El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, vive por estos días momentos cruciales en medio de los rumores sobre su alejamiento de la central gremial y la discusión sobre su sucesor, luego de una extensa trayectoria que lo llevó a lo más alto del sindicalismo argentino.
Moyano dio el gran salto en el gremialismo durante el gobierno de Carlos Menem, quien rompió con la tradición peronista al apartar a los sindicatos de los centros de poder.
Las reformas económicas y laborales enmarcadas en el llamado Consenso de Washington forzaron la división de la CGT en sectores afines al menemismo, negociadores y el llamado grupo "rebelde", que confrontó de manera directa con el Gobierno.
En ese último sector, se creó en 1994 bajo la conducción de Moyano el MTA, un movimiento autónomo que en 1997 decidió retirarse de la CGT, liderada en aquel entonces por el titular del sindicato de Alimentación, Rodolfo Daer.
El MTA de Moyano supo contar con el respaldo de la CTA de Víctor de Gennaro en numerosas protestas, entre las que se contaron varias marchas en contra de la política económica y laboral del menemismo y un paro general de 24 horas realizado a cinco meses de haber asumido la Presidencia Fernando de la Rúa.
En marzo de 2000, se formaliza la división institucional de la CGT y, por su oposición a la CGT-Oficial de Daer, el MTA de Moyano se hizo con el título de CGT-Disidente.
En 2004, ya con el ex presidente Néstor Kirchner en el poder y con la CGT aún dividida, Moyano logró que el conglomerado cegetista aceptara su candidatura a la Secretaria General, pero la condición para lograr la esperada unidad sindical fue que el líder camionero compartiera la conducción.
Así, Moyano (que por entonces contaba con el apoyo del gastronómico Luis Barrionuevo) aceptó conformar un triunvirato junto con dos representantes del sector de "Los Gordos": la dirigente de Sanidad Susana Rueda y el líder de la Federación de Trabajadores de Obras Sanitarias, José Luis Lingieri.
"Y ya lo ve, y ya lo ve... hay una sola CGT", fue el cántico que se escuchó en las tribunas del miniestadio Obras Sanitarias cuando Moyano, Rueda y Lingieri anunciaron la re-unificación de la central gremial.
Sin embargo, "Los Gordos" no tardaron en reprocharle a Moyano un estilo de conducción personalista, a medida que el líder camionero sumaba voluntades dentro de la CGT y se convertía en el único dirigente de peso en el triunvirato.
Horas después de haber sido elegido secretario general de la CGT, Moyano visitó la Casa Rosada para transmitirle su apoyo al entonces presidente Néstor Kirchner y comprometerse a participar del lanzamiento de la candidatura a senadora nacional de Cristina Fernández.
Fue en esa reunión donde, además, Moyano consiguió que Kirchner le hiciera un lugar en la lista de diputados a su estrecho colaborador y abogado de la CGT, Héctor Recalde.
Así comenzó una alianza política entre Moyano y Kirchner que consagró al titular de la CGT como una pieza de extrema importancia en el tablero político argentino, especialmente en el marco de las negociaciones paritarias, y que se mantuvo hasta la muerte del ex presidente, el 27 de octubre de 2010.
Durante los últimos días de vida de Kirchner la relación comenzó a tensionarse debido a la resistencia de un sector del PJ al hecho de que Moyano asumiera la presidencia del justicialismo bonaerense ante la convalecencia de su titular, Alberto Balestrini.
Tras la muerte del ex jefe de Estado, la presidenta Cristina Kirchner mantuvo la alianza con Moyano, aunque comenzó a relegar al líder camionero de la estructura política del oficialismo, lo contrario a lo que había hecho su esposo.
En efecto, la Presidenta no le dio a Moyano los lugares que reclamaba en las listas de legisladores de cara a las elecciones primarias del pasado 14 de agosto y el líder camionero comenzó a mostrar diferencias, hasta el punto de amenazar con un paro general a raíz de una causa judicial en la que se vio involucrado por una supuesta cuenta que tendría en Suiza.
Actualmente, tanto en la CGT como en el Gobierno desmienten que la relación entre la Presidenta y Moyano esté deteriorada, pero el líder sindical redujo sus apariciones públicas de apoyo a la administración Kirchner.
(Fuente NA)
Equipo de Política de Tribuna de Periodistas