Sr. Director: viendo un capitulo de Graduados, el personaje de Mex Urtizberea (Tuca) se quejaba porque no podía dejar de decir solo la verdad. Les pedía a sus amigos que le dijeran que tenía que decir y que tenía que callar para no ocasionar problemas, tanto para él como para las personas que quería, ya que la verdad dicha de frente genera conflictos.
Por otro lado, escuchaba a Norma Aleandro hablar de su vida en el programa ”Tiene la palabra” del 13 y al final de este le alababan su coherencia en la vida, haciendo y diciendo siempre lo que pensaba.
Entre estos dos casos, uno de ficción y otro de la vida real, me llenó de satisfacción ver que la gente valora la verdad, pero no como pose ante la vida, sino como estilo de vida.
Este estilo de vida es el camino más difícil, pero es el correcto. Nos pueden hacer sentir que estamos equivocados por manifestar nuestras ideas y convicciones, pero si somos coherentes con ellas, en nuestro estilo de vida, al final, nos valoran.
Esto viene a cuento del relato incoherente que nos quieren imponer quienes hoy, (y solo por hoy), detentan el poder de la comunicación.
Un relato que no soporta archivos.
Un relato basado en incoherencias.
Quienes estamos convencidos de nuestro proceder no debemos tener miedo de mantenernos en este camino.
¿Es difícil?
Si, hoy más que nunca.
Los números no pueden hacer que nos dobleguemos.
Si estamos perdiendo 54 a 46 no debemos abandonar, porque con solo dos triples, si pensamos que estamos jugando un partido de básquet, pasamos al frente y podremos imponernos.
Quienes sientan, como yo lo siento, debemos unirnos para hacer frente a este régimen que solo busca la sumisión de los que piensan diferente. Quienes pensamos diferente debemos mantenernos más alertas que nunca, porque como nunca este régimen está asustado.
Digo que están asustados porque organizan un acto en un predio cerrado (Vélez) para mostrar que son la alegría de la mayoría.
Si así fuera, este acto no debería haber existido porque las mayorías satisfechas no necesitan actos.
Hicieron un acto festejando una tropelía, usando una idea que todos compartimos, una encerrona a la oposición que no se animó o no tuvo la prensa necesaria para demostrar que quienes la llevan a cabo no lo hacen con el criterio y la bonomía que expresan.
Quienes piensan como yo, saben que este festejo solo sirve para beneficiar a quienes están hoy en el poder, pero no tienen en cuenta a nosotros los simples ciudadanos, que como siempre terminaremos pagando, más temprano que tarde, mientras ellos (todos millonarios) esquivan el padecer de la inflación, el aislamiento del mundo, y demás consecuencias de estos actos demagógicos.
Tratemos de juntarnos, nosotros los 46, para mostrar que el 54 fue.
Saludos cordiales.
Daniel Valenzuela
danorva@hotmail.com.ar