Ubicada en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, la ciudad de Ramallo aún es recordada por el episodio político y policial que ocurrió en los últimos días del menemismo en el poder cuando, el 17 de septiembre de 1999, un intento de robo a la sucursal del Banco Nación en dicha localidad terminó con dos rehenes asesinados cuando la policía disparó 170 veces al auto donde se escapaba Carlos Martínez y sus rehenes. Solo la esposa del gerente del Banco, Flora Lacave, sobrevivió. Martín René Saldaña, otro de los ladrones, que aguardaba dentro de entidad financiera, fue apresado y al día siguiente, en una celda, apareció ahorcado. Pronto se demostró que no se trataba de un suicidio como había señalado la versión oficial.
La Masacre de Ramallo demostró una red de complicidades judiciales, políticas y policiales que desembocó en la renuncia del Ministro de Seguridad de la Provincia, Osvaldo Lorenzo y la disolución del grupo especial de Operaciones (GEO) del Departamento de Paraná, provincia de Entre Ríos.
Pasaron los años y Ramallo intentó volver a ser una ciudad apacible y serena. 11 años después, luego de las elecciones de octubre pasado, en Ramallo, la tensión regresó a sus calles. Acusaciones de fraude, candidatos que dicen haber ganado la elección y un pueblo que no sabe quién lo gobierna. Cuando todo parecía resuelto, un fallo del juez provincial le otorgó la victoria en el escrutinio final al candidato de UDESO luego de ser intervenido el municipio por las irregularidades manifiestas en el proceso electoral.
En Ramallo no hay intendente, sino que hay un comisionado Juan Pablo Álvarez Echagüe, los vecinos están exaltados y se están organizando para marchar por sus calles buscando conocer la verdad y que reviva la constitucionalidad. El candidato a intendente del Frente para la Victoria, Mauro Poletti es actual concejal y, según fuentes de UDESO, ejerce un cargo público en la junta nacional electoral merced a su afinidad con el Ministro del Interior, Florencio Randazzo. La apelación, en las pasadas elecciones de la cámara electoral, no puede dejar de relacionarse con otro caso similar ocurrido en el Partido de Morón donde pidieron la apertura de varias urnas para resolver si ingresaba o no el candidato local del Frente Amplio Progresista, y el del municipio de Alberti. El famoso juez federal, Blanco, con idas y vueltas, negó la apertura de las urnas en los tres casos pues no consideró que hubiese habido irregularidades para así hacerlo. En Alberti, el FPV perdió por solo tres votos ante UDESO pero la Junta Nacional Electoral no coincidió con la medida de Blanco y en las próximas horas, las urnas serán abiertas.
A diferencia de lo ocurrido en Tucumán, con la candidata de la Coalición Cívica, Sandra Manzone, quien pudo demostrar que había sido estafada, aquí los candidatos del Frente Para la Victoria, reclaman la apertura de las urnas. En todos los casos, el sistema electoral pide una revisión urgente y está cuestionado por sus propios candidatos pues, la lista sábana, las boletas tradicionales y el constante robo de las mismas, adulteración de los padrones y votos que se restan y se suman como si se tratase de una lotería, certifican que el sistema está fallando y es hora de innovar. Luego de las elecciones, el candidato Poletti había asegurado que los certificados no coincidían en la suma total del escrutinio. Lo grave del caso es que se trata de un hombre cercano al Ministro Randazzo, símbolo del “novedoso” y “efectivo” supuestamente, sistema electoral argentino.
El candidato del FPV, en forma exclusiva, ante este periodista afirma que: “En la plata 6 urnas se abrirán mañana a las 9 de la mañana. Agrega que “denunciamos el voto de gente fallecida, boletas apócrifas, y que patotearon a los fiscales. La Junta Electoral en su momento rechazó ese pedido, luego apelamos ante la Cámara Electoral y dio lugar”. (…) Por último, el candidato a intendente suena sincero y, ante el comentario de lo llamativo de su denuncia cuando los que suelen decir eso son tildados de locos o, en el mejor de los casos, de malos perdedores, Poletti dice que “Es verdad que siempre son los otros los que denuncian pero este intendente tiene las mismas prácticas que se dice que tenemos nosotros (por el FPV): Hizo votar hasta a los muertos y compró voluntades”.
Luis Gasulla