Hace 48 horas, el intendente de Tigre, Sergio Massa, decidió acelerar un anuncio que, inicialmente, iba a ser formulado en marzo: blanqueó su intención de competir por la candidatura a gobernador en la elección interna del oficialismo, cuya fecha prevista es el 14 de agosto.

 Si persiste con la idea enfrentará nada menos que al actual mandatario, Daniel Scioli, que debería pasar ese test si quiere revalidar su título.

 Massa es la cara más visible del grupo de intendentes bonaerenses críticos de kircherismo, que han adoptado un nombre provisorio que remite a ruptura.

 Es que ya hubo otro "Grupo de los Ocho", diputados de los primeros años noventa, que rompieron con el peronismo que conducía un recién encumbrado Carlos Menem. Ahora la diferencia es que estos ocho alcaldes quieren dar la pelea desde adentro del oficialismo.

 Los Ocho no son especialmente críticos de Scioli, con quien deben convivir en las cotidianeidades de la gestión. Pero se han dado cuenta de que crecen políticamente en la medida en que se diferencien del kircherismo puro, del que el Gobernador se considera parte. Al menos hasta ahora.

 Es que habrá que ver cómo se resuelve la discusión por las listas colectoras, que para muchos puede marcar un punto de distanciamiento entre Scioli, que no quiere esas boletas paralelas el día de la elección, y la presidenta Cristina Fernández, que las impulsa.

 En el PJ

 Como Scioli, el Grupo de los Ocho tampoco acepta colectoras y así lo expresará formalmente el próximo viernes, cuando el Consejo Provincial del PJ se reúna en Sierra de los Padres convocado por su titular, Hugo Moyano.

 Tal vez se encuentren allí con la discusión fina que quiere introducir el kircherismo respecto a qué es una lista colectora.

 Conociendo el rechazo que genera ese método entre los jefes comunales del Conurbano, ahora están presentando la idea de que en octubre Cristina lleve dos candidatos a gobernador bonaerense (Scioli por el peronismo y el diputado Martín Sabatella por un frente no peronista), como una "lista de adhesión".

 El efecto, en verdad, sería el mismo: suma votos por dos vías el candidato presidencial y se divide el voto en el ítem gobernación.

 El G8 tiene tres consejeros propios en la mesa de conducción: el platense Juan Amondarain, Malena Galmarini (esposa de Massa) y el intendente de Hurlingham, Luis Acuña.

 Ellos llevarán la postura del rechazo frente a Moyano que, transitando vaivenes notables en su relación con la Casa Rosada, en esta jugada ya ha dicho que acompaña a la Presidenta.

 Otro grupo de alcaldes bonaerenses también iría con el propósito de forzar una condena a las colectoras. En la mesa del Consejo también tienen representación. Lo mismo que el sciolismo puro y el gobierno nacional, éste último con un par de ministros y algún legislador.

 Antecedente 2009

 En los últimos días, un argumento que se escucha mucho para defenestrar internamente a las colectoras dice que Sabatella no es merecedor de una boleta de CFK porque en 2009, en aquél comicio que perdieron Néstor Kirchner y Scioli con sus candidaturas testimoniales, justamente jugó en contra del fallecido ex presidente.

 Fue la elección en la que el de Morón entró al Congreso, con algo menos de 6 por ciento de los votos, y Kirchner tragó el sapo de ver primero a Francisco De Narváez.

 El salto de Massa a la cancha para pelear la Gobernación supone que, al menos formalmente, Scioli no tiene asegurada la candidatura de octubre. Una lectura posible es que se trata, otra vez, de un elemento que tiende a desgastar el liderazgo político del mandatario.

 Otra lectura es que le conviene, porque podría encontrar un rival interno para conseguir más jinetas. Según fuentes de Tigre, Massa se ha envalentonado luego de ver una alentadora encuesta de Julio Aurelio, que le otorga a él apenas 7 puntos porcentuales menos de intención de voto de lo que reúne Scioli (27 a 20, según el sondeo realizado a fin de año).

 La secuencia que planeó Massa implica que, antes de un lanzamiento formal, exista un pedido de su grupo político. "Si me lo piden, voy a ir", dijo. En ese sentido, el G8 se constituiría primero como una corriente formal dentro del PJ bonaerense. Eso sucederá aparentemente el sábado, cuando se reúnan en Tigre los miembros del bloque.

 Además de Massa, el mencionado Acuña, Sandro Guzmán (Escobar), José Eseverri (Olavarría), Joaquín de la Torre (San Miguel), Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Gilberto Alegre (Villegas) y Pablo Bruera (La Plata), quien a su vez ya lanzó un espacio crítico en el peronismo provincial con la impronta de su Frente Renovador.

 Ya como línea interna, el G8 podría mostrar que tiene candidato a gobernador siempre y cuando, claro, haya consenso en que sea el tigrense.

Mariano Pérez de Eulate
NA