Cada vez más personas consumen información a través de Internet, no es novedoso mencionarlo. A medida que pasan los años, muchos van migrando sus preferencias del papel al formato digital, lo cual está provocando que muchos medios tradicionales deban "mudarse o morir" ante este fenómeno.
A su vez, empiezan a hacerse jóvenes-adultos los denominados "nativos digitales", aquellas personas que nacieron al mismo tiempo que lo hizo Internet. Ellos han crecido a la vera del uso de las computadoras, los celulares y otros elementos tecnológicos. Ergo, la información que consumen no proviene ya del papel sino de la web.
La mayoría de los medios entendieron lo que esto significa y comenzaron a mudar sus contenidos a Internet, al tiempo que nuevos portales de información iniciaron sus actividades directamente en ese formato. El público, agradecido: cuanta mayor diversidad, mayor democracia informativa.
Sin embargo, una cuestión quedó pendiente y aún hoy genera incomodidad en quienes dirigen esos sitios: ¿Es rentable trabajar a través de la web?
Para responder a esa pregunta, hay que descartar el caso de los medios que utilizan los ingresos que tienen a través de otro tipo de actividades para compensar las pérdidas que les proporciona desempeñarse “on line”. También deben dejar de tenerse en cuenta los sitios de noticias cuyo mayor fuente de ingreso proviene de hacer operaciones de prensa de diversa índole.
Si se analizan solo los medios que viven de la pauta publicitaria legítima, hay una veintena de pequeños y medianos medios que hoy pueden jactarse de ganar dinero por el servicio que brindan. Respecto a los grandes medios, solo hay dos: diarios Clarín y La Nación. Ambos desbordan de publicidad en sus portales y admiten públicamente ser superavitarios en sus balances.
Luego, los demás portales trabajan a pérdida, lo cual no les quita mérito —todo lo contrario— a la hora de brindar sus servicios. Perfil.com es uno de los casos más curiosos, ya que se trata de uno de los sitios más leídos, pero que no logra traducir sus visitas en publicidad concreta.
Hay también diarios como Tiempo Argentino y Página/12 cuyos ingresos sí superan a sus pérdidas, pero esto se debe a la pauta que perciben por parte del Estado, la cual opera como una virtual "operación de prensa" permanente a favor del Gobierno. Sin esos fondos, ninguno de esos periódicos existiría hoy. Ergo, no pueden tenerse en cuenta.
Detrás de la publicidad
A mediados/fines de los años 90, cuando comenzaron a volcarse a Internet, los medios no tuvieron en cuenta el factor "ingresos". Todo lo que publicaban en papel, lo replicaban en la web. Era obvio que, más temprano que tarde, ello les jugaría en contra. ¿Quién pagaría por leer información a la que puede acceder gratuitamente desde la comodidad de su casa?
Ello representó el primer gran problema para los medios, lo cual se resolvió medianamente para algunos pocos que supieron ser canalizadores de esta nueva forma de pautar publicidad. Nacieron entonces nuevas empresas, especializadas en comercializar espacios en la web, de una manera totalmente diferente a la tradicional.
Los grandes medios pudieron entonces amoldarse a la nueva realidad, pero ¿qué pasó con los medianos y pequeños? Muchos debieron cerrar sus virtuales oficinas y otros decidieron trabajar a pérdida, mientras siguen buscando la fórmula del éxito que no aparece.
Más allá de los mencionados casos de Clarín y La Nación, unos pocos hoy pueden decir que tienen ingresos superiores a sus egresos. Podría decirse que Tribuna de Periodistas es uno de ellos (1), lo cual da esperanzas a otros medios a la hora de buscar salir del atolladero.
¿Cómo es la publicidad de nuestro sitio? Se divide mayormente en tres categorías:
1-Pauta directa: se trata de anunciantes que han acordado con los representantes comerciales de TDP sin intermediarios. Algunos de ellos son Banco Galicia, Café Mokka, eLibro, Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, Municipalidad de Morón, y otros. Los banners (carteles) de esas publicidades se pueden ver en la página de Tribuna.
2-Pauta a través de agencias de publicidad: este portal tiene un acuerdo firmado con la firma Next Experience, a través del cual percibe un 60% de los ingresos que esa firma consigue para TDP.
3-Ad Sense de Google: son anuncios que pauta la megafirma Google y que permiten ser insertos en sitios de Internet que esa empresa considere meritorios. Se pagan en dólares y, en sitios con mucho tráfico como TDP, se puede colectar buen dinero.
A la publicidad mencionada, hay que agregar el aporte voluntario que algunos lectores hacen para ayudar a sostener el sitio. Es parte de nuestro programa de "socios", que da "beneficios extra" a aquellos que ayudan "dinerariamente".
Tres aclaraciones deben hacerse antes de ilusionarse con estos datos:
Primero: las pautas publicitarias suelen ser temporales, lo cual da cierta “incerteza” a las proyecciones financieras de mediano y largo plazo de los medios.
Segundo: quien quiera vivir de sus servicios debe ganarse cierto prestigio —amén de tener mucho tráfico y visitantes diarios— antes de ser beneficiario de la confianza de quienes anuncian. Este portal lleva diez años de vida, de los cuales, los primeros fueron "a pulmón". Recién en el año 2005, comenzaron los primeros llamados de empresas que querían anunciar (2).
Tercero: TDP podría tener mucha más publicidad, si no fuera porque exige a sus anunciantes total independencia en su trabajo. Quienes no lo entendieron, duraron muy poco en la portada del sitio con sus banners.
Si tienen en cuenta esos requisitos, si trabajan con responsabilidad y esfuerzo, aquellos que quieran hacer rentable su trabajo pueden hacerlo sin mayores dificultades.
Hay muchas más opciones y herramientas para trabajar en ese sentido, pero no son del conocimiento de estos periodistas, ni del uso de TDP, por lo cual no se mencionan.
Solo se quiso exponer una realidad desconocida por la sociedad y que pone en jaque a algunos medios colegas que hoy se ven asfixiados por la falta de recursos. Ojalá que lo aquí publicado pueda ayudar de alguna manera a revertir esa situación.
Christian Sanz y Carlos Forte
(1) Hay que tener en cuenta que TDP tiene un cuerpo de 10 periodistas, 8 colaboradores, dos webmasters, un corrector, un ombudsman, dos editores, un jefe de Redacción, una editora de Género y un director periodístico. Su plantel puede verse aquí.
(2) Otra cuestión a tener en cuenta es la originalidad. La mayoría de los sitios de información son calcados entre sí, con pocas notas de autor y muchos artículos de agencias de noticias. Eso desalienta a los anunciantes.