Queridos hijos míos: he venido a pedirles un favor, hoy necesito de uds, hoy soy yo, su madre la que los necesita, todavía tengo mucho por enseñarles, no he podido transmitirles todos mis consejos y mi sabiduría. Tengo mucho para darles. No me hagan a un lado, no desestimen mis palabras. Denme tiempo y con paciencia verán que juntos podemos lograr muchas cosas todavía.
Me duelen las entrañas al verlos, tan solos, tan desamparados, tan llenos de rabia y sin esperanzas.
Fui concebida para llenarlos de paz, armonía, y sobre todo libertad. Para que crecieran unidos y felices respetándose los unos a los otros, donde cada uno pudiera ser quien quisiera, decir lo que pensara y defenderse de los embates lógicos de la vida, juntos.
Mis padres me crearon a fuerza de sacrificios, con la convicción de un mundo mejor, donde todos fuésemos libres, responsables, honestos y creyéramos en el bien común.
Hoy al verlos así, desesperanzados, temerosos, sin rumbo y cometiendo muchos errores, debo pedirles que hoy más que nunca crean en mí, que me den una oportunidad para demostrarles que mi experiencia y mis años no son en vano.
Algunos de uds, han caído en manos de la codicia, de la ambición , del odio y la mentira, para uds tengo mi perdón de madre pero también mi castigo justo y bien estipulado, como todo padre que se precie, debe saber cuándo perdonar y cuando poner un castigo.
Otros parecieran simples espectadores, temerosos por lo que sucede, van perdiendo sus esperanzas y van dejándose llevar por la amargura y la soledad. Para uds les tengo un consejo, no se asusten, que bajo mis alas estarán protegidos y cubiertos, nada les sucederá si en mí confían.
Para los que guardan optimismo y se llenan de valentía les digo, que no bajen los brazos, porque no los defraudaré. Aquí estoy firme y estoica llenas de fuerzas que me dan uds con su confianza y su respeto. Con su perseverancia y su lealtad. No los defraudaré hijos míos, sigan por el camino de la paz y la constancia. Respétense unos a otros y protejan a los más necesitados como buenos hermanos que son.
Es muy triste ver a hermanos contra hermanos, divididos por el odio y la desesperanza.
Perdonen hijos míos no he podido transmitirles, que el odio y la lucha de hermano contra hermano siempre trae más dolor.
Quiero verlos unidos, hermanados, en paz y felices.
Quiero ver a mis hijos creando y creyendo en un Verdadero País
Sólo les pido me respeten y me den su apoyo, confíen en mí que mis palabras hoy más que nunca tienen vigencia y merecen respeto.
Los amo.
Atte: su madre. La Constitución.
Rosana Vera
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