Una orden estricta de Cristina para Boudou

El silencio del Gobierno tras el accidente ferroviario de Once no fue casual, a juzgar por un llamado telefónico que recibió Amado Boudou horas después de la tragedia. Del otro lado de la línea, según deslizaron a Sin Confirmar fuentes con acceso a la Casa Rosada, estaba nada menos que la presidenta Cristina Kirchner.

Boudou recibió de la Presidenta la orden de no hablar sobre la tragedia, en medio de las denuncias en su contra por una presunta sociedad con el empresario que sacó de la quiebra a la ex imprenta Ciccone Calcográfica y está detrás de una licitación para imprimir billetes, con un contrato de 50 millones de dólares.

En términos que no dejaron lugar a dudas, Cristina Kirchner le ordenó a Boudou evitar las conferencias de prensa por al menos dos semanas, aunque lo autorizó a dar discursos, como el enunciado el 25 último en Yapeyú, donde el funcionario comparó a San Martín con Néstor Kirchner.

La mandataria intentó sacar así a su vicepresidente del centro de cualquier posible polémica como aquella en la que cayó el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, cuando afirmó que si el accidente de Once hubiera ocurrido un feriado la tragedia no habría sido tan grave.

Por eso en su reciente visita a San Juan, un informal Boudou eludió todas las preguntas de los periodistas sobre el caso Ciccone y Once, pero se hizo un lugar para criticar con dureza a ambientalistas, a YPF y a la prensa. Sabía que alguien estaría siguiendo atentamente sus declaraciones.

Con banca propia

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, busca abrirse paso dentro del ajedrez de poder y acaba de poner un pie en el Congreso, a través de un amigo a quien hizo entrar en política hace algunos años: el ex piloto de automovilismo Julio César "Pingüino" Catalán Magni, electo diputado en octubre.

Catalán Magni se reivindica "randazzista" y se jacta de ser uno de los pocos fueguinos de nacimiento que representa a su provincia. Incluso recuerda que le dicen "pingüino" antes de que los "pingüinos" se distinguieran dentro de la fauna política.

Si bien esperaba tener un lugar preponderante en la comisión de Deportes de la Cámara baja, parece que finalmente tendrá un papel importante en un cuerpo que quedó bajo la lupa: el de Transporte.

Contrasentido K

Pasa hasta en las mejores familias. Una escena contradictoria se vivió en el Consejo Escolar de Lomas de Zamora, una de las comunas bonaerenses con mayor peso específico desde lo político, que comanda el intendente kirchnerista Martín Insaurralde y en donde reside el vicegobernador Gabriel Mariotto.

A pesar de haber sido electo primer consejero en la lista del Frente para la Victoria en octubre del año pasado, el flamante presidente del cuerpo local, Raúl Magallanes, debió renunciar presionado por distintos espacios oficialistas y opositores por su presunto vínculo con la última dictadura.

Luego de haber resistido a los pedidos de renuncia, Magallanes debió dar un paso al costado durante una sesión extraordinaria que había sido convocada para tratar su suspensión preventiva hasta que la Justicia dictaminara su participación en la represión ilegal durante 1976 y 1983.

Esa postura había congregado a la mayoría del Consejo Escolar, que incluía a los kirchneristas que responden al mando del diputado provincial y uno de los jefes del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro, y al representante del Frente Transversal, Duilio Quiroga, referenciado en el diputado nacional Edgardo Depetri.

El cuestionado consejero, que encabezó la lista K para representar en el órgano colegiado al oficialismo, prestó servicios en la Policía Bonaerense durante el período oscuro del país, bajo el mando de Ramón Camps y Miguel Etchecolatz. Si bien durante su paso por la gestión municipal —en donde fue encargado de la seguridad del municipio— había sido cuestionado, no pesaban sobre el funcionario denuncias judiciales de su participación dentro del circuito represivo.

Sin embargo, antes de jurar como consejero, se lanzó la campaña “Fuera Magallanes ya”, que incluyó la denuncia de Sara Peretti, una de las Madres de Plaza de Mayo residente en el distrito, en donde identificó al ex policía como uno de sus secuestradores.

“Raúl Magallanes me levantó una tarde de 1978, con un grupo de tareas que integraban junto con Ponce y Bustos, con dos Falcon verdes”, dijo Peretti a la Justicia. Esa afirmación cambió el rumbo de la campaña, que contaba con el respaldo del premio nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, de Nora Cortiñas y del periodista e historiador Osvaldo Bayer, entre otras personalidades.

Con un círculo cada vez más cerrado y que incluía a organizaciones sociales, gremiales y políticas en contra de Magallanes, la renuncia se hizo efectiva. Aunque la amenaza de no iniciar el ciclo lectivo el próximo martes dejó en un camino sin salida al ex policía, que podía complicar el comienzo de las clases.

Hipótesis sciolista

Mientras se esfuerza por mejorar su compleja relación con el vice Gabriel Mariotto, el gobernador Daniel Scioli escucha puertas adentro de su administración voces de distintos funcionarios que le plantean escenarios sobre su futuro político.

Sabido es que Scioli tiene como meta llegar a la Presidencia de la Nación en algún momento de su carrera política. Por eso el surgimiento del proyecto para reformar la Constitución que lanzó el kirchnerismo no cayó bien en su círculo íntimo. Claro: en el fondo, buscaría habilitar a Cristina Kirchner para una eventual re-reelección.

"Hay distintas opiniones, pero la que más cuerpo tiene es que Daniel no va a enfrentar a Cristina. En ese caso, nosotros también buscaríamos una reforma en la Provincia", deslizó a Sin Confirmar un funcionario que suele transitar un reconocido búnker sciolista.

Claro que, por ahora, se trata solamente de una hipótesis de trabajo y "jamás" se lo va a escuchar a Scioli plantearla en público, aclaró el dirigente. Pero que figura entre las alternativas del gobernador bonaerense, no tengan dudas.

NA