Eduardo Duhalde intenta competir para ser presidente argentino. Es su deseo desde siempre, y lo vio cumplido fugazmente en el año 2002, cuando asumió en medio del caos que era la Argentina a raíz de los incidentes de diciembre de 2001, provocados por el delarruismo.
Luego, las muertes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán lo obligaron a ver truncado su sueño de poder, lo cual lo llevó a armar una lenta estrategia para posicionarse y presentarse más adelante.
En su carrera por llegar a la primera magistratura, Duhalde no ahorró en esfuerzos y hasta se distanció del menemismo, gobierno al cual perteneció de 1989 a 1999.
Sin embargo, el caudillo de Lomas de Zamora tiene más coincidencias que diferencias con el ex presidente Carlos Menem, no solo en su concepción de la política y los negocios, sino también en el armado de poder.
Pero si ello no fuera suficiente, ahora Duhalde gusta mostrarse al lado del diputado riojano Nicolás Martínez, a quien diario Clarín menciona como “el último diputado menemista”.
Pero no solo una foto vincula a uno y otro, sino el armado de poder: es que Martínez es ahora el candidato duhaldista a gobernador en La Rioja.
El diputado le dijo a Clarín que “esta nueva postulación fue hablada con el actual senador nacional por La Rioja quien no se opuso a la misma dejándolo en libertad de acción. Y que no abandona el reconocimiento que cree que debe tener ‘la provincia y el país’ hacia Carlos Menem, por las cosas que había logrado en sus dos mandatos presidenciales”.
Si hay que hablar de “logros” a nivel gubernamental, bien podría decirse que tanto Duhalde como Menem han ayudado que la Argentina se convirtiera en un paraíso para el narcotráfico y el lavado de dinero.
Carlos Forte