Por primera vez, después de las escandalosas acusaciones oficiales contra el medio santacruceño OPI Santa Cruz, arribó la Presidenta a esa ciudad en un inusual operativo de seguridad para evitar el “espionaje” de ese medio, que hace más de siete años sigue los pasos de la familia K.
Según contó OPI, la mandataria arribó al aeropuerto local, con normalidad, solo que esta vez, tomando todas las precauciones necesarias para evitar el trabajo periodístico del reportero gráfico.
“Tenido en cuenta que nos han acusado de hacer ‘espionaje’, podemos decir entonces que las medidas adoptadas por la presidencia, fueron de ‘contra-espionaje’. Solo faltó el Agente 86, pero en su lugar convocaron a una veintena de efectivos de la PSA”, señaló el sitio.
Luego del inédito informe que emitió C5N, donde se acusó a OPI de estar haciendo seguimiento ilegal a Cristina Fernández solo por cubrir sus visitas a esa ciudad, los medios de Santa Cruz se colmaron de expectativa cuando se conoció que la mandataria estaba por arriba,r y por saber cómo iban a reaccionar los hombres de la Presidenta.
Acorde a la información de OPI, previo a la llegada de la mandataria, el aeropuerto Piloto Fernández, fue prácticamente cercado por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, notándose una ausencia absoluta de policías de la provincia.
Una cinta se extendió a lo largo del sector por el que normalmente se desplaza el auto que lleva a la Presidenta, y se reservó un sector mínima para la prensa, especialmente elegido y ubicado en una de las cabeceras de la playa de estacionamiento, de manera que el edificio de la aerostación impedía ver el playón de embarque.
Desde el momento en que el avión tocó pista, hasta que la Presidenta se retiró del área y no se habilitó el paso de autos particulares a la aerostación.
Alrededor de 12 efectivos de la PSA y un número de custodios presidenciales mayor a lo habitual, evitaron que cualquier acercamiento al perímetro de la pista, especialmente el lugar de enfoque utilizado el día viernes 30 de agosto, cuando la máquina presidencial sufrió una avería que le impidió despegar.
Finalmente, a las 18:20, el T-01 aterrizó y de él descendieron Cristina, la Ministra Alicia Kirchner, el agente inmobiliario Osvaldo “Bochi” San Felicce (tapándose la cara para ocultarse de los fotógrafos) y el médico presidencial, Dr. Luis Buonomo.