El pasado 20 de junio, se dio un pequeño paso a la reivindicación histórica. El hecho se dio en General Pinto, provincia de Buenos Aires, cuando cambió el nombre de la calle Julio A. Roca por la de “Pueblos Originarios”.
El acto contó con la participación de representantes de comunidades mapuches; los escritores Osvaldo Bayer y Marcelo Valko y vecinos de localidades aledañas.
Hugo Silveira, de la comunidad mapuche de Rojas; y Oscar Farías, de la comunidad mapuche Nahuel Payún, de Junín se mostraron emocionados de que el simple hecho de renombrar una calle signifique un paso más a la tolerancia y la reivindicación. “Es un orgullo poder estar en una sociedad que se vislumbra tolerante, esa misma que los antiguos gobiernos y fuerzas no tuvieron con nosotros”, indicó.
El intendente de General Pinto, Alexis Guerrera, aseguró que: “Los pueblos originarios han sido castigados, ocultados, olvidados, invisibilizados, perseguidos y diezmados durante toda nuestra historia. Y entendemos que quien ha ejercido gran parte de ese genocidio, de esa matanza, no es digno de llevar su nombre en una calle de nuestro pueblo”.
En el mes de abril fue cuando se realizó la votación en el Concejo Deliberante. Nueve integrantes del FPV votaron por el cambio de nombre de la calle, los dos del PRO y el único integrante de la UCR, votaron en contra.
Según el último informe sobre criminalización de la protesta, desde el año 2001 a 2012, y sobre un total de 2238 casos de criminalizados por sector de pertenencia, los sectores a los que se ha apuntado con más fuerza son el sindical (31,6%) y el de pueblos originarios (31,4%).
Acorde a ese estudio, los conflictos que expresan la lucha por los derechos más elementales son aquellos a los que —principalmente el gobierno kircherista— no ha dado respuesta, y sobre los que ha descargado con mayor crudeza su política de persecución y criminalización.
Equipo de Actualidad de Tribuna de Periodistas