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La manipulación del diario La Nación

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KIRCHNER Y LA PRENSA COMO MEDIO DE PARTIDISMO POL
KIRCHNER Y LA PRENSA COMO MEDIO DE PARTIDISMO POL

Claudio Escribano ha realizado antes, durante y después de las elecciones presidenciales del 27 de abril de 2003, un análisis político del panorama que se avistaba. Y, si bien sabemos que en un discurso la objetividad pura no existe, tenemos el derecho de pedirle a la prensa que deje de estar al servicio de los intereses de unos pocos.

 

Analizaremos el discurso de Escribano basándonos en tres artículos de su autoría publicados en el diario La Nación los días 24 de abril, 27 de abril y 15 de mayo de 2003.

 

Antes de las elecciones

El secretario general de unos de los diarios más importantes del país publica un artículo el día 24 de abril de 2003 sobre lo que estaba ocurriendo en el país con respecto a las elecciones presidenciales. En dicho artículo nos hace partícipes, a través de un “nosotros inclusivo”, de un concepto suyo, así nos encontramos, como lectores, formando parte del pensamiento del enunciador: “Sabemos más de lo que se quiere admitir y más de lo que retacean los números veleidosos de las encuestas”. Es peligroso decir que todos sabemos algo que no decimos. Peor aún, que ocultamos porque queremos, más cuando está en juego el futuro del país.

Con la misma seguridad nos involucra en el examen que hace sobre los movimientos de izquierda y da por sentado que llegamos a la misma conclusión a la que llegó él: “Sabemos, en primer lugar, que la izquierda radicalizada ha hecho una contribución monumental en favor del corrimiento de la sociedad hacia el centro desde las semanas caóticas de fines de 2001 y comienzos de 2002. Los mensajes que más han prendido en la misma sociedad que tiempo atrás marchaba a golpes de cacerolas quién sabe adónde, han sido los llamamientos a la sensatez, a la cordura, al buen criterio”

Aparece la idea negativa de la izquierda y su mal desempeño, tan malo que se transformó en un documento histórico como lo son los monumentum y califica la influencia con el subjetivema monumental. Es llamativo y vale la pena aclarar que el futuro presidente del país se llamó durante la campaña, y se sigue refiriendo a sí mismo como político de centroizquierda.

Se podría dejar pasar esta opinión sobre una tendencia política si no mostrase un concepto negativo de la sociedad en su conjunto. En primer lugar despersonaliza la actitud de la misma utilizando una nominalización: “el corrimiento de la sociedad” en donde no la hace aparecer como sujeto actante, sino como objeto al que le ocurren cosas; lo mismo sucede cuando dice “los mensajes que han prendido en la misma sociedad”. Con esto descarta de lleno el papel activo de la misma. No lo hace, en cambio, cuando su actitud es negativa. “marchaba a golpes de cacerolas quién sabe a dónde” Tal vez no le guste al Sr. Escribano la forma en que el pueblo decidió salir de sus casas, pero lo cierto es que si el verbo utilizado para definir esas manifestaciones es marchaba y el ritmo estaba impuesto por golpes de cacerolas, introduce la idea de una marcha militar, la cual supone una guía, un ensayo previo y una rígida estructura a seguir. Sin embargo, al decir “quién sabe a dónde” deja entrever que, si bien estaba dirigida, el populus no lo sabía e igual marchaba. ¿Cree el periodista que no fueron manifestaciones espontáneas? Tiene derecho a hacerlo, pero no a incluirnos en su creencia.

Escribano destaca la actuación de algunos políticos en el desarrollo del tiempo electoral y centra su análisis en dos candidatos: Ricardo López Murphy y Carlos Saúl Menem.

Aquí también nos involucra y nos incluye en un discurso que le pertenece:

“Sabemos que Ricardo López Murphy ha construido en un año, desde la nada, lo que comienza a proyectarse como la segunda fuerza del país”. ¿Será una contradicción encontrar un poco más adelante que la característica que destaca del candidato “desde la nada” se desvanece cuando dice: “Ninguna gran vocación política fermenta de un día para otro”?

Este período de campañas presidenciales ha sido uno de los más calmos de la historia argentina, sin embargo, la mano derecha de los Saguier parece necesitar ver una gran contienda en donde gana el más fuerte, el más seguro y el que mejor sabe plantarse frente a todos con el convencimiento de su plataforma política. Recuerda su descripción a aquellos espectáculos romanos en donde los mártires eran arrojados a los leones: “Ha sido todo un espectáculo ver a una jauría de candidatos lanzarse a última hora sobre este bulldog por quien no había apuestas en su favor hasta bien entrada la campaña en la recta final”

El candidato de Recrear es, en el discurso de Escribano, una víctima de sus enemigos y un héroe que, como tal, no decae y continúa en la senda de lo correcto. En cuanto a la sociedad que frente a actos de izquierda no sabe qué y para qué hace las cosas, en lo que López Murphy se refiere, parece ser que comienza a recobrar su cordura y a darle crédito: credenciales para su actuación.

