueno recordarlo) se encargó de aclarar a los periodistas, “No cambiará nada del rumbo adoptado”. Lo cual es dable de decir, sin a hipocresía del luto local, que no cambiará la corrupción reinante, las políticas “de diseño” contra los grupos informativos, no cambiarán la falta de investigación sobre el caso López (Julio, desaparecido en democracia) no cambiará la corrupción generalizada con concesiones con sobreprecios, subsidios cuestionados, no cambiará la falta de investigación sobre el probable origen delictivo del patrimonio del hoy extinto ex presidente, no cambiará un modelo de dilapidación de fondos a manos de punteros políticos corruptos que se abusan en la entrega del planes de trabajo cuyos fondos son debidamente “colectados” por oscuras manos, no cambiará el manejo sin control de los fondos de los jubilados que se encuentran en el Anses, no cambiará el manejo arbitrario de las reservas del Banco Central, cuya carta orgánica no se cumple por órdenes de la Presidenta de la República, no cambiará la alianza con países que no respetan los derechos humanos, como Cuba o Venezuela, y donde se violan las libertades personales y también de libre expresión.
Nada de eso va a cambiar, aún tampoco, los “ganadores” del modelo y los “perdedores”.
Mientras tanto, mientras los muchachos “revolucionarios” mueven y agitan sus banderas en la “Plaza de Néstor”, Grobocopatel sembrará un 10% más de soja (a 660.000) en la próxima cosecha, cosecha que podrá liquidar en los mercados del exterior (Michigan, u otros) y esos dólares, “menemísticamente”, quedarán definitivamente, en el exterior. Lo mismo hará el Grupo Elztein y también el nuevo grupo de capitales judíos de Nueva York, que de la mano del Gran Rabino de Nueva York han encontrado en las tiernas tierras para comprar o sembrar, bien glifosadas y bien rendidoras, se seguirán vendiendo tierras (las mejores del mundo) a los extranjeros en un mudo con tasas de interés negativas (el bloque K no quiere tratar la prohibición) En la Argentina de hoy hay tierras para todos, menos, para los labradores argentinos.
Las automotrices seguirán declarando el 0,007 de ganancias (sobre una facturación de 30 mil millones de pesos) el petróleo Argentino seguirá en manos Inglesas (vía Repsol) Barrick Gold seguirá pagando un 3% de regalías sobre lo que ellos mismos declaran como extraído (una verdadera estafa a la nación) Los grandes supermercadistas (ya casi todos del exterior) seguirán con rentas extraordinarias de las que 6,7,8 nada dice (siempre apañadas por el oficialismo) lo mismo que los grandes productores de insumos, que los argentinos pagamos en góndolas más caros que en Europa.
Los argentinos, mientras tanto, seguiremos dilapidando miles de millones en propaganda oficial, con una presión fiscal del 40% del PBI (la más alta de la historia Argentina) con trenes de hace 60 años, colectivos subsidiados, 10% de indigente y analfabetos, 30% más de pobres, 20% real de desocupados, 45% de trabajo en negro, y 6 millones de jubilados y pensionados sin justicia, uno de cada cinco argentinos viviendo en ranchos, villas o asentamientos, una corrupción nunca vista, el gasto público, la emisión monetaria y la inflación desorbitada.
O sea, se seguirá todo tal cual estaba en el año 1999, o peor, y esto lo confirmará en censo 2010, si no se dibujan los números.
Néstor se fue. Falleció. Se burlaba de Macri diciéndole “Mauricio, sos Macri”. Desde acá le tuvimos que recordar, siempre: “Néstor, sos Carlos” (por Menem, bajo cuyo apoyo y su mandato, Néstor, en definitiva, fue un gobernador menemista, uno más, y luego de la Rusita, descontó el 15% a los empelados públicos y jubilados y no lo devolvió nunca más).
Lamentablemente, no desaparecerá el “setentismo”, y seguiremos perdiendo oportunidades bajo sus funestas influencias.
Lamentablemente.
José Terenzio
(1) http://5seccion.blogspot.com/2009/03/el-fraude-electoral-no-es-un-mito.html
(2) http://es.wikipedia.org/wiki/La_Hora_de_los_Hornos
(3) http://en.wikipedia.org/wiki/Che_%28film%29