No es la primera vez que el kirchnerismo miente en sus spots de campaña, siquiera en esta última. Baste recordar la falacia de mencionar por televisión que “en el año 2003 la Argentina destinaba el 5% de su Producto Bruto Interno a pagar la deuda y solamente el 2% a la educación. Hoy destina el 2% de su PBI a pagar la deuda y el 6,47% a la educación”. Todo en el marco de la difusión de la imagen de Cristina Kirchner de cara al 23 de octubre.
Ahora, el sitio Plazademayo.com, alerta sobre una nueva publicidad, la conocida como “La Fuerza de Cecilia”, donde nos cuenta la situación de una investigadora “repatriada”, quien nos relata “En el año 2002 me fui a Alemania porque conseguí una beca, estaba muy triste…”. Sin embargo, a través de la web del Sistema de Información de Ciencia y Tecnología Argentino, observamos que figura como becaria del CONICET en el período 2002-2007, con una carga horaria semanal de 40 horas y un régimen de Dedicación Exclusiva. Llegado a la misma información, un contador difunde “la respuesta de Cecilia Mendive a su consulta”.
La primera beca por una estadía en Berlín fue a fines de 2002, por unos meses, luego con su director de tesis de CNEA/CONICET organizan más estadías, “hubo idas y venidas, hice cursos de postgrado aquí en Argentina y algunos en Alemania, me case en Argentina”, “recién en el 2007 me establecí formalmente en Alemania”. Considera además que “Es común, muy común y sobretodo enriquecedor, que durante los doctorados se realicen estadías en otros laboratorios. Es más, hay muchas Universidades que contemplan como parte obligatoria del doctorado estadías en el exterior”. La “expatriación”, entonces, no parece haberse dado en 2002 como da a entender la propaganda, sino a mediados de 2007. En 2009 se pone en contacto con la embajada y vuelve “en diciembre de 2010”. Tenemos entonces que expatriación y repatriación se dieron ambos durante el kirchnerismo y en un lapso muy breve.
En la propaganda le llama “amor correspondido” a su regreso, que se da de la mano de una beca postdoctoral. Suena a “amor por conveniencia”, inscribiéndose en la costumbre propagandística K que habla una y otra vez de amor y alegría. ”La Fuerza de la Alegría” es otro de los spots de la campaña, difundido además con la variante de la candidatura a senador del “alegre” Aníbal Fernández. Vale recordar que uno de los publicistas K, Enrique Albistur, fue quien realizó la campaña de Menem en 1989, difundiendo por aquel entonces propagandas en las que afirmaba que “El Peronismo vuelve a enamorar”.
La información de la beca de Cecilia Mendive en el Sistema de Información de Ciencia y Tecnología Argentino estaba disponible en la “web”, allí se podía acceder a los currículos académicos de todos los becarios del CONICET y demás agencias. Llamativamente, en las últimas horas la información dejó de ser pública, aunque por un tiempo podremos observarla en la “caché web de Google” (el buscador almacena temporariamente todas las webs para acelerar las búsquedas).
En el “listado de repatriados” pueden encontrarse muchos casos similares, como el de Adrián Turjanski que se fue en julio de 2005 a EEUU y volvió 3 años después, Juan Facundo Albacete Colombo, de marzo de 2005 a marzo de 2007 realizó un posdoctorado en Italia, Pedro Blendinger quien hizo una especialización postdoctoral compartida entre el CONICET y la Universidad de Missouri (EEUU) y al termino de la misma se “repatrió”, etcétera. Muchos casos de doctorados en colaboración. ¿Cuántos de los llamados “repatriados” no fueron “expatriados” durante el propio kirchnerismo?
Aquí simplemente hemos buscado unos pocos nombres al azar del listado oficial y no paramos de encontrar casos (en parte gracias a esa información que era pública y ya no lo es, pero por ahora sigue en la memoria de Google). ¿Cuántos más se fueron en estos ocho años? No hay información al respecto. 834 científicos repatriados es por lo tanto una cifra ‘bruta’, sin descontar los que se fueron y volvieron en el mismo período, ni considerando tampoco una cantidad desconocida de aquellos que se fueron en estos ocho años y permanecen en el exterior. El ministro Barañao calcula que hay “unos 7000 investigadores afuera”, con lo cual, aún con esas rápidas expatriaciones y repatriaciones (y sus diversas motivaciones), el panorama no se ha revertido realmente.
Para seguir leyendo la nota hacé clic acá
Redacción de Tribuna de Periodistas