El dato no es menor y surge de un informe que dio a conocer en las últimas horas el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA). Tiene que ver con el financiamiento del déficit fiscal que lleva adelante
“La solvencia fiscal es condición necesaria para sostener un proceso de desarrollo social. Por eso es preocupante la actitud de las autoridades económicas de anunciar un supuesto superávit fiscal cuando la realidad es que se ha llegado a una situación en que, ni con las apropiaciones sobre
Los datos no mienten: el Ministerio de Economía anunció que el sector público nacional cerró el año 2011 con un superávit de $4.920 millones. Como ocurre desde hace varios años, la declaración se realizó enfatizando que uno de los pilares del modelo económico imperante es la solidez en las cuentas públicas. Más allá de la pertinencia de reconocer la importancia de la sustentabilidad de las finanzas públicas, la realidad que muestran las cifras oficiales, en sentido contrario a lo anunciado, es que hay una gran precariedad fiscal.
Reza IDESA al respecto: “El monto que anuncian las autoridades como ‘superávit’ es el resultado primario, esto es, la diferencia entre ingresos y gastos antes del pago de intereses de deuda pública. La suma que el sector público nacional pagó en intereses en el año 2011 fue de $35.584 millones. Cuando se computa este concepto se llega a un déficit de $30.664 millones. Este monto representa aproximadamente 1,7% del PBI; el mayor desde el año 2002.
Pero lo más importante es que en estos cálculos se consideran como ingresos las transferencias de
· El excedente de
· Desde el Banco Central y otros organismos se transfirieron $12.236 millones.
· Esto significa que, sin los excedentes de
Los datos oficiales delatan —en oposición a los anuncios— un muy severo proceso de deterioro de las cuentas públicas. No sólo que el sector público está lejos del “superávit” declamado, sino que el desequilibrio entre los ingresos genuinos y el gasto público alcanzan a $66 mil millones ó el 3,6% del PBI aproximadamente. Este desequilibrio es asimilable al del año 2001, que, según los datos del Ministerio de Economía, fue de 3,2% del PBI, ó al déficit fiscal de Italia que, en crisis, se estima en 4% del PBI. Para financiar parte de este enorme desequilibrio, desde
Tratar de disimular la insolvencia del sector público con anuncios “optimistas” no es una acción responsable ni sostenible. Pero más cuestionable y preocupante aún es que se llegue a semejante desequilibrio cuando la presión impositiva del sector público nacional ha alcanzado un récord histórico, pasando de un 20% en el año 2002 al 35% en el año 2011. En otras palabras, los ciudadanos nunca pagaron tantos impuestos, sin embargo, el desequilibrio de las cuentas públicas es el más elevado de la última década.
También causan preocupación las formas espurias de financiamiento de este desequilibrio. El excedente de
Finalmente, la consultora se pregunta si estos datos no estarán denotando que tal vez la situación fiscal sea “insostenible”.
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José María González