-¿Qué credenciales está reconociendo en López Murphy la sociedad que no sean otras que las utilizadas por sus adversarios para abatirlo”. La actitud pacífica en la que se ubica al bulldog, es llamativa. El término abatirlo lleva consigo la manera más fuerte de vencer a alguien. El juego en el que participan todos los candidatos implica una meta, tácticas y estrategias para llegar a la misma. Todos, teóricamente, aceptaron las reglas y es responsabilidad de todos controlar que no se transforme en un juego sucio. No existen ni víctimas ni victimarios.

Tal como nos los muestra el artículo, López Murphy, podría haber sido nuestro salvador, mas su renuncia fue inminente por la incomprensión del resto. Esto marcó un hecho histórico: “El plan no pudo aplicarse por insuficiencia de apoyo político dentro del gobierno y fuera de él y López Murphy renunció como ministro. Fue el comienzo del fin de una etapa del país”.

La imagen mesiánica que construye excede la simple lucha de poderes que se disputan los candidatos.

La analogía que establece luego con otro de los postulantes, no deja lugar a dudas sobre la ideología de Escribano: -¿Pero qué ha hecho Menem en todo este tiempo sino hacer lo mismo que López Murphy en tantas cuestiones centrales, como exponer la voluntad de combatir la inseguridad, defender el valor de la moneda, prevenir que acabará con el desorden social o afirmar que la política internacional del país debe ser regida por principios realistas y apropiados a la visión del mundo que mejor atienda los intereses argentinos y no los de Fidel Castro? Nuevamente aparece la valoración negativa frente a un gobierno de izquierda y un claro implícito a la división del mundo en las tendencias derecha/izquierda. Si lo negativo es Fidel Castro y su país, debemos suponer que la mejor opción es su más acérrimo adversario: los Estados Unidos de Norteamérica. ¿Esa es la vía correcta a seguir?

“Nada de esto puede estar ocurriendo de no haber mediado los infortunios posteriores a la gestión del doctor Menem y la necesidad de contención percibida por la sociedad en una crisis que se prolonga en el terreno político a pesar de la lenta recuperación económica de los últimos tiempos”.

Así como plantea que el camino propuesto por el candidato de Recrear cuando fue ministro de economía, no fue comprendido y se produjo por ello la debacle, de igual forma plantea que el país, por no seguir el camino marcado por Menem, también se sumergió en el caos y la desesperación. La sociedad, evidentemente para el Sr. Escribano, necesita un “padre” que la guíe.

A lo largo de su análisis apenas nombra a los otros candidatos presidenciales.

La idea del ballotage recorre todo el artículo y da implícitamente como ganador de la primera vuelta a uno de los dos políticos que analiza. El segundo lugar no lo nombra, pero da entender que puede ser el justicialista que sigue la fórmula oficial. Frente a esto sostiene un concepto en el cual, al igual que hizo ya con otros conceptos aparecidos, nos incluye y nos hace partícipes de su pensamiento sin darnos la oportunidad de discusión:

“Duhalde sabe, como sabemos nosotros, que en todas las experiencias de ballottage habidas en el continente desde principios de los años noventa sólo una vez fue despojado del triunfo en la segunda vuelta quien en la primera ronda había vencido por cuatro o más puntos. La excepción fue el actual presidente del Uruguay, Jorge Batlle, colorado, que había perdido la elección inicial del 31 de octubre de 1999 por siete puntos, pero contó después con el apoyo masivo del Partido Blanco, que actuó con disciplina stalinista”

Evidentemente Claudio Escribano, secretario general de uno de los diarios más poderosos del país, se equivocó: Néstor Kirchner, quien obtuvo el segundo lugar en la primera vuelta de las elecciones, es nuestro futuro presidente.

 

Durante las elecciones

El día 27 de abril, otra vez aflora el convencimiento de Escribano sobre quién lleva la victoria en la primera vuelta: Carlos Menem (según las encuestas, la segunda vuelta es un hecho) demuestra saber más que el mismísimo Presidente, a quien deja totalmente desvalorizado y falto de poder. Utiliza en su discurso proposiciones que sitúan al Presidente en una posición de debilidad, desconocimiento y falto de recursos a pesar de su cargo: “El presidente de la Nación, de quien se supone es abarcador, por el ejercicio de sus funciones, de la más precisa información de la que alguien pueda ser abastecido en la materia, se retiró esta medianoche a descansar sin saber más que el resto de los ciudadanos”.

