“La economía argentina empieza, de a poco, a ganar velocidad. Tras un primer semestre frío, afectado por la menor demanda externa (de Europa y Brasil, principalmente), las trabas a las importaciones y el cerrojo al dólar, los indicadores reales comienzan a mostrar una tibia reacción”. Así da comienzo un reciente informe de consultora Analytica.
Allí, se muestra un panorama optimista sobre la base de que “la industria ya no cae como hace dos meses, la construcción parece haber tocado un piso y el consumo se recupera, en especial en bienes no durables (alimentos y bebidas)”.
Según el mismo documento, en adelante los altos precios de la soja, con primeros números favorables de la futura cosecha y un Brasil algo más dinámico permiten proyectar, aun en forma muy preliminar, un crecimiento de entre 3 y 4% para 2013.
Sin embargo, se destaca la necesidad de bajar la inflación. “Hacerlo no es costoso socialmente ni demasiado complejo desde lo económico. 20-25% de inflación estable y controlada al año no parece una barrera infranqueable. Pero no saltar esta barrera generará costos crecientes”, según Analytica.
Según puede verse en el gráfico que ilustra esta nota, la inconsistencia entre salarios, inflación y tipo de cambio es cada vez mayor. “Una reducción gradual de los aumentos de precios no es posible sin atacar las expectativas, la inercia, la indexación de facto de los contratos. Y para eso es preciso, como paso inicial, volver a tener un único índice de precios que actúe de coordinador, de guía de conductas”, recomienda el informe.
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Equipo de Economía de Tribuna de Periodistas