El prestigioso escritor y periodista Mempo Giardinelli, destacado columnista del diario Página/12 escribió, el mismo día del fallecimiento de Néstor Kirchner un artículo —publicado en dicho matutino el jueves 28 de octubre— titulado: “Néstor y lo que viene”. Para hacer honor a la verdad, no comparto absolutamente nada de lo que Giardinelli en dicha nota expresa.
Son tantas las contradicciones que encuentro que no logro entender cómo una persona culta, instruida, preparada, lo que se dice un intelectual con todas las letras, puede ver la realidad de una manera tan distinta a la mía.
Vamos a transcribir de forma textual el mencionado articulo, y luego explicaré, punto por punto, por qué con coincido con él.
Escribo esto en caliente, en la misma mañana de la muerte anunciada de Néstor Kirchner, y ojalá me equivoque. Pero siento dolor y miedo y necesito expresarlo.
Pienso que estos días van a ser feísimos, con un carnaval de hipocresía en el Congreso, ya van a ver. Los muertos políticos van a estar ahí con sus jetas impertérritas. Los resucitados de gobiernos anteriores. Los lameculos profesionales que ahora se dicen “disidentes”. Los frívolos y los garcas que a diario dibujan Rudy y Dani. Todos ellos y ellas. Caras de plástico, de hierro fundido, de caca endurecida. Aplaudidos secretamente por los que ya están emitiendo mailes de alegría feroz.
Los veremos en la tele, los veo ya en este mediodía soleado que aquí en el Chaco, al menos, resplandece como para una mejor causa.
Nunca fui kirchnerista. Nunca vi a Néstor en persona, jamás estuve en un mismo lugar con él. Ni siquiera lo voté en 2003. Y se lo dije la única vez que me llamó por teléfono para pedirme que aceptara ser embajador argentino en Cuba.
Siempre dije y escribí que no me gustaba su estilo medio cachafaz, esa informalidad provocadora que lo caracterizaba. Su manera tan peronista de hacer política juntando agua clara y aceite usado y viscoso.
Pero lo fui respetando a medida que, con un poder que no tenía, tomaba velozmente medidas que
- El que cambió la política pública de derechos humanos en
- El que cambió
- El que abrió los archivos de los servicios secretos y con ello reorientó el juicio por los atentados sufridos por la comunidad judía en los ’90.
- El que recuperó el control público del Correo, de Aguas, de Aerolíneas.
- El que impulsó y logró la nulidad de las leyes que impedían conocer la verdad y castigar a los culpables del genocidio.
- El que cambió nuestra política exterior terminando con las claudicantes relaciones carnales y otras payasadas.
- El que dispuso una consecuente y progresista política educativa como no tuvimos por décadas, y el que cambió la infame Ley Federal de Educación menemista por la actual, que es democrática e inclusiva.
- El que empezó a cambiar la política hacia los maestros y los jubilados, que por muchos años fueron los dos sectores salarialmente más atrasados del país.
- El que cambió radicalmente la política de defensa, de manera que ahora este país empieza a tener unas Fuerzas Armadas diferentes, democráticas y sometidas al poder político por primera vez en su historia.
- El que inició una gestión plural en la cultura, que ahora abarca todo el país y no sólo la ciudad de Buenos Aires.
- El que comenzó la primera reforma fiscal en décadas, a la que todavía le falta mucho pero hoy permite recaudaciones record.
- El que renegoció la deuda externa y terminó con la estúpida dictadura del FMI. Y por primera vez maneja el Banco Central con una política nacional y con record de divisas.
- El que liquidó el infame negocio de las AFJP y recuperó para el Estado la previsión social.
- El que con la nueva ley de medios empezó a limitar el poder absoluto de la dictadura periodística privada que todavía distorsiona la cabeza de millones de compatriotas.
- El que impulsó la ley de matrimonio igualitario y mantiene una política antidiscriminatoria como jamás tuvimos.
- El que gestionó un crecimiento económico de los más altos del mundo, con recuperación industrial evidente, estabilidad de casi una década y disminución del desempleo. Y va por más, porque se acerca la nueva legislación de entidades bancarias, que terminará un día de éstos con las herencias de Martínez de Hoz y de Cavallo.
Néstor lo hizo. Junto a Cristina, que lo sigue haciendo. Con innumerables errores, desde ya. Con metidas de pata, corruptelas y turbiedades varias y algunas muy irritantes, funcionarios impresentables, cierta belicosidad inútil y lo que se quiera reprocharles, todo eso que a muchos como yo nos dificulta declararnos kirchneristas, o nos lo impide.
Pero sólo los miserables olvidan que la corrupción en
De manera que sin justificarle ni un centavo mal habido a nadie, en esta hora hay que recordarle a la nación toda que nadie, pero nadie, y ningún presidente desde por lo menos Juan Perón entre el ’46 y el ’55, produjo tantos y tan profundos cambios positivos en y para la vida nacional.
A ver si alguien puede decir lo contrario.
