Es sabida la molestia que causa en el Ejecutivo nacional la buena imagen que tiene en la actualidad Daniel Scioli de cara a las elecciones de 2015. Codo a codo, el gobernador bonaerense disputa su liderazgo con Mauricio Macri y la propia presidenta Cristina Fernández.
También es sabida la importancia que tienen las columnas del escriba Horacio Verbitsky todos los domingos en Página/12. Fiel reflejo del pensamiento oficial y preludio de las avanzadas kirchneristas.
En el espacio editorial del domingo pasado, Verbitsky aporta un dato que, entre la vorágine de la agenda mediática, parece haber pasado desapercibido. Allí entabla la virtual “re-re” de Cristina. Todo un símbolo noventista en las letras de quien supo combatir desde el cuarto poder la corrupción de esa década.
Allí, el “ministro sin cartera” plantea lo que seguramente en este momento desvela a la mesa chica K. Si en las elecciones legislativas de 2013 el oficialismo mantiene su mayoría, pasaría airosa la modificación de la Constitución para habilitar un tercer mandato de la jefa de Estado. Ese que varios funcionarios se han encargado de negar. Si esto no llegara a suceder y el oficialismo pierde la mayoría lograda en octubre de 2011, Cristina deberá afrontar algo que le ha costado arduamente durante estos cinco años: delegar el poder y formar otro líder al frente del kirchnerismo que no sea ella misma. Hasta que el affaire Ciccone irrumpió en la agenda, a pocas semanas de la asunción de la fórmula ganadora, ese líder a instituir era indiscutiblemente Amado Boudou.
“En octubre de 2011, el kirchnerismo obtuvo también una cómoda mayoría en ambas cámaras del Congreso. Si repitiera en 2013 esos resultados, rondaría los dos tercios de la Asamblea Legislativa, que le permitirían habilitar una tercera candidatura de CFK”, deja abierto Verbitsky.
“De lo contrario, el gobierno debería pensar en alternativas. Una de ellas es Boudou: su ausencia de militancia previa en el justicialismo, su falta de cualquier estructura territorial u organizativa de apoyo y el hecho de que como miembro del Poder Ejecutivo podría aspirar a un solo mandato presidencial, lo tornan el único hipotético candidato en torno del cual no podría armarse un nuevo proyecto político distinto del kirchnerismo”, afirma y aclara: “Anular esa hipótesis es vital para el proyecto Scioli 2015.” Permitiendo entrever una posible operación política del gobernador para ralear la figura del heredero del trono K.
Sin embargo, tal vez sea oportuno dar vuelta la última oración de Verbitsky: anular la hipótesis Scioli 2015, es vital para el proyecto de Boudou.
Eliana Toro
Twitter: @toroeliana