Es notable cómo el Gobierno nacional consagró la muerte de una parte importante de la reforma política que se impulsó desde allí mismo, con Néstor Kirchner en vida.
Las ahora llamadas listas de adhesión, nombre artístico de las otrora colectoras, han venido a devaluar —se repite: en términos mortales— a ese sistema de internas abiertas que obligatoriamente deberá implementarse en agosto próximo y que, en su momento, se pensó como una suerte de saneamiento del intrincado esquema electoral que regía hace un par de años. No habrá internas serias en ningún partido.
Para dejarlo claro: las listas de adhesión, habilitadas en los decretos reglamentarios de la reforma electoral, han dejado sin sentido a las denominadas P.A.S.O (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) de agosto. Lo curioso, lo patético, es que en el mismo oficialismo es dónde más se evidencia esto.
Por estas horas, el murmullo político del mundillo peronista menciona la posibilidad de que el intendente de Tigre, el joven y siempre sonriente Sergio Massa, se presente en la elección general de octubre con una lista de adhesión que compita con Daniel Scioli por la gobernación, con el paraguas nacional de la candidatura presidencial de Cristina Kirchner.
Así, buscaría el massismo capitalizar la buena imagen y el alto nivel de conocimiento que el ex jefe de gabinete nacional cosecha en casi todos los sondeos conocidos.
Por dos lados
Increíblemente, Scioli asiste a la posibilidad de que el Gobierno apañe dos listas en su contra: la posible de Massa y la confirmadísima del moronense Martín Sabatella, quien desde un progresismo no peronista sumará votos para
La mayoría de los análisis que se conocen acentúan el hecho de que, en efecto, le restará algún caudal al actual mandatario provincial.
Lo de Massa es otra cosa. El hombre amenazó con ir a las internas obligatorias de agosto con el discurso de que no podría presentarse por fuera del PJ. Pero ahora, habilitadas las adhesiones, le resulta mejor negocio político especular con un duelo recién en octubre con algún partido de ocasión.
Ha demostrado que sabe manejar los tiempos. Se le atribuye un razonamiento según el cual en esta elección el que más gana es el que menos se apura.
De perfil peronista, Massa genera cierta inquietud en algunos despachos sciolistas. No tanto porque, a números actuales, pueda ganar (el Gobernador sigue encabezando las encuestas de intención de voto) sino porque, sumada a la lista de adhesión de Sabatella, representa un escollo más que parece apadrinar
¿Otra "sorpresa"?
Aquella inquietud de Scioli se basa, además, en que circula muy fuerte el rumor de que el kirchnerismo de
Si esto es así y Massa es esa sorpresa, alguna vez alguien deberá analizar —en términos psicoanalíticos— por qué los hiper K jamás lograron confiar plenamente en Scioli, uno de los principales aliados territoriales del Gobierno nacional.
Según el encuestador y estudioso de
De hecho desde su consultora, Equis, se difundió un trabajo hipotético en el que se enfrentan el gobernador, el tigrense y el de Morón. Massa contaría con más intención de voto que Sabatella y, de cara a 2015, aseguraría buen caudal electoral al peronismo.
Con todo, Massa enfrenta una verdadera traba para la hipotética aventura de su lista de adhesión en contra de Scioli, un escenario que cobró cierta fuerza en las últimas horas cuando el intendente de General Villegas, Gilberto Alegre, la propuso como una opción en estudio.
Aquella traba radicaría en que el tigrense debería presentar candidatos en todos los rubros, de gobernador para abajo. Esto es: en cada distrito, como hará teóricamente Sabatella, Massa debería armar su propia tropa, sus propias listas. Eso al menos es a lo que apunta la ley que, en vista de lo que ha sucedido, no es garantía de nada.
Si esto sucediera, Massa debería enfrentarse a sus colegas intendentes del PJ en las peleas distritales, tanto por las intendencias como por los Concejos Deliberantes.
Parece demasiado osado que el ex jefe de Gabinete de CFK se anime a eso, sobre todo teniendo en cuenta que está entre los cuatro o cinco nombres del peronismo que tienen más futuro.
Como argumento a favor, en el massismo se dice que una lista de adhesión de ellos aseguraría cierta contención peronista para los muchos sectores que podrían quedar afuera de los armados pro Cristina. "Es que en el oficialismo hay muchos que quieren estar y pocos lugares para repartir", explican descarnadamente.
La discusión se nutre de la letra de la ley. Sucede que no es posible que Massa se presente como candidato a gobernador "adhiriendo" a Cristina Presidente, se enfrente a Scioli en el ítem provincial pero por otro lado comparta con éste los candidatos a intendentes, concejales y consejeros escolares del Frente Para
Eso sería una "lista espejo" en los distritos, algo expresamente prohibido en la norma que regirá los comicios generales de octubre.
Mariano Pérez de Eulate
NA