De manera que menudos méritos los de este flaco bizco, desfachatado, contradictorio y de caminar ladeado, como el de los pingüinos.
Sí, escribo esto adolorido y con miedo, en esta jodida mañana de sol, y desolado también, como millones de argentinos, un poco por este hombre que Estela de Carlotto acaba de definir como “indispensable” y otro poco por nosotros, por nuestro amado y pobrecito país.
Y redoblo mi ruego de que Cristina se cuide, y la cuidemos. Se nos viene encima un año tremendo, con las jaurías sedientas y capaces de cualquier cosa por recuperar el miserable poder que tuvieron y perdieron gracias a quienes ellos llamaron despreciativamente “Los K” y nosotros, los argentinos de a pie, los ciudadanos y ciudadanas que no comemos masitas envenenadas por la prensa y la tele del sistema mediático privado, probablemente y en adelante los recordaremos como “Néstor y Cristina, los que cambiaron
Descanse en paz, Néstor Kirchner, con todos sus errores, defectos y miserias si las tuvo, pero sobre todo con sus enormes aciertos. Y aguante Cristina. Que no está sola.
Y los demás, nosotros, a apechugar. ¿O acaso hemos hecho otra cosa en nuestras vidas y en este país?
Y hablando de muertos… por casualidad, en el velatorio, ¿no lo vio a Pedraza? Pregunto… por lo de la muerte de Ferreyra.
Ahora… ya que usted sabía que Néstor se iba a morir, por casualidad, ¿no sabe donde están los fondos de Santa Cruz? No tiene idea de cuánta falta le hacen al pueblo santacruceño…
Pero si se refiere a Duhalde, le comento por si también se olvidó, que fue él el que lo puso en la presidencia. Si, ¿no se acuerda? Duhalde, a quien después traicionó. Y pensar que ahora se quejan de la traición de Cobos.
Pero lo fui respetando a medida que, con un poder que no tenía, tomaba velozmente medidas que
¿A manejar la inflación a través del INDEC con Guillermo Moreno? ¿A mandar a Moreno a apretar al que no esté de acuerdo con usted?
¿A asociarnos con el aprendiz de dictador Hugo Chávez? Ah, sí… seguramente debe ser esa… todavía recuerdo cuando anunciaron con bombos y a platillos, a los pocos meses de sumir Néstor, la construcción para Venezuela de ocho buques petroleros que se iban a fabricar en Astilleros Río Santiago, o la construcción del oleoducto Venezuela-Argentina, o al creación del Banco del Sur. ¿Qué pasó con todas esas promesas? ¿Habrán quedado en el mismo lugar donde quedaron los créditos hipotecarios para inquilinos?
¿O tal vez se refiere a otra de las medidas que los argentinos pedíamos a gritos como gastar casi mil millones de pesos en la televisación gratuita del fútbol para todos, o la creación del tren bala.
¿Sabe una cosa? La única media que pedimos a gritos todos los argentinos es que se acabe de una buena vez la delincuencia. ¿Sabe qué es eso? Lo que comúnmente conocemos por inseguridad. Pero claro, como eso es una “sensación”, nunca, en siete años de Gobierno se hizo algo para resolverlo.
Ah, no… no eran esos, perdón… acabo de leer que dice “Y que enumero ahora, porque en el futuro inmediato me parece que tendremos que subrayar estos recuentos para marcar diferencias. Fue él, o su gobierno, y ahora el de Cristina”
Ahora bien, ¿puede usted explicarme por qué no ocurre lo mismo con los ex terroristas? ¿Acaso usted no sabe que muchos de los que hoy ocupan cargos en el Congreso Nacional y en distintos ministerios fueron juzgados y están libres gracias al indulto presidencial de Carlos Menem?
¿Llama usted reivindicar a ex terroristas, a personas que asesinaron, que torturaron, que secuestraron, que cometieron miles de atentados con bombas política de derechos humanos?
¿Y usted cree que reivindicando a ex terroristas se gana el respeto de millones?
Señor, con todo respeto, nuevamente, lo invito a que se de un baño de realidad, y salga a la calle y converse con la gente común y corriente, a ver qué se piensa de los ex terroristas.
Era tan burdo lo que pedía Néstor que era imposible satisfacerlo.
Por otro lado, ¿a qué llama usted que la corte no ha sabido cambiar a
1- ¿Tiene idea usted del déficit que causan estas tres empresas administradas por el Estado, y el paupérrimo servicio que brindan?
2- ¿Se olvidó de LAFSA (Líneas Aéreas Federales S.A.) y de ENARSA (Energía Argentina S.A.) que existen pero no existen?
Decir esto, realmente, es faltar a la verdad, es deshonesto, es insultar a la inteligencia del lector, un caradurismo total.
Pregúntele a cualquier jubilado y/o maestro, cuántos kilos de pan, carne, yerba, azúcar, fideos, arroz o verdura compraba con su salario hace siete años atrás y cuantos compra ahora, y ni hablar de cuántos litros de nafta o gas oil.
