“Somos hermanos de la vida. Esta unión no la va a destruir nadie, solo la muerte, pero aún así cuando nos llegue el momento, nos volveremos a juntar”. Quien afirma esto, vía Facebook, es Santiago Mambrin, respondiendo al saludo con elogio incluido al despuntar este martes 7, día de su cumpleaños 48. El es uno de aquellos bravos conscriptos del RIMEC 7, quienes en la noche atroz del viernes 11 de junio de 1982, aguantaron a pie firme durante 11 interminables horas el ataque del PARA 3 británico. Si bien pasaron 28 años de aquello, Santiago se sigue contactando con quienes fueron sus compañeros de armas, a través de esta red social y tiene como amigos allí a los veteranos de guerra Oscar Mussi, Jorge Alberto Altieri, Félix Barreto y Luis Leccese, todos integrantes de ese regimiento que se cubrió de gloria en dicho combate. Refiriéndose al primero de estos, Santiago anota: “Te cuento Fernando, Oscar llegó a mi regimiento con apenas 18 años y los 19 los cumplió en Malvinas, fue nuestro cocinero". Efectivamente, el entonces joven cabo Mussi cumplió los 19 el 17 de mayo de 1982, justamente en la cima del Longdon.
Luego, en el chat, Santiago muestra su bronca y desprecio hacia la película Iluminados por el fuego, a la que denomina con sarcasmo “Iluminados por un fósforo”. “Iluminados por un fósforo nos hace quedar mal a todos nosotros, pues Edgardo Esteban es otro que se intenta colgar de Longdon. Ahí estuvimos nosotros solos, y nos la bancamos durante 11 horas, fue una noche tremenda”.
En esta foto aportada gentilmente por él, se puede apreciar la cara de agotamiento de los vencedores, luego de aquella jornada de ordalía nocturna.
Para siempre
“Orgulloso de ser malvinero”, declara Santiago a través de una viñeta. Lo mismo piensa Oscar Mussi, Jorge Altieri, y demás camaradas a quienes les tocó vivir esa experiencia que signó sus 18, 19 años. Se plantan cada 11 de junio, los que pueden concurrir, a la conmemoración anual en el RIMEC 7, en homenaje a sus compañeros caídos, y ante los 36 nombres de los que quedaron allí, hermanados con la turba malvinense, gritan “¡Presentes!”.
No se colgaron de un combate en el cual no estuvieron, no le robaron los laureles a nadie, ni se hicieron pasar por quien nunca fueron. Simplemente son quienes con abnegación y espíritu de sacrificio, hicieron historia y la siguen haciendo, a pesar de una sociedad veleidosa que los condujo a una guerra y luego, les volvió la espalda.
Fernando Paolella