El jueves 2 de junio, en la clásica peregrinación de todos los jueves de las Madres de Plaza de Mayo, la convocatoria se vio acompañada por unas 1000 personas, muchos de ellos militantes de La Cámpora, funcionarios, legisladores, algunos artistas y varios periodistas.
En la misma plaza hace unos días están instalados algunos peones rionegrinos que en huelga de hambre, están reclamándole a la Presidenta lo que ni el gobierno de Rio Negro, ni la junta médica de su seguro de salud, ni la ART, les reconocen: que por cargar, subir, bajar, desplazar el peso de los inmensos cajones de frutas en algunos casos, que es sentarse al tractor nueve horas al día en otros, se están quedando inválidos.
Los peones reparten desesperados sus volantes para ver si algún medio nacional se hace eco de su protesta: "Hemos llegado desde la Patagonia para denunciar la infamia de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo ART, que en complicidad con patrones y la Superintendencia de Riesgos del Trabajo SRT, nos condenan a la indigencia, dándonos un trato discriminatorio, injusto, tomando la vida de un obrero en menos valor que la de un animal de trabajo".
Seguramente estos peones no van a lograr juntar en la plaza 1000 personas que los apoyen, como tampoco lo pudieron lograr los integrantes de La comunidad Qom.
El grado de indiferencia que tienen es casi total. Lo demuestran las imágenes de un canal de noticias haciéndole una nota al actor Raúl Rizzo, quien fue a apoyar a Hebe en este momento tan difícil, mientras de fondo, inmutable, aparece la bandera, estandarte de protesta de los peones rionegrinos esperando que la Presidente o algún funcionario nacional de importancia los reciba. Tampoco ningún medio nacional de importancia se hizo eco de su reclamo. Apenas un par de diarios digitales y algún que otro noticiero de cable.
La ONG Un Techo para mi País, inauguró hace unos días en Plaza de Mayo, la Casa en el Aire, por segundo año consecutivo.
Bajo el lema "Para esta casa sobran candidatos", se instaló una vivienda de emergencia construida a 12 metros de altura en el corazón de la plaza.
Esta ONG es una organización no gubernamental liderada por jóvenes voluntarios, con presencia en 19 países de Latinoamérica (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela).
Los voluntarios trabajan junto a familias que viven en asentamientos marginales y villas de emergencia, para que a través de un esfuerzo en conjunto puedan mejorar su calidad de vida.
En el último acto de las Madres, Hebe de Bonafini se despachó con fuertes agravios para con esta ONG.
Dijo Hebe: "Esa casillita es para pajaritos, nosotros construimos casas de material".
Este tipo de declaraciones, definitivamente no suman. Restan. Y mucho. Como si la intención de Hebe fuese quedarse con el monopolio de la beneficencia habitacional. Un disparate total.
Eso sí, nada dijo sobre su hijo putativo, Sergio Schoklender.
Hebe lo volvió a hacer. Como en aquella disputa a fines de 2009, cuando un grupo de bolivianos que llevaba el ataúd de un albañil asesinado para enterrarlo en Lomas de Zamora, se desvió hacia la Plaza de Mayo para protestar contra la inseguridad y el gatillo fácil, en una suerte de velorio improvisado.
Fue entonces cuando Hebe de Bonafini los increpó: "Esta es nuestra plaza, váyanse de acá. ¿Quién los manda a ustedes?"
Hace más de un año, en la UIF dormía el sueño de los justos un pedido de investigación a la Fundación que dirige Hebe y que administraba Schoklender hasta hace unos dias, promovido por dos diputadas de la Coalición Cívica: Maricel Etchecoin y Elsa Quiroz.
Imaginemos por un minuto la situación hace un año: La bruja Carrió saliendo en todos los medios denunciando actos de corrupción en el seno de la Fundación Sueños Compartidos. Horas después, la trilogía de los bulldogs guardianes de Casa Rosada (Aníbal Fernández, Randazzo, Twitterman) en otra maratón mediática afirmando que Carrió está totalmente loca, que le falta un tornillo, que está pirucha, etc,etc.
Sorpresiva y casualmente (aunque Cristina no crea en las casualidades) la UIF recién ahora, dos días después de que el caso Schoklender tomara una instancia mediática de grandes dimensiones, puso la denuncia en conocimiento del Fiscal Raúl Plee.
¿Cómo se explica que durante un año no tuvimos noticia alguna de la investigación y que, repentinamente, de un día para el otro y cuando los tapó el agua, la UIF haya determinado que hay elementos suficientes para remitir el caso al Ministerio Público Fiscal?
El mismo jueves 2 de junio en un acto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, pidió investigar "hasta las últimas consecuencias" a Sergio Schoklender y advirtió, en una clara maniobra de despegue, que pudo haber defraudado a las Madres de Plaza de Mayo.
¿A las Madres? Randazzo olvida o ignora que el dinero con el que se financia a la Fundación es del pueblo, no de las Madres. El único y auténtico defraudado es el pueblo argentino.
Entonces, pretender hacerle creer al pueblo que Hebe de Bonafini junto con el gobierno nacional se desayunan de repente con esta denuncia y que no estaban al tanto de la asquerosa corrupción que sostiene a la Fundación Sueños Compartidos es un auténtico pifie que ni ellos mismos se creen, y por ende, imposible de sostener en el tiempo.
Lo más lógico y sensato sería que la presidente ordene una investigación al Ministerio que dirige Julio De Vido y que el subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala, renuncie por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Es responsabilidad de Fatala el manejo y la asignación de los fondos que recibía la Fundación que preside Hebe, su correcta asignación y la posterior verificación y control del cumplimiento de las obligaciones contractuales.
La escalada que hizo en estos días Schoklender en los medios, mintiendo descaradamente sin que se le mueva un pelo, es casi comparable con el papelón de Patricia Bullrich afirmando que ella no era la Ministra de Trabajo en los tiempos del conflicto gremial en Clarín, hacia el final del gobierno de la Alianza.
Bastaron 24 horas para demostrar que Schoklender tiene el 90% de las acciones de Meldorek S.A. Un papelón tan pero tan bello, que habría que hacerle un marco y colgarlo en algún pasillo de Casa Rosada.
Por más que en el medio de esto estén las Madres, con todo lo que implica su lucha e historia, no se puede ocultar ni pasar por alto como un tema menor este caso. Estas son las pequeñas muestras de la enraizada corrupción gubernamental, que rara vez salen a la luz.
La causa de las Madres sin dudas es intocable. La causa, no las personas. Nadie está exento de ser investigado por la justicia. Ni siquiera las integrantes de Madres de Plaza de Mayo.
Y como en toda denuncia de un delito con pruebas suficientes, hay que ir a fondo. Hasta las últimas consecuencias y caiga quien caiga.
Por más que el caso haya caído en las manos del suertudo Oyarbide, quien siempre sale sorteado para investigar los casos más sensibles que afectan al kirchnerismo.
De la misma forma que nuestros compatriotas gritaron hace 201 años atrás, clamamos: "El Pueblo quiere saber de qué se trata."
Andrés Ballesteros
andresvb1@hotmail.com