¿Usted sabe lo que significa la palabra inflación? Ah… claro, seguramente usted se guía por los datos del INDEC de Moreno. Nuevamente, lo invito a que se de un baño de realidad.
Realmente Kirchner cambió radicalmente la política de defensa, especialmente cuando determinó, a modo de burla, designar a Nilda Garré como Ministro de Defensa. ¿Puede ser Ministro de Defensa una persona que dice no saber que es un FAL (fusil automático liviano)?
Cabe recordar que la responsable del Ministerio de Defensa, allá por 2007, cuando se conoció el contrabando de armas que todavía investiga el juez en lo Penal Económico, Guillermo Tiscornia, la funcionaria hizo un extenso raid mediático y habló con varios canales y radios y no tuvo mejor idea para defenderse que decir que “ni si quiera sabía que era un FAL”.
Ahora, en la cuestión de fondo, realmente no teniendo al Sr. Giardinelli cuando dice que “cambió radicalmente la política de defensa”, puesto que las fuerzas armadas no existen, no tienen presupuesto, están totalmente desmanteladas.
¿Acaso eliminar a las fuerzas armadas es tener un cambio de política de defensa?
Suena raro, pero en fin, desde la óptica kirchnerista todo es raro…
El que inició una gestión plural en la cultura, que ahora abarca todo el país y no sólo la ciudad de Buenos Aires.
¿Podría dar, Sr. Giardinelli, un claro ejemplo de esto que usted asevera tan categóricamente? ¿Lo puede demostrar con datos reales, claros y contundentes?
Y si realmente de cultura hablamos, deberíamos comenzar por construir escuelas, y deberíamos comenzar por caminar, especialmente por los pueblos del interior de las provincias, para ver en que condiciones toman clases esos alumnos.
El que comenzó la primera reforma fiscal en décadas, a la que todavía le falta mucho pero hoy permite recaudaciones record.
Aquí, como en el punto anterior, le vuelvo a preguntar: ¿A qué se refiere, específicamente? ¿De qué reforma habla? Sr. Giardinelli, por favor, basta de discursos vacíos, que sólo contienen palabras. Se lo voy a decir en latín: “Res, non verba”, y se lo traduzco, para que quede claro: “Hechos, no palabras”.
Veamos… en primer lugar, la única reforma de este tipo que prometió Néstor en su campaña presidencial en 2003 fue la “reforma de la coparticipación”, que lógicamente, no cumplió, ¿y sabe por qué? Por que si reforma, como corresponde, la coparticipación, no podría seguir extorsionando —única política de estado kirchnerista conocida hasta la fecha— a Gobernadores e Intendentes.
El que renegoció la deuda externa y terminó con la estúpida dictadura del FMI. Y por primera vez maneja el Banco Central con una política nacional y con record de divisas.
A esta altura, estoy empezando a pensar que usted es un distorsionador profesional de la realidad.
Veamos: Si bien se le canceló la deuda al FMI de unos diez mil millones de dólares, aproximadamente, par ello se vendieron bonos de deuda a Venezuela. El dato curioso es que al FMI se le pagaba un interés anual menor al 3%, y a Venezuela se le deberá pagar un interés de casi el 13% anual. ¿Cómo se llama eso, impericia, incapacidad, populismo? Pero en fin, es verdad, se canceló la deuda con el FMI, pero por otra parte la deuda con el Club de París sigue ahí, y la deuda externa también.
El que liquidó el infame negocio de las AFJP y recuperó para el Estado la previsión social.
El que con la nueva ley de medios empezó a limitar el poder absoluto de la dictadura periodística privada que todavía distorsiona la cabeza de millones de compatriotas.
Aquí también, Sr. Giardinelli voy a ser claro y concreto. No nos engañemos, el único fin de la ley de medios K es, en primer lugar, perjudicar al Grupo Clarín. Segundo, tratar de manejar la mayor cantidad de medios posibles.
¿Usted cree que lo hicieron por convicción o para sumar votos?
Ahora, ya que nos jactamos de un gobierno que promueve tanto la inclusión y bla bla bla, que raro que hayan vetado
Dicho crecimiento, que es real, por cierto, comenzó a partir de la desastrosa devaluación que hizo el Dr. Duhalde. Debemos agradecer, además, la fuerte suba del precio de los granos a nivel mundial. En especial, debemos agradecer a China, nuestro principal comprador, y le debemos agradecer, especialmente, que haya dejado de lado el comunismo —en materia económica, por supuesto— y debemos agradecer —disculpe usted la redundancia de tantos agradecimientos— dicho crecimiento, además, a la soja. ¿Le suena? Soja, ese yuyito que crece solo…
Me podría explicar, por lo tanto, ¿cuál fue el mérito del ex presidente Kirchner?
Usted trabaja en Página/12, a usted le paga Página/12, y es lógico que defienda la política kirchnerista, porque Página 12 subsiste, por si usted no lo sabía, con fondos del Estado Nacional a través de la pauta publicitaria. ¿No lo sabía? Bueno, hago mías sus palabras: “A ver si alguien puede decir lo contrario”.
Pablo Dócimo