Ficha técnica:

Título para Latinoamérica: Los tres chiflados.

Título original: The Three Stooges. 

Dirección: Bobby Farrelly y Peter Farrelly.

Guión: Bobby Farrelly, Peter Farrelly y Mike Cerrone.

Género: Comedia - Apta para mayores de 13 años.

Reparto: Chris Diamantopoulos (Moe), Sean Hayes (Larry), Will Sasso (Curly), Richard Jenkins, Jane Lynch, Sofía Vergara, Jennifer Hudson, Craig Bierko.

Producción: Bobby Farrelly, Peter Farrelly, Bradley Thomas, Charles B. Wessler.

Distribuidora: Hispano Foxfilm – Edición: Sam Seig.

Música: John Debney - Fotografía: Matthew F. Leonetti ASC.

País: EE.UU. - Año: 2012 - Duración: 93 min. – Estreno Argentina: 19-07-2012

 De la mano de los hermanos Farrelly (Bobby y Peter), una remake distinta del trío cómico más popular de la historia de cine y TV. En una emotiva versión libre, regresan las desventuras de Moe, Larry y Curly.

 Allende quedó el blanco y negro de los 190 cortos titulados originalmente The Three Stooges que estrenó la Columbia Pictures entre 1934 y 1958, los cuales, luego de la pantalla grande, pasaron a la TV. Con una duración aproximada de 15 a 20 minutos, se hicieron famosos por sus cortometrajes, donde cultivaron un humor físico de alto impacto, y en el juego de apuestas. El género slapchop los tuvo como adalid a escala universal.

 A lo largo de su historia, Los tres chiflados han interactuado en política nacional e internacional. Contaron sus historias en: la Segunda Guerra Mundial (confrontando con Hitler); en la Guerra Fría; en la conquista lunar; en La Revolución Industrial, y los avances de la ciencia y tecnología los tuvo como aliados. Los tópicos han sido “universales”, como su desenfadada comicidad.

 The Three Stooges (2012) rescata lo mejor de aquella mística fílmica. La esencia de los protagónicos es la misma. La imitación está muy bien lograda. El guión, hoy como ayer, es naif. La mímesis es asombrosa. La diferencia estriba en la ubicación en tiempo, espacio y el color. La historia es contada en presente, y eso puede causar rechazo a primera vista. Los “puristas” o fanáticos del afamado clan cómico pondrán el acento en este ítem. Pese a todo, la estética del film es original.

 La disyuntiva con que tendrán que lidiar los hermanos Farrelly (los directores del film) es el tiempo (largometraje) y los temas de las historias (no universales, sino domésticos). La violencia desprendida de los gags, física-verbal-surrealista, da de bruces con la dramaturgia a futuro. La idea basal del trío humorístico siempre ha sido el sketch corto, con remate bien alto. Querer extenderlo jugará siempre en su contra.

 La película inicia su rodaje y la historia se despunta: abandonados en la puerta del orfanato de la Hermanas de la Misericordia (fundado en 1934), Moe (Chris Diamantopoulos), Larry (Sean Hayes) y Curly (Will Sasso), crecieron entre “piquetes” de ojos, bofetadas, y un arsenal de gestos violentos, que hacen el deleite del hospicio. Aunque algunas monjas lo querrían ver lejos de allí. Gracias a ellos, el hogar, está a punto de quebrar. Deben levantar una hipoteca que los asedia. Buscarán el dinero a cualquier costo para que su querido hogar (que alberga a muchos niños), pueda seguir funcionando. Así se ven involucrados en una extraña trama de un crimen. De ese episodio, salta Moe a protagonizar un reality show de TV. Es visto como todo un fenómeno social por su disparatado comportamiento.

 El guión está dividido en tres actos: episodio I, II y III. Nos retrotrae a la impronta clásica de los años treinta. La dupla de directores nos recuerda que estamos (siempre) en los umbrales del homenaje al trío cómico. Una gran idea por cierto. Cultores de escenas donde se “pone siempre el cuerpo”, el humor somático lleva aparejado una crítica social. Por peso propio, se han ganado un espacio en la historia del entretenimiento televisivo y fílmico.

 Una remake de una leyenda como The Three Stooges, es siempre peligrosa y perturbadora, por relacionársela inevitablemente con su original histórico. Está la posición inclaudicable de puristas que no verán con buen ojo esta versión, y la de los modernistas cinéfilos, que sostienen con alegría estos históricos, con las mieles de la tecnología de los dos mil. Más allá de posturas en pugna, el divertimento está servido para grandes y chicos. Con la inocencia de siempre, aunque el texto resuma momentos más picarescos (véase la deliciosa niña Kate Upton o la voluptuosa Sofía Vergara).

 Rescato una escena para explicar lo expuesto: cuando los talentosos cómicos están dando de comer a un delfín, y “obturan” —sin querer— el orificio por el cual respiran, se ven obligados a practicarle “la maniobra de Heimlich” (desobstrucción de vía aérea superior, comúnmente llamada “el abrazo del oso”; es la compresión abdominal), salvan al delfín y crean una situación (remate) hilarante aguda. ¡Genial, combinan lo clásico y lo moderno en segundos!

 Una mención especial a los actores que interpretan a Los tres chiflados. La capacidad manifiesta de buscar no sólo la mímesis de los históricos, sino de ponerle valor agregado actoral. Rescato a Sasso (Curly) —dicho sea de paso, el protagonista con mayor reconocimiento popular a través de los años—, poniendo blanco sobre negro que no son una mera copia. Es una recreación libre de un mito viviente. Un “benchmarking cinematográfico”. Lo cual no es poco.

Los tres chiflados: en la dinámica del mundo actual. Su humor es atemporal. Deja espacio para la sensualidad de la fémina Kate Upton, que en traje de baño hipnotiza a los chiflados del humor universal.

Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 3 Tribunas
Puntaje actor protagónico: Will Sasso (Curly) 5 Tribunas

Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima