¡Recién Publicado!
cerrar [X]

A un año de la tragedia

0
MC DONALDS Y LA MALDITA BACTERIA
MC DONALDS Y LA MALDITA BACTERIA

Hace exactamente un año, el 18 de junio de 2003, Alejandro Damián Torreta, de 7 años, llegaba al final de un calvario que durante más de tres meses lo tuvo como protagonista de una lucha sin igual contra el Síndrome Urémico Hemolítico. Peleó con todas sus fuerzas, hasta que éstas lo abandonaron definitivamente. Sus padres siempre asociaron la enfermedad con una hamburguesa presuntamente contaminada que -aseguran- Alejandro había comido en el local platense de una cadena de comidas rápidas. Luego del suyo, hubo otros casos similares, aunque el de Alejandro fue el caso emblemático de los riesgos que generan las hamburguesas mal cocidas.

 

"Hay una causa judicial que se tramita en la Fiscalía Nº 4 a cargo del doctor Deluchi -señaló ayer Rubén Alonso (43), tío de Alejandro-, se han hecho pericias probatorias que indican que la bacteria que provoca el síndrome estaba en las hamburguesas y existen otros indicios muy firmes. Sabemos que es un tema muy difícil de probar, pero también que no es imposible. Aunque a nuestro entender, la causa se está desarrollando en forma muy lenta".

Mientras tanto, un día como hoy, hace un año, Sergio Torreta (40) y Patricia Alonso (47), los padres de Alejandro, sentían el golpe más duro de sus vidas. Hoy, un año después, lo siguen sintiendo como entonces.

 

Dolor sin final

"Yo estoy un poco enojado con Dios, contra el destino -dice Sergio Torreta, el papá de Alejandro- porque después del terrible golpe que significó la muerte de Alejandro, a mi hija mayor, Mariela, de 16 años, se le declaró una leucemia. Está internada en la Clínica del Niño y esa es ahora mi lucha. Pero trato de no caerme, porque si me caigo yo nos caemos todos. Con Patricia estamos en tratamiento psicológico, concurrimos al grupo Renacer, de padres con hijos fallecidos, y tratamos de seguir para adelante, aunque a veces se hace difícil".

Patricia, la madre, trata de hacerse fuerte, aunque a veces se quiebra. "Sé que mañana (por hoy) voy a tener un día duro, aunque desde hace un año para mí todos los días son duros. Ya avisé que no iría a trabajar: a la mañana voy a ir a la iglesia Santa Lucía, que está junto a la escuela donde Alejandro estudiaba, después al cementerio, y más tarde a Magdalena, donde están mi mamá y mi hermana, que pidieron una misa en memoria de Alejandrito. En febrero, cuando fue el cumpleaños -Alejandro hubiese cumplido 8 años- la pasé muy mal, son fechas y fechas que se vienen encima. Y el domingo los padres de los compañeros de colegio de Alejandro convocan a otra misa. Nosotros seguimos en contacto con todos ellos, como también con los del club Rivadavia donde Ale jugaba al fútbol. A fin de año hicieron la fiesta de los chicos y a nosotros nos dieron la copa que le hubiese correspondido a Ale".

Desde entonces, Sergio y Patricia, como también Rubén, participan en una ONG que lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (se denomina LUSHU03), junto a padres de otros chicos que sufren el mismo mal. Ese es su principal enemigo, aunque también luchan para que las casas de comidas rápidas ofrezcan más seguridades en sus productos "para que otros chicos no pasen por el mismo trance".

 

Antecedentes

Por este caso, como se recordará, estuvo en la mira la firma McDonald's. Desde la empresa siempre negaron, en forma terminante, que en sus hamburguesas pudiera encontrarse la bacteria que provoca esta enfermedad. Y enfatizaron una y otra vez que sus sistemas de cocción y seguridad no dejaban el más mínimo resquicio para ese riesgo. Como se sabe, la bacteria -llamada escherichia coli- se encuentra en la carne cruda y muere si se cocina adecuadamente.

"No le guardo rencor a esa marca, es más, yo trabajo en el centro como gastronómico y todos los días paso por uno de sus locales -dice Sergio- pero me da bronca la soberbia con la que se manejan, el que no puedan admitir que alguna vez pueden equivocarse. La falla humana siempre existe a pesar de las máquinas que utilizan, y la verdad es que no quisiera que a otro chico le pase lo mismo, aunque como el de Alejandro hubo y hay, lamentablemente, muchos casos en todo el país".

"Yo sólo quiero que se sepa la verdad -sostiene Patricia- que si fue la hamburguesa la que mató a mi hijo, que se sepa. El dinero que se pueda ganar en un juicio no me interesa, los dos tenemos trabajo y estamos bien, pero quiero la verdad, y espero que la Justicia la determine y que si hubo culpables, sean castigados como corresponde".

El calvario de Alejandro había comenzado en febrero del año pasado, cuando tuvo los primeros síntomas: un ligero cuadro febril y dolores de cabeza. A partir de allí aparecieron complicaciones de todo tipo y sucesivas internaciones. A fines de marzo pareció recuperarse y obtuvo el alta médica, aunque debía continuar con sesiones de hemodiálisis. Pero a los pocos días volvieron los vómitos y una nueva obstrucción intestinal. Un mes después, a fines de abril, sufrió un paro cardiorrespiratorio e ingresó en un estado de coma farmacológico del que nunca se recuperó. Y el miércoles 18 de junio, a las 10 de la mañana, Alejandro falleció. Hace hoy exactamente un año.

 

0 comentarios Dejá tu comentario

Dejá tu comentario

El comentario no se pudo enviar:
Haga click aquí para intentar nuevamente
El comentario se ha enviado con éxito
Tu Comentario
(*) Nombre:

Seguinos también en

Facebook
Twitter
Youtube
Instagram
LinkedIn
Pinterest
Whatsapp
Telegram
Tik-Tok
Cómo funciona el servicio de RSS en Tribuna

Recibí diariamente un resumen de noticias en tu email. Lo más destacado de TDP, aquello que tenés que saber sí o sí

Suscribirme Desuscribirme