“Quiero decirles que el día viernes, en mi carácter de Presidenta, he dirigido una carta al titular de la Cruz Roja para que interceda y disponga la identificación los argentinos e ingleses caídos", aseguró Cristina Kirchner al encabezar en Ushuaia el acto central por el aniversario número 30 del inicio del conflicto bélico con Gran Bretaña por las Islas Malvinas.
El dato sonó interesante por demás; sin embargo, no es tarea de la Cruz Roja, ni realizar la identificación de los restos, ni interceder ante Gran Bretaña para ello.
Por otro lado, el mismo reclamo ya venía siendo motorizado por el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) de La Plata, a los que se sumaron veteranos de Corrientes y Chaco.
La semana pasada, el CECIM pidió la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense a efectos de lograr el mismo fin y ya obtuvieron el visto bueno del ministro de Justicia, Julio Alak, quien apoyó la causa.
Otro antecedente: en 2008, el diputado Nacional Luciano Fabris (UCR-Chaco) reclamó e instó al Poder Ejecutivo de la Nación a declarar de interés nacional la identificación de los soldados caídos en combate durante el conflicto bélico.
"Ya en 2007 mediante un Proyecto de Ley, el 1867-D-07, que vengo bregando por la individualización de los compatriotas difuntos en tierras isleñas, pero pareciera que éstos temas no son de mucho interés del Gobierno Nacional", había expresado el mencionado legislador a Data Chaco al momento de exponer su reclamo.
Para Fabris, el trabajo debía estar en manos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), reconocido mundialmente por su capacidad y rigor científico en identificación de cadáveres. “Sin ir más lejos lo demostró en el reconocimiento de cuerpos sin identidad, víctimas de la última dictadura militar”.
Hay que recordar que la mayoría de los muertos argentinos en Malvinas están sin identificar a raíz de varias razones, desde el mal manejo de los procedimientos hasta circunstancias propias del combate.
Debe recordarse que en marzo de 1991, se logró la autorización para realizar el primer viaje de los familiares a las Islas. En esa oportunidad viajaron 381 personas, coordinadas por el Comité Internacional de la Cruz Roja. Allí, muchas familias se encontraron con numerosas tumbas sin nombre.
En el cementerio de Darwin se encuentran 237 nichos de soldados y oficiales argentinos, de los cuales sólo 101 de ellas fueron identificados y el resto permanece bajo la inscripción “Soldado argentino sólo conocido por Dios.”
Finalizada la guerra, las tropas británicas que ocupaban las Islas, supervisadas por el Comité Internacional de la Cruz Roja, trasladaron los cuerpos de los soldados argentinos desde los lugares de combate hasta un paraje cercano a Darwin, a poco más de 80 kilómetros de Puerto Argentino, que luego se transformaría en cementerio.
La solución posible
Hace años que los familiares de los caídos vienen solicitando el desenterramiento de los cuerpos con el objetivo de que los expertos puedan tomar muestras de los cadáveres y así avanzar hacia su posterior identificación.
Para esto no es necesaria la repatriación de los cadáveres, sino la simple extracción de los materiales genéticos en el cementerio de Darwin de la mano del equipo calificado.
La semana pasada, César Trejo, miembro de la Comisión Cascos Blancos del Gobierno Nacional y apoderado de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, expresó a NA a este respecto que antes que se realice cualquier actividad es necesario "que se consulte a todos los familiares, porque hay familias que no quieren la identificación porque saben que sus seres queridos están sepultados en Darwin". Trejo pidió que no se transforme todo en un "festival de huesos".
Más claro, echarle agua... del Océano Atlántico.
Eliana Toro
Twitter: @toroeliana