Hace unas semanas tuve que hacer un trabajo para el profesorado de historia, que consistía en realizar una entrevista a jóvenes. Y para ello acudí, entre otros, a un grupo de mis queridos ex alumnos de catequesis de Santa María Madre del Pueblo, “mi” legendaria Parroquia, ubicada en el corazón de la Villa 1-11-14, que hoy terminando sus secundarios. Las repuestas de los chicos debieran ser de enseñanza para a la clase política en todos sus ámbitos, tanto municipal, provincial y nacional:
1) Los chicos hablaron de que “ya no se respeta ninguna autoridad en la escuela”.
2) Aseguraron que ven en los docentes una “baja autoestima”, y que creen que es producto de que “tienen que correr de una escuela a otra”.
3) Pero también de que “los pibes se la saben todas, y si roban un celular saben que nadie los puede revisar y si dicen de revisarles el bolso, ellos dicen te voy a hacer perder el laburo”.
4) Están de acuerdo con los beneficios estatales pero aseguran que “cuando éramos pibes, tenías que tener buenas nota, ahora sólo tenés que ir y los pibes no saben aprovechar lo que le dan, porque no se lo ganaron”.
5) Otros chicos, (ya en el conurbano profundo), hablan de hasta haber visto compañeros que sólo van por “el beneficio” (ese es el término que usan) “se tiran en el fondo y no dan bola”. Y un docente, sobre esto, agregó: “yo quiero que vengan todos, pero no somos un depósito; eso no tiene nada que ver con la inclusión”. Resumo al resto de los chicos, por el espacio:
6) La mayoría sabe donde “se vende merca”.
7) Han escuchado de “gente teniendo sexo en la escuela” y;
8) De “banditas con fierros” (pero fuera de la escuela), etc.
9) Otra frase, de una chica, que me quedó muy grabada: “las pibas están aceleradas; hacer las giladas de los tipos no es liberarse, es desubicarse”.
10) Por último, otro chico aseguro que: “muchos creer que disciplina es ser fachero (fascista) y eso es una estupidez”. Y cómo remate otra de las chicas: “la sociedad esta “adolescentizada”, dejen que seamos nosotros, los adolescentes”. Saquen ustedes sus propias conclusiones.
Juan Manuel Duarte
juanmaduarte@yahoo.com