Ficha técnica:
Título para Latinoamérica: El Dictador.
Título original: The Dictator.
Dirección: Larry Charles.
Guión: Sacha Baron Cohen, Alec Berg, David Mandel y Jeff Schaffer.
Género: Comedia - Apta para mayores de 16 años.
Reparto: Sacha Baron Cohen (almirante general Aladeen), Anna Faris (Zoey), Ben Kingsley (Tamir), Jason Mantzoukas (Nadal), Megan Fox, John C. Reilly, Aasif Mandvi (Doctor), Chris Elliott (Sr. Ogden).
Producción: Sacha Baron Cohen, Alec Berg, David Mandel, Scott Rudin, Jeff Schaffer, Todd Schulman y Anthony Hines.
Distribuidora: Paramount Pictures – Montaje: Greg Hayden y Eric Kissack.
Música: Erran Baron Cohen - Fotografía: Lawrence Sher.
País: EE.UU. - Año: 2012 - Duración: 83 min. – Estreno Argentina: 19-07-2012
El actor, humorista y escritor Sacha Baron Cohen vuelve al ruedo cinematográfico fiel a su estilo: provocador, inteligente e incisivo. En clave de comedia irreverente, una sátira de las dictaduras islámicas con reminiscencias de Borat (2006) y Brüno (2009); al tiempo de una maduración personal y narrativa de un guión, que captura y divierte.
El Dictador cuenta la historia de un tirano que hace todo lo humanamente posible para que los vientos de la democracia no lleguen a su remoto país del estado norteafricano de Wadiya. El Almirante General Aladeen (Sacha Baron Cohen), líder y dictador a perpetuidad que nada en petróleo y posee una abultada billetera que compra voluntades por doquier. Ejerce el poder supremo, desde los seis años de edad, tras la muerte de su padre. Un regente (primero), luego asesor político, su tío Tamir (Ben Kingsley), encargado de la policía y la seguridad del Estado. Es el confidente del dictador, su hombre más cercano, será quien a pesar de todo le juegue una mala pasada.
Aladeen, es un enemigo confeso de la cultura occidental. Nadal —Jason Mantzoukas, su amigo personal— a la sazón inspector del Consejo de Seguridad, en sus instalaciones secretas, prepara un armamento de destrucción masiva. Pero los sucesivos intentos por darle muerte al soberano, hacen que el líder de Wadiya viaje a Estados Unidos, con el propósito de aquietar las aguas a causa de su programa bélico en curso.
Tamir convence a Aladeen de dicho viaje. La cuestión se dirime en las Naciones Unidas. En el gran país del norte, el dictador y su séquito no son bien recibidos. En la tierra de “la libertad”, Aladeen podrá rehacer sus fuerzas y culminar con su tesis de teoría política: “democracia / dictadura, no son esencialmente antagónicas”. (¿?)
Los mejores tramos del film, se inscriben a partir de la estadía del dictador por las calles Nueva York. Allí interactúa con un grupo de activistas que odian su persona. Aladeen pasa desapercibido. No bien llega a EE.UU. es raptado y colocan en su lugar a un doble. Ahora tratará por todos los medios de recuperar su trono. Y en el intento, el espectador podrá disfrutar del humor satírico, del grotesco, de un “sainete político” hecho a medida de inteligencias escépticas: ¿qué más se puede pedir?
Indudablemente, la formación universitaria “ad hoc”, imprimió en Sacha Baron Cohen, una visión más analítica de los procesos sociales, económicos y políticos.
Graduado en Historia, en
Baron Cohen (protagonista, guionista y productor del film), nos brinda una magnífica lección de teoría y filosofía política. Nada más impactante que la comunicación desde el humor. Descomprime tensiones, abre neuronas anquilosadas. El cineasta nos hace pensar a la intemperie. A estar preparado entonces.
Una muestra de cómo conceptualiza: “en la democracia o en la dictadura el poder termina siendo el mismo. La lógica de los negocios y las finanzas está en todas partes por igual. El poder no tiene moral. El fin último del poder es su reproducción. De ahí su contradicción, de colocarlo en términos democráticos como un ente benévolo redentor en las democracias y endemoniarlo en las dictaduras”. Observe la conclusión del relato y responda: ¿el dictador se hace democrático o el capitalismo perdió su cordura?
En síntesis: la “antropología Cohen” y su lenguaje cinematográfico, es la filmación de las contradicciones humanas y su reproducción. La afirmación sobre la democracia y la dictadura, es una observación de estas contradicciones. Una cosa es lo que uno cree que es, y otra muy distinta, lo que es en realidad. Con la democracia, se hacen cosas nada democráticas, y con las dictaduras, se construye más desarrollo sustentable, que la primera. Aunque parezca “muy disparatado”, tómese el tiempo. El tiempo del Dictador.
Sacha Baron Cohen (Almirante General Aladeen): un relato político que cuestiona el sentido último de la democracia.
Gustavo Contarelli
Puntaje del film: 4 Tribunas
Puntaje actor protagónico: Sacha Baron Cohen (General Aladeen) 5 Tribunas
Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima
yo paso.
Muy buena y divertida, la vi hace unos dias y es recomendable. Aunque el final es medio flojo, es una satira y tiene mucho de las ironias de las dictaduras. Por ejemplo, en un momento es capturado y lo van a torturar supuestamente, a cada cosa que le muestra el torturador, el dictador le dice el origen y porque ya esta desactualizado dicho aparato.
El personaje del dictador manejaba conceptos muy profundos de como se maneja la política en las más altas esferas y revela cuánta hipocresía se maneja en esos círculos, lo malo que para captar ese mensaje hay que abstraerse un poco de ese humor "demasiado juvenil".