“La violencia de arriba genera violencia de abajo..”. Tte. Gral. Juan Domingo Perón
Un coro de fantoches pacifistas salieron a condenar la actitud violenta de la Diputada Graciela Camaño quién, cansada de ser ofendida por alguien que no guarda el más mínimo decoro en el trato que se le debe a una mujer, le propinara un cachetazo al también Diputado oficialista Carlos Kunkel.
No voy a aquí a hacer la defensa de la actitud de la Diputada pero sí voy a esclarecer la manifiesta actitud violenta por parte del oficialismo gobernante en muchísimas de sus actitudes contra quienes no aceptan ser manejados a su antojo. Todavía está presente en la retina de muchos argentinos las agresiones sufridas por el Diputado Felipe Solá por parte de quién se victimiza por este cachetazo, todo ello cuando se trataba en el Congreso las retenciones al campo; no menos cierto es que en esos días, las tropas del gobierno con Moreno y D´Elía a la cabeza agredían físicamente a pacíficos ciudadanos que se manifestaban en desacuerdo contra lo que en definitiva no lograra imponer el gobierno.
Tampoco hay que olvidar que un grupo de argentinos corrieron riesgo de perder la vida en la provincia de Santa Cruz mientras reclamaban sus derechos y manifestaban su disconformidad contra el gobierno, al ser atropellados con intencionalidad por un funcionario amigo de los Kirchner, todo ello sin que hubiere expresiones de condena por parte del gobierno, es más, se trabajó desde el poder para que este acto gozara de impunidad; ni que hablar de los ataques y golpes a periodistas que no le son afines; agravios en carteles financiados desde el propio poder con campañas de acción psicológica; de acusaciones falaces y denigratorias, etc.
Muchos son los actos violentos como el crimen del joven del Partido Obrero por parte de patotas de supuestas hinchadas que gozaron del privilegio de viajar al Mundial de Sudáfrica, violentos financiados por los mismos que hoy quieren condenar la violencia de “un cachetazo”. Para poder viajar hasta llegaron a la conformación de una organización semi-mafiosa afín al partido gobernante autodenominada “Hinchadas Unidas Argentinas”; tampoco puede pasar desapercibido que ante el aplauso y participación de muchas autoridades del Poder Ejecutivo, una señora de pañuelo blanco se encargó de insultar en algunos casos con nombre y apellido y hasta amenazar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación; tampoco deja de ser violenta la actitud de algunos Ministros y Senadores que en actos políticos y públicos se dedican a insultar, agitando a los concurrentes con insultos hacia la madre del Señor Vicepresidente de la Nación.
Me sorprende ver la hipocresía de los diputados K diciendo que…“el parlamento argentino no puede asistir indiferente a esta sucesión de actitudes antidemocráticas, intolerantes y violentas que imposibilitan el debate de ideas y el libre juego de las mayorías y minorías que constituyen la esencia del sistema político de nuestro país”… Sería bueno recordarles a estos ilustres diputados que actualmente, por voluntad soberana del pueblo, el oficialismo es minoría y a pesar de ello quiere imponer un dibujo a conveniencia como Presupuesto y eso no es precisamente debatir las ideas; como tampoco lo es “Vetar” una ley justa como la del 82% de los Jubilados aprobada por mayoría por un capricho del poder Ejecutivo.
Con respecto a la violencia de la cual se quieren victimizar por el simple cachetazo de la Diputada, me gustaría recordar que para condenar la violencia, lo menos que se necesita es no ejercerla y aquí en nuestra querida Patria la violencia la han instalado desde arriba con abusos permanentes a los derechos de los ciudadanos, con la falta de seguridad seguida de muerte (para el gobierno solo una sensación); con la mala atención en la salud con hospitales destruidos y sin insumos y con personal pésimamente pago; con la paupérrima calidad de Justicia que goza el ciudadano que debe soportar abuso agresiones y robos sin que la Ley les de una respuesta como castigo a quienes lo cometen. En fin, hay un sinfín de violencia pero la más denigrante para la sociedad es ver como se dilapidan los dineros del erario público con actos de corrupción, latrocinios, y el clientelismo político como así también para idiotizar al Pueblo con mentiras propagandísticas a través de medios comprados. Todo sin contar que la violencia más terrible que es la que se ejerce desde el gobierno contra el pobre anciano argentino (Jubilado) a quien desde hace mucho tiempo y a sabiendas le roban lo que es de él repartiendo desde la ANSeS a diestra y siniestra el dinero que les pertenece. Por cierto toda esa violencia ejercida desde el poder, en algún momento va a generar también actos de violencia.
A quienes se quejan de la violencia de una mujer ofendida y su reacción “violenta”, habría que recordarles las palabras de nuestro Señor Jesucristo…“Hipócritas que coláis el mosquito y os tragáis el camello…”, sin olvidar que quien hoy condena la violencia por un simple cachetazo es el mismo que durante el gobierno elegido por el Pueblo con el 62% de los votos, el Gral. Juan. D. Perón, presidente de los argentinos, cuando intentaba en aquel entonces terminar con la violencia en la Argentina dentro de la ley con la reforma del Código Penal, el entonces Diputado Carlos Kunkel junto a otros violentos indisciplinados se oponían, terminando como un guerrillero alzado en armas intentando tomar un cuartel militar en la provincia de Formosa previo asesinato de varios soldados que cumplían con el servicio militar obligatorio, esto también durante un gobierno elegido por mayorías.
La verdad que si estos supuestos “pacifistas” están con la Democracia y contra la violencia, sin duda lo disimulan muy bien. Para mi gusto el cachetazo que recibió no solo es merecido, más bien es solo una caricia de “la mano de la Justicia”.
Rubén Gioannini