El ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, quedó detenido hoy acusado de asociación ilícita y lavado de dinero al desviar fondos originalmente destinados para la construcción de viviendas sociales.
La sorpresiva detención fue ordenada por el juez Norberto Oyarbide en el marco de la declaración indagatoria de Schoklender, indicaron fuentes judiciales a Noticias Argentinas.
Según precisaron las fuentes consultadas, a Schoklender le leyeron la imputación e inmediatamente le comunicaron que quedaba detenido. ¿Tuvo algo que ver la embestida del fiscal Jorge Di Lello en la decisión de Oyarbide?
Hay quienes sospechan que sí, sobre todo si se tiene en cuenta que a través de su cuenta de Twitter, Tribuna de Periodistas anticipó a las 12.30 hs que la detención ocurriría. La fuente que lo transmitió a este medio, aseguró que una cosa intentaba tapar a la otra.
Trascendió también que Oyarbide estaría librando órdenes de detención para otros imputados, entre ellos su hermano Pablo.
¿Qué sabe Schoklender?
Sergio Schoklender sabe mucho más de lo que ha trascendido hasta ahora. Existieron advertencias y denuncias no escuchadas por los grandes medios de comunicación y por el poder judicial y político, previo al escándalo de sobreprecios en las obras públicas y manejos espurios.
“La precarización laboral y el doble discurso imperante en los obradores de la Misión, confirman que Schoklender era el brazo ejecutor de un sistema que lo había posicionado en un importante lugar de decisión. Pero no estaba solo. La Fundación presidida por Hebe de Bonafini aceptó y estuvo dispuesta a apoyar los pasos efectuados, en ese sentido, por su ex apoderado y la estructura que montó con la complicidad del gobierno de turno”, contó en su momento el periodista Luis Gasulla en Tribuna de Periodistas.
Está claro que las obras en la Fundación, como gran parte de la obra pública en la Argentina, es una inmensa pantalla. Existen pero sobredimensionadas. Se hacen pero en cuotas. Se inauguran aunque una y otra vez. Y, fundamentalmente, se desvían fondos para esa gran caja donde todos aportan para financiar campañas políticas.
El modus operandi se vincula con otros sonados casos de corrupción durante esta década, como la llamada “mafia de los medicamentos”.
La eventual caída de Sergio Schoklender, es una de las grandes preguntas sin respuesta, tal vez se entendería de la misma manera en que terminaron algunos de los implicados en la causa de los medicamentos adulterados. “Se pasó de vivo”, “una mexicaneada” y “el destino”.
Schoklender nunca leyó el futuro del país sin Néstor Kirchner y con Cristina Fernández. En soledad, se terminó la fiesta o, al menos, las valijas dejaron de volar por un tiempo.
Equipo de Actualidad de Tribuna de Periodistas