A fines de la última dictadura militar, comenzaron los trámites pertinentes para la construcción de la central nuclear Atucha II, la cual produciría el 8% de la energía nacional. Debía estar lista para su funcionamiento en Zárate, provincia de Buenos Aires, para el año 1987. En el 94 se paralizó el proyecto y desde ese momento se ha convertido en la papa caliente de los distintos gobiernos de turno.
Finalmente, hoy quedó inaugurada y se puso en funcionamiento, por lo que a partir del año próximo esa central hidroeléctrica aportará 700 megavatios al sistema interconectado nacional.
Además será la tercera del sistema eléctrico argentino, sumándose a Atucha I (335 megavatios) y Embalse (600 megavatios), que proveen actualmente el 7 por ciento de la energía eléctrica del país.
Una vez que Atucha II entre en funcionamiento, las centrales nucleares pasarán a aportar el 10 por ciento de la energía eléctrica nacional, un aumento necesario para hacer frente a las demandas de la reactivación productiva nacional, según se informó oficialmente.
Detrás de su construcción hubo una larga historia de idas y vueltas ya que comenzó a construirse en 1980, durante la dictadura militar, pero quedó paralizada durante varios años, hasta que en 2006 Néstor Kirchner lanzó el Plan Nuclear Argentino y decidió completar el proyecto.
Para culminar la construcción de Atucha II se invirtieron entre octubre 2006 y agosto de 2011, un total de 10.200 millones de pesos, se informó oficialmente.
En su exposición, Cristina Kirchner recordó que la Argentina fue "el primer país en operar una central nuclear en 1974", durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón, cuando se puso en funcionamiento Atucha I.
A su vez, Cristina ponderó las próximas metas del Gobierno en materia de desarrollo energético, entre las que mencionó "el alargamiento de vida de Embalse de Río Tercero; la construcción de Atucha III y también, la construcción del reactor nuclear CAREM, (en la provincia de Formosa) que ya ha comenzado".
Los países la abandonan, nosotros la inauguramos
Lo cierto es que cada vez son más los países que se suman al abandono de la energía nuclear para generar electricidad.
Según Wikipedia, Suecia fue el primer país donde se propuso (1980) —este país es el 9º país que más energía nuclear consume del mundo—. Siguieron Italia (1987), Bélgica (1999), Alemania (2000) —Alemania es el 4º consumidor mundial de energía nuclear1— y Suiza (2011) y se ha discutido en otros países europeos. Austria, Holanda, Polonia, y España promulgaron leyes que paralizaron la construcción de nuevos reactores nucleares con el objetivo de fortalecer la generación de ener.
Los argumentos para abandonarla van desde riesgos de graves accidentes, generación de residuos nucleares que permanecen radiactivos durante decenas de miles de años, la generación de altas emisiones de radiactividad y CO2, hasta su alto costo económico, generalmente financiado con fondos públicos. Según Greenpeace, “cada KWH producido por energía nuclear es de un costo económico mucho más elevado que cualquier otra fuente energética”.
Accidentes
El suceso de Chernobyl fue el accidente nuclear más grave de la historia, el peor caso en las peores condiciones, tanto humanas, morales, idóneas y técnicas. Las estimaciones de muertes debidas al accidente —principalmente debido a un incremento en la incidencia del cáncer— varían entre las 4000 y las decenas o centenares de miles.
El periodista José Terenzio, explicó en un artículo en marzo pasado sobre el posible riesgo nuclear que puede correr la Argentina.
“El 30 de junio de 1983 la central nuclear de Embalse sufrió un grave incidente que no llegó a descargar material radiactivo al ambiente. Sin embargo se hablo de ‘fallas en el diseño, errores en los documentos y procedimientos, y desaciertos en la organización interna’.
El IRS, que es la oficina de las Naciones Unidas con sede en Austria que centraliza los informes sobre incidentes, dijo que ‘La CNEA, ocultó por tres años en comunicar lo sucedido al IRS y dicho hecho vio la luz la revista Der Spiegel, que tuvo acceso a 250 informes secretos, lo publicó en Alemania en 1987.’
El segundo accidente nuclear argentino fue el ocurrido en el reactor RA-2 el día 23 de septiembre de 1983, al parecer por una grave falla humana y que desencadenó una excursión de potencia en el reactor de investigación denominado RA-2, el cual se encontraba emplazado en el Centro Atómico Constituyentes, una dependencia de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ubicada en el partido de General San Martín. Las personas del lugar (Villa Maipú, San Martín) rememoran que en dicha época murió una cantidad anormal de personas de cáncer, que vivían en las inmediaciones.