Le suma a la imagen de Duhalde una situación que rescata como contexto de las elecciones en donde se ridiculiza internacionalmente al santacruceño, candidato del oficialismo: “Dos de los diarios principales del mundo contenían ayer apreciaciones no menos singulares. En un amplio titular, en su página 7, el International Herald Tribune decía: "Kirchner y el descenso en la desesperación". Pero era un título engañoso, porque de lo que la noticia consiguiente hablaba era del éxito de una exposición del gran pintor alemán Ernst Kirchner, que acaba de abrirse en la Galería Nacional de Washington y del trágico fin del artista, en 1938” El otro titular hace referencia a lo reñida que se presenta la situación electoral sin mencionar ningún nombre en particular.

Llamativo sigue siendo el papel que tiene la sociedad: se refiere a los indecisos: “...la interpretación es que los ciudadanos indecisos, en lugar de abandonar la lucha con sus propias vacilaciones y decidirse al fin por el voto en blanco, piensan y vuelven a pensar en favor de qué candidato hacerlo, entre aquellos que puedan atraerlos de modo relativo, hasta el momento mismo de entrar en el cuarto oscuro” El resolutivo al fin trae implícita la idea de apoyatura al voto en blanco. -¿A quién se beneficia con el mismo?

Bogamos por un sistema democrático, hacemos un ejercicio de aprendizaje cada vez que votamos y no sólo apostamos a un candidato, queremos con el voto proclamar que luchamos por un país libre y que estamos dispuestos a pasar cada examen.

Otra vez, al final del texto, aparece la idea de una sociedad que no sabe ni entiende y que ni siquiera sabe cuál es su función y cómo se lleva adelante: “Hagamos votos para que prive la buena fe y la razonabilidad y, por supuesto, haya un arbitraje sabio de los presidente de mesa” Asemejar el acto de la votación a una creencia que se basa sólo en la fe, es denigrar a quienes somos partícipes del la elecciones.

 

Después de las elecciones

El editorial publicado el 15 de mayo con relación a la renuncia de Carlos Menem y a la definitiva asunción como presidente de la Argentina de Néstor Kirchner, cambia radicalmente el tono de sorna y de ironía que mantenía Claudio Escribano en los artículos analizados más arriba. Podría entenderse que el estudio crítico que realizó de la realidad no estaba basado en hechos, sino en pareceres, opiniones y sentimientos; o tal vez podría interpretarse que luchó desde y como pudo en contra del oficialismo intentando convencer a alguien de su posición.

Lo cierto es que el secretario del diario de los Saguier, no acertó en su análisis y hoy intenta desmerecer al justicialista triunfante. Cuando dice que “Néstor Kirchner se convirtió en el presidente electo luego de que Carlos Menem renunció...” recuerda con el verbo convirtió a personajes que de un momento para otro son algo diferente, casi sin causa alguna.

Kirchner, al igual que Menem, no se convirtió en Presidente de la República, sino que fue elegido. Otra vez los implícitos aparecen en el texto de La Nación. Estemos o no de acuerdo con lo que aconteció, los políticos fueron elegidos por los votantes. La pasividad con que se desarrollan los acontecimientos en los artículos resta importancia a la actancia de la sociedad en el tema político. Elegir es actuar.

Los candidatos aparecen enfrentados. Ambos emiten discursos en donde hacen referencia al otro. El punto importante de señalar es que cuando se refiere al discurso de Carlos Menem, construido por Escribano como una figura positiva para el país, el verbo utilizado es justificó y, si bien luego aparece el verbo acusó este queda desdibujado como un ataque ya que antes supo dar las razones de su dimisión; Kirchner no corre con la misma suerte, el único verbo introductorio es acusó. La implicancia es clara: el primero no actúa sin pensar y sin estudiar la situación. Sus acciones y decisiones están debidamente justificadas; en cambio, el segundo se parece más a un activista desorientado que a un presidente electo. Incluso el vocabulario rescatado de los discursos de uno y de otro guardan relación con la idea expuesta: vocablos como garantizado, proceso y lucha política connotan respeto por las instituciones y por lo que una contienda política significa: un proceso y una lucha permanente, y no improvisación y derrota. Los vocablos que aparecen en el discurso de Kirchner, por el contrario, connotan agresión e impulsividad: disparar, violencia e impunidad llevan consigo un ataque agresivo.

Al final del texto, cuando ya nada queda por hacer frente a la realidad que parece apremiar al periodista, deja de lado la dicotomía derecha/izquierda para explicitar claramente que “La dimisión de Menem fue vista con preocupación por los gobiernos de Brasil y de los EE.UU” Una de dos: o la información dada por el mismo diario en el que él escribe es falsa cuando publicó que Lula apoya a Kirchner o el que está dando una información falsa es el despechado Claudio Escribano.

 

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