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Los agentes del destino

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¿JAQUE MATE AL LIBRE ALBEDRÍO?
¿JAQUE MATE AL LIBRE ALBEDRÍO?

Ficha técnica:   

 

Título para Latinoamérica: Los agentes del destino

Título original: The Adjustment Bureau

Dirección: George Nolfi

Guión: George Nolfi, basado en el libro “The Adjusment Team”

Género: ciencia ficción / thriller romántico – Apta para todo público

Reparto: Matt Damon (David Norris), Emily Blunt (Elise Sellas), Anthony Mackie (Harry Mitchell), Terence Stamp (Thompson), Anthony Ruivivar (McCrady), John Slattery (Richardson).

Fotografía: John Toll – Música: Thomas Newman

Edición: Jay Rabinowitz - Distribuidora: UIP

País: EE.UU. - Año: 2011 - Duración: 104 min.- Estreno Argentina: 16/6/11

 

 Thriller de ficción-romántico, que despierta sensaciones ambiguas vinculadas a la aceptación o negación de la película. Tópico universal el destino, con atravesamientos religiosos-paganos, y el sempiterno espacio para los “hermanos superiores” de nuestra alicaída tierra que nos protegen. Muchas aristas, buenas intenciones pero poca solidez conceptual de la historia.

 The Adjustment Bureau (Los agentes del destino), nos propone transitar “el libre albedrío” pero desde otra perspectiva: la neopagana. Afuera quedó la trillada argucia religiosa de un Dios Todopoderoso que nos observa desde un cielo omnipresente y deja a los pobre humanos todo, menos su destino. Si hay predestinación, no hay lugar para un destino consumado voluntariamente por los sujetos pensantes.

 El albedrío que nos propone en su film George Nolfi (autor también del guión), es escrito y leído en clave posmoderna y pseudocientífica: los fascinantes —para la ficción— “hombres de gris” (con sombreros como valor agregado, para desplazarse por los “espacios-tiempos de la materia”). Son los “hermanos mayores” de los humanos, producto de la evolución cósmica exobiológica (extraterrestre). Guardines de nuestro destino como planeta, nos controlan por temor al Apocalipsis como género biológico. No se puede alterar el orden universal, asienten. En el relato aparece el nombre del “Creador”, pero no sondea este artilugio discursivo.

 Es más, el albedrío propuesto por estos seres uniformados es minimalista: podemos elegir el color de nuestras camisas, la dieta a seguir, y ese tipo de elecciones. Las mayores no nos pertenecen. En este contexto, se inscribe la trama que protagonizan Matt Damon (David Norris) y Emily Blunt (Elise). El, un aspirante a congresista americano; ella, una bailarina de carrera con un futuro promisorio. La mesa está servida para el romanticismo y suspenso, a no ser por el destino que tienen los hombre grises para esta desafortunada pareja.

 Así, los amantes serán jaqueados una y otra vez, por un destino extraño que los asedia. Un destino empecinado en separarlos. ¿Podrá la “energía crística” (SIC) —algo así como energía universal cósmica panteísta—, vencer la convicción y voluntad humana del amor? Cuando el lenguaje es esquivo encriptado en el esoterismo de la ficción, todo puede ser. Los amantes de este género literario y fílmico de parabienes.

 Desde el lenguaje cinematográfico, el guión nos remite a las teorías conspirativas más esquivas: desde Matrix, Illuminatis, Reptilianos, Club de Roma o los Anunnaki, El Origen, etc.


Tópicos que así planteados, dejan al film en un plano muy superficial, poco sesudo. “El viejo truco” de los disciplinadores sociales; nos vigilan y no sabemos quién está detrás de todo esta arquitectura panóptica. Hora de plantear otro intríngulis: el del miedo. Un paralizante de la sociedad civil organizada. Algo que sí saben bien los americanos, pero desde la esfera política con la Administración Raegan hasta la fecha.  


“Los hombres de gris”: una interesante vuelta de tuerca a la ficción. Faltó solidez en una historia que naufraga por su inconsistencia.

 

 Desafortunadamente el director Nolfi, va por el impacto emocional por sobre la conceptualización de lo visual y cognitivo. Así mismo hay que destacar la excelente estética fílmica lograda por una conjunción: montajes, planos formidables, y música propiciatoria inteligente. Por nombrar sólo algunos: los planos travelling en el imponente Rockefeller Center, en el estadio deportivo de New York Yankees, etc.

 La ciudad de New York es la vedette de una estética enriquecedora ilimitada. No es fácil lograr una fotografía de tan buena resolución y ponderación. La fotografía de John Toll es exquisita. ¡Fotografía artística para exigentes! Fotografía que salvó la historia de una caía inexorable, pese a los ingentes esfuerzos de los hombres de gris, ahora con sombreros…

 

 Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 3Tribunas.

Puntaje actor protagónico: Matt Damon (David Norris) 5 Tribunas

 

Referencias:

5 Tribunas: excelente/imperdible

4 Tribunas: muy buena

3 Tribunas: correcta - buena

2 Tribunas: regular

1 Tribuna: mala/pésima

 

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