Nunca hubo una evaluación oficial al respecto. Hasta el día de la fecha, este ha sido el accidente de mayor gravedad ocurrido en la historia del desarrollo nuclear argentino, con consecuencias letales para el técnico a cargo de los ensayos, además de otras 17 personas, en principio y de manera oficial, fueron afectadas por diferentes niveles de irradiación. Muchos años antes El RA-2 ya estuvo en estado crítico, ello en Julio de 1966.
Es un mito, por ejemplo, que la zona de Embalse Rió Tercero no sea zona sísmica o de actividad sísmica. La central de Embalse en Córdoba está localizada sobre la falla de Santa Rosa, en una región donde ya se han registrado movimientos sísmicos importantes: magnitud 5,5 e intensidad VII en 1947 y magnitud 6,0 e intensidad VIII en el año 1934. La Falla del Frente Occidental de la Sierra Chica se extiende desde Carlos Paz hasta Berrotarán y Elena. Su potencial peligro respecto de la generación sísmica es desconocido. En la región también se encuentra la falla de Las Lagunas, cercana a Sampacho —localidad destruida por un sismo en 1934— que llega hasta Río Cuarto. En conclusión Embalse es sísmico y peligroso y viven en la zona de influencia 4 millones de personas.”
Contaminación
Según el especialista Raúl A. Montenegro, biólogo y presidente de la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), Embalse tiene dos sitios extremadamente peligrosos, uno muy protegido por "barreras de ingeniería", el corazón del reactor, y otro menos protegido estructuralmente, el depósito de combustible nuclear agotado. Allí están depositadas las barras de descarte, altamente radiactivas, que se produjeron durante sus 28 años de operación (1983-2011). Al final de su vida útil estaría acumulando más de 120.000 barras que mantienen su peligrosidad durante 1.000 a 1.500 siglos. La situación en Atucha I es similar.
Montenegro sostiene además que Embalse, por ejemplo, libera al lago tritio 3, zirconio 95, cesio 137 y 134, estroncio 90, cromo 51, niobio 95, cerio 141 y 144, gadolinio 153, Iodo 131, rutenio 106 y 103, cobalto 60, antimonio 125, bario 140, manganeso 54, plata 110 M, zinc 65 y curio 51. El aire, en tanto, recibe tritio 3, xenón 133, xenón 135, kriptón 85, 85 M y 88, niobio 95, zirconio 95, cerio 144, rutenio 103, cerio 141, antimonio 124 y 125, COBALTO 60, hierro 59, plata 110m y Iodo 131. Todos son de riesgo. En Atucha I —donde las principales descargas se vuelcan al río Paraná— la situación es parecida.
“La Argentina tiene sobradas opciones para reemplazar los proyectos nucleares con energías renovables y limpias. El potencial del país en energías como la eólica es enorme y debe ser prioritario su desarrollo para tener un futuro energético sustentable”, lanzó Greenpeace luego del anuncio de la presidenta.
“La energía nuclear no es avance científico y mucho menos lo es Atucha II cuya tecnología y diseño son de la década del ´80.
El Plan Nuclear Argentino, omite instancias de consulta popular y participación ciudadana como son las audiencias públicas. El mensaje que da el Gobierno Nacional es que no le importa la opinión de la gente para avanzar con el desarrollo de una tecnología altamente contaminante, cara y peligrosa como la nuclear. El accidente de Fukushima pasó inadvertido para las autoridades”, indicó la ONG en su sitio web donde propone a través de su sitio web, juntar 10.000 argentinos que en 24 horas le digan “no” al Plan Nuclear que impulsa el Gobierno Nacional.
¿Quién se apunta para Atucha III?
En abril de 2010, el presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, presentó al gobierno argentino la oferta para construir la Central Nuclear Atucha III.
Lo cierto es que el proveedor que presentó la oferta es la misma empresa que desató la mayor catástrofe en la historia de la explotación civil de la energía nuclear: Chernobyl.
La tragedia de Ucrania se produjo por el aumento de la presión en el reactor y la falta de inversión necesaria para su mantenimiento, lo que provocó una liberación de material radiactivo que se estimó en unas 500 veces mayor que la liberada por la bomba atómica de Hiroshima en 1945. Luego de esto, la industria rusa quedó seriamente cuestionada en materia nuclear, por lo que se decidió vender material barato a países poco exigentes y la Argentina pareció el lugar indicado.
Si bien no se siguió informando sobre la presentación de ese proveedor para el levantamiento de Atucha III, Cristina hoy se aventuró sobre su construcción.
Carlos Forte
Twitter: @fortecarlos