Qué se puede esperar, si siempre y más que nunca, hoy esta frase está demasiado vigente: “no te quejes de lo que te pasa si lo dejas pasar”
Al no ocuparnos para que efectivamente se realice el cambio, quedan los que sí se manipulan por el poder y el dinero.
La diferencia entre la luz y la oscuridad, está demostrada en que la primera influye en la segunda, no la oscuridad sobre la luz.
Si entramos en una habitación totalmente a oscuras, poblada de maldad, como podría ser una bóveda en el cementerio, podemos poner la luz con una simple vela, mientras que en una habitación iluminada normalmente por la luz natural, no podremos “entrar un poco de oscuridad”. Cuando sacamos la bóveda a la luz, esta se ilumina.
Nosotros, lamentablemente, seguimos con las velas apagadas. Creo que es realmente preocupante lo que nos está pasando, en el momento que me siento frente a una computadora a escribir lo que esta carta de lectores, escucho el hallazgo del cuerpo de la niña Candela Rodríguez, y nosotros, los que estamos indefensos, seguimos igual, lo que agrega mas sombras a mi estado de ánimo.
Los que queremos un país distinto, mejor, más seguro, con menos presencia de la droga, de la trata de personas, del tráfico de órganos, de los secuestros, los robos, los pungas del subte y todo lo que nos está y sigue pasando, qué hacemos. ¿O acaso el aspirar a vivir como “la gente”, será interpretado por el Gobierno como antidemocracia o golpistas furibundos, pagados por los oligopólicos medios?
Sinceramente estoy muy cansado y sobre todo, hastiado de la oposición, de los medios que lo único que hacen es dar las malas noticias, o de los otros “tinellizadores” del espectáculo que intentan hacernos creer que esta todo bien, hasta cuando seguiremos mirando pasar lo que no nos pasa.
A veces siento gran admiración por las lombrices, sí no se rían, son mucho mejores que nosotros los humanos, o menos los argentinos, y realmente me contengo para no clasificarnos con un adjetivo exabrupto.
Las lombrices, limpian la basura, transformando los residuos malolientes y putrefactos en fértiles suelos, nosotros lo único que sabemos hacer es tirar la basura, acumulándola en cementerios ideológicos. De ahí a trabajar por un cambio, que lo haga el otro.
En la filosofía del H´oponopomo, si es que no queremos ocuparnos personalmente de las cosas que nos trastornan, podríamos tal vez encontrar el cambiar nuestros pensamientos, aunque sea eso solamente
Está comprobado y me refiero siempre a la unidad, que cuando las mentes se lo proponen, pueden modificar las circunstancias.
Creo fervientemente que cuando nuestros pensamientos tienen la fuerza necesaria, producen efectos en nuestro cuerpo, en nuestra salud, en nuestra relación con nosotros mismos y con otros.
Pueden también manifestar nuestros deseos, metas y proyectos, los pensamientos operan como co-creadores de nuestra realidad.
En líneas generales, pensamientos saludables crean condiciones físicas saludables, pensamientos armoniosos generan relaciones armoniosas, creencias de prosperidad generan prosperidad.
Ya que nadie se hace cargo de buscar las soluciones, pongamos aunque más no sea, para empezar, nuestra mente a trabajar, hagamos la prueba, tal vez suene ridículo, pero no es así.
En innumerables oportunidades, llame a una unidad de criterios y objetivos, proponiendo este u otro medio de comunicación en red, también me ofrecí a coordinarlas, pero solamente un lector de este medio me contestó.
Considero que este periódico es el medio más importante para lograrlo, convirtamos esta página de inconformes, que vuelcan esa “basura” que tanto daño nos hace, en la tierra fértil del cambio.
Si no lo intentamos, estaremos perdidos. Convirtamos el anunciado “día del fin del mundo” en el día del fin de la podredumbre
Y si no… a joderse, y perdonen el exabrupto.
Walter A. Gazza
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