Vecinos austeros

A diferencia de otros gobiernos de la región, el uruguayo José Mujica instaló una suerte de "cultura de cuidado del gasto" en su administración. En lugar de usar autos oficiales, el Presidente viaja en un vehículo de propiedad de su grupo político, el Movimiento de Participación Popular. Dice que no tiene por qué cargarle al Estado el costo de sus viajes.

Pero, además, "Pepe" impartió órdenes en este sentido. Por ejemplo, el prosecretario de la presidencia, Diego Cánepa, mano derecha de Mujica, sale de su casa a las 8:00 manejando en su auto y, recién en el palacio de gobierno, usa un vehículo oficial.

Un caso aparte es el del canciller Luis Almagro, que -amén de tener siete hijos- va a trabajar en colectivo. Vive afuera de Montevideo, en Canelones, y todos los días va caminando a la terminal de ómnibus, desde donde tiene media hora de viaje.

Mujica también vendió la casa presidencial de Punta del Este porque "jamás iría a quedarse" y, cuando va a la estancia de Anchorena, tampoco duerme en la residencia oficial sino en una pieza que usaba la gente del servicio doméstico. Es una casita más humilde que tiene todo.

El Presidente dice que dormir en Anchorena le "da cosa" porque "está lleno de cuadros y estatuas" y no se siente cómodo. Sus colaboradores comentaron hace poco que hay un oso disecado en uno de los pasillos y graficaron: "Miren si se levanta al baño y lo ve de madrugada ¡El susto que se pega!".

Campaña, sol y relax

Mientras se prepara para competir como candidato a jefe de Gobierno porteño, el ministro de Economía, Amado Boudou, también inició gestiones con el objetivo de conformar su equipo de campaña y definir el resto de los postulantes que presentará su sector en 2011.

En este plan se lo vio al titular del Palacio de Hacienda y al secretario general del gremio de los Judiciales, Julio Piumato, en un bar de Plaza Serrano, en el barrio porteño de Palermo.

Los dirigentes, muy relajados y sonrientes, compartieron un abundante desayuno al aire libre, mientras comenzaron las tratativas para que Piumato sea el primer candidato a diputado nacional que presente el espacio de Boudou en la Ciudad.

Descansando los ojos

La fiesta de apertura de la Asociación Argentina Amigos de Taiwán (AAAT) fue una ocasión ideal para disfrutar de una rica cena y principalmente para relajarse. Durante el evento, que tuvo lugar este lunes en el barrio chino porteño, uno de los que tomó al pie de la letra la consigna del relax fue uno de los flamantes presidente de la AAAT, el director del Boletín Oficial, Jorge Feijoo.

Mientras los participantes escuchaban el mensaje de Andrea Sing-Ying Lee, el anfitrión y Director General de la Oficina Comercial y Cultural de Taipei en Buenos Aires, Feijoo, ubicado en la mesa principal del salón, se quedó dormido. Tras la corta siesta que tomó antes de la cena, el titular del Boletín Oficial -que comparte la conducción de a AAAT con el abogado constitucionalista Jorge Vanossi-, abrió los ojos y alcanzó a escuchar el último tramo del discurso de Sing-Ying Lee.

Telerman no positivo

En medio de la avanzada de Jorge Telerman para volver a ocupar la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 2011, ya comenzó una campaña anónima en su contra. Fue a través de una serie de afiches que empapelaron este sábado los principales puntos del centro porteño.

"Telerman = Cobos", señalan las pancartas con imágenes de ambos dirigentes en blanco y negro, en referencia a la actuación del ex vicejefe porteño tras la tragedia de República Cromañón y el juicio político a Aníbal Ibarra.

Claustrofobia

Aunque la Cámara de Diputados está prácticamente despoblada, algunos legisladores todavía concurren al edificio, al menos hasta que termine el año. En una de las jornadas tranquilas tras el cierre de las sesiones ordinarias, un importante integrante del Frente para la Victoria se quedó encerrado en uno de los ascensores del Palacio Legislativo.

En un trayecto del primer piso al tercero, el elevador se trabó antes de llegar a destino. Inmediatamente comenzó el operativo para arreglar el ascensor y rescatar al diputado. Sin embargo, por el espacio que quedaba entre un piso y otro, el personal de la casa debió pasarle una silla al kirchnerista para que pudiera sentarse, ya que debió aguardar unas dos horas hasta su liberación.

Fuente NA

Redacción de Tribuna de Periodistas