Ficha técnica:

Título para Latinoamérica: La última noche

Título original: Last Night
Dirección, guión, producción: Massy Tadjedin

Género: Comedia romántica – Apta para mayores de 13 años.

Reparto: Keira Knightley (Joanna), Sam Worthington (Michael), Eva Mendes (Laura), Guillaume Canet (Alex), Griffin Dunne.
Montaje: Esmeralda Calabria.

Montaje: Susan E. Morse.
Fotografía: Peter Deming – Música: Clint Mansell.
Producción: Gaumont, Nick Wechsler Productions.

País: EE.UU. /Francia - Año: 2010- Duración: 90 min.- Estreno Arg.: 8/12/11

 Comedia romántica, digna de recomendar por su adultez y profundidad conceptual. Last Night es la ópera prima de la talentosa guionista y productora iraní-americana, Massy Tadjedin. Su templado pulso nos trae una historia de encuentros/desencuentros; antiguos amores que asedian a la nostalgia en el momento menos pensado.

En New York, el amor de un matrimonio burgués se pondrá a prueba. Una noche en la que el marido, Michael (Sam Worthington) realiza un viaje de negocios con Laura (Eva Mendes), su sensual compañera de trabajo. Al tiempo que su esposa Joanna (Keira Knightley), se encuentra con un antiguo ladero de aventuras, Alex (Guillaume Canet). Ambos, estarán tentados por sus irresistibles acompañantes. Atravesando una interminable noche, el fruto prohibido, será exhibido y deseado. 

 ¿Habrá límites en este el proceso de seducción? ¿Sus respectivas conductas, harán mella en su posterior vida de relación? Jugando con esta consigna, es la propuesta inteligente del intríngulis de Tadjedin. Una novel directora que asoma en el horizonte de Hollywood. ¿Será la Julie Delpy americana? Cierto es, que posee rasgos de la talentosa directora, productora y actriz francesa. De la cual soy ferviente admirador. El tiempo lo dirá…

Un análisis transversal sobre las implicancias del amor posmoderno: la ponderación de las relaciones interpersonales y la revaloración de una semántica que parece obsoleta. Mundos que se disipan y resignifican, merced al confronto de agudos parlamentos que atrapan al espectador.

 La pareja que disfruta del sueño americano se ve jaqueada por las mieles de un pasado que vuelve. Llama a su puerta y todo puede suceder, en el momento menos pensado. ¿Y lo cosechado hasta entonces? Términos como fidelidad, compromiso, contrato social ¡todo puede cambiar!

 Amor, sexo, compromiso e intereses, se cruzan en impecable narración. Un argot de recursos salen a la palestra: el juego de planos y contraplanos (para contar en un mismo tiempo real, las vicisitudes de las dos parejas en pugna). La estética planteada por la directora, nos coloca ante una obra sólida, sin fisuras y bien presentada a los sentidos.

 Es la hora de los intercambios de roles, de la “seducción cruzada”: Joanna, no atiende el celular. Del otro lado su pareja (Michael) —en definitiva, “el juego del gato y el ratón”— que precipita los acontecimientos.

 Tiempo de la inducción musical. El recurso de la música como conector de sentido del film. La composición del lenguaje se nutre de las notas y las frases cristalizadas. Una amalgama singular para entender “el gran relato” de la trama. Una frase (catafórica) de Michael signa todo el metraje. “Sólo porque no estoy de acuerdo contigo, no quiere decir que tenga razón”. Los parlamentos no son vehiculados por violencia narrativa, sino por una lógica que reflexiona en cada escena. Todo un hallazgo positivo.

 Hay “frases cazadoras” dentro del texto que proponen otros temas a explorar. Surgen en su mayoría de los dialogos de los protagonistas. Por ej: Guillaume Canet (Alex) —que corteja a Joanna— sentado cómodamente en un sillón con su amigo. Nos ponen siempre en la disyuntiva. Lo que subyace es el difícil tema de la “elección”. El ser humano debe elegir. Y en la elección siempre hay algo que se pierde. Y ese punto, es el aliado precioso de la nostalgia y el sufrimiento (¿?).

 Para no sobrecargar de angustia a los personajes, una buena idea ha sido la ilustración erótica en la pantalla. Descomprime de angustias al relato: ver a la exquisita Eva Mendes (Laura) en la piscina, seduciendo a Michael, no es agresiva. Está muy cuidada. Una seducción lenta, endulzada y placentera, se yergue ante nuestros ojos. La geografía de la cubano-americana, en la espléndida Manhattan, rebalsan de sensualidad y ¡como!

 Keira Knightley (Joanna): alta dramaturgia en la epidermis de la notable actriz inglesa. Joven, brillante e inteligente, corona una carrera sembrada de pergaminos internacionales.

 Una notable perfomance de Keira Knightley —como broche— para este cuarteto que nos propone repensar el amor de pareja. Las posibles mutaciones del amor. La urgencia y el cambio de roles en una sociedad que necesita replantear sus conductas.

¿Monogamia ingenua o polienamorados? La respuesta, en cada una de nuestras neuronas.

Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 4
Puntaje actor protagónico: Keira Knightley (Joanna) 5 Tribunas

Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima