Todas las personas tienen su propio concepto y opinión de lo que sucede en los hechos que ocurren en el mundo que lo circunda y en el que vive.

Sobre cada hecho y cosa que sucede hay una variedad de opiniones e interpretaciones. Hay un enorme abanico de enfoques que obviamente está influenciado por las diferentes situaciones en la que se encuentra el observador.

Es así que influye la circunstancia en que se encuentra, la educación, su estado psíquico emocional, sus necesidades e infinidad de otros factores de diferente naturaleza que seria largo enumerar.

Es en ese sentido, Ortega y Gasset expresó su conocida frase “…que el hombre es él y sus circunstancias”.

También es aplicable el conocida cita del refranero popular “… que hay quien ve la copa semi vacía y otros que la ven semi llena”, de acuerdo al ánimo del observador.

Llevamos estos axiomas y otros del mismo o parecido concepto del refranero popular, al terreno político para tratar de descubrir el porque hay personas que votan o apoyan al actual régimen político encabezado por la presidente Cristina Kirchner.

A mi entender, los partidarios de la presidente pueden dividirse en los siguientes grupos:

1.- Personas que no se interesan en absoluto los temas relacionados a la política y están conformes o se resignan con su actual situación personal.

2.- Personas que no se interesan en absoluto los temas relacionados a la política, no están totalmente conformes con su actual situación personal, pero le temen al cambio.

3.- Personas de alto nivel socio económico, que desprecian, rechazan u odian al actual gobierno por su estilo poco democrático y otras graves connotaciones negativas, pero que la actual situación, les permite hacer importantes y excelentes negocios.

4.- Personas que apoyan a este gobierno porque se encuentra dentro del grupo “amigos del gobierno” y son beneficiados por la situación del “capitalismo de amigos”.

5.- Personas comprendidas en el nivel socio económico más deprimido, que precisamente por su situación, no tienen acceso a los periódicos ni a internet, y solo reciben la información oficial por la TV y la radiodifusión y por ello están captados por la publicidad y propaganda oficial.

6.- Personas comprendidas en el nivel socio económico más deprimido que son beneficiarios de los planes sociales oficiales. (Clientela oficial).

7.- Personas que ocupan o aspiran a cargos estatales, gracias a su relación o acomodo con dirigentes o funcionarios del gobierno.

La gran virtud de un sistema democrático, es cada ciudadano vota a los candidatos que crea que son los que más pueden satisfacer o cubrir sus personales y propias expectativas, sean estas las que fueran.

Apelando a una cita popular “cada uno sabe le aprieta el zapato” y obra en consecuencia en el momento de los comicios.

No obstante dentro de las categorías mencionadas precedentemente, aquellos que tienen un mayor nivel de preparación o de formación intelectual les cabe, en mi modesto entender, una responsabilidad adicional al simple hecho de emitir su voto de acuerdo a su propia conveniencia.

Las personas de estas categorías deberían pensar también en las consecuencias de su voto para con la comunidad en la que vive y para el futuro de su ciudad, provincia y del país.

En el caso de las elecciones primarias que se realizarán el próximo domingo es un caso concreto en donde se debe apreciar concienzudamente a quien se va a votar.

Se debe optar, o por el oficialismo que a mi criterio es la encarnación de la corrupción estatal, casi organizada como una asociación ilícita, un gobierno con numerosos rasgos no democráticos, que atropella permanentemente las leyes y la Constitución, con una economía totalmente distorsionada, con otros innumerables defectos que son bien conocidos y que sería muy extenso enumerar y que arrastra irremediablemente al país a un caos inevitable y con riesgo de estallidos de violencia popular, tal como se están produciendo actualmente en el NOA.

Como contrapartida tenemos una oposición desordenada y dispersa, pero con y dentro del espíritu democrático, que los argentinos deseamos y anhelamos.

 La disyuntiva para hacer corta esta nota, es “La Constitución o el delito”. (1). Sugiero enfáticamente la lectura de ese artículo.

Esta no es una elección más. Es cara o ceca. Es optar por el la soberbia autoritaria o por un verdadera democracia similar a la de los países más desarrollados.

Humildemente para aquellos que puedan, les sugiero pensar un poco en el país y en su futuro.

Alfredo Raúl Weinstabl 

(1) “La Constitución o el delito”. por Santiago Kovadloff Diario“La Nación”. 30-06-11