La última decisión del Juez Luis Carzoglio dejó al descubierto una nueva modalidad que los magistrados aplican en beneficio de los vendedores de drogas y en desmedro de la ley 23.737.
En su última acción jurídica, Carzoglio envió de vuelta a su casa a cuatro vendedoras de drogas, bajo el vericueto legal de la prisión domiciliaria. Las mujeres volvieron a sus domicilios donde acostumbraban a vender drogas al menudeo.
El trabajo policial fue al menos minimizado, dado que el magistrado pareciera haber oficiado de abogado defensor de las imputadas en compañía de la fiscal del caso, sin tener en ningún momento en cuenta los daños que estas mujeres causaron en las familias de sus “clientes”, mostrando claramente cual será a partir de ahora la intervención judicial en estos casos y desalentando la tarea investigativa de las fuerzas de seguridad.
Carzoglio ha quedado bien con Aníbal Fernández, Diana Conti, Victoria Donda y Horacio Verbitsky, quienes opinan que el vendedor minorista de drogas es una persona que está fuera del sistema laboral y encuentra en la venta de drogas la posibilidad de mantener a su familia, tratando de mostrar que quien comercializa sustancias ilícitas al menudeo es, supuestamente, una victima del narcotráfico.
Actividades similares se están llevando adelante en distintos juzgados de
Con el ya famoso “cierre las actuaciones y remita todo al juzgado” se abortan las investigaciones policiales que permitirían avanzar sobre los proveedores de estos vendedores minoristas y por ende desbaratar las bandas que inundan
La batalla contra el narcotráfico está perdida siempre y cuando haya políticos y jueces que garanticen y provean mecanismos legales para que los delincuentes tengan espacio suficiente para evitar la reprimenda jurídica aplicable a estos casos.
Claudio Izaguirre
Presidente Asociación Antidrogas de