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Ficha técnica
Título para Latinoamérica: Infancia clandestina.
Título original: Infancia clandestina.
Dirección:Benjamín Ávila.
Guión: Benjamín Ávila, MarceloMüller.
Género: Drama- Apta para mayores de 13 años.
Reparto: Natalia Oreiro, Ernesto Alterio, César Troncoso, Teo Gutiérrez Romero, Violeta Palukas, Cristina Banegas.
Productor: Luis Puenzo.
Distribuidora: Distribution Company – Sonido: Fernando Soldevila.
Música: Pedro Onetto y Marca Roca- Fotografía:Iván Gierasinchuk.
País: Argentina, España, Brasil- Año: 2012 - Duración: 110min. – Estreno Argentina: 20-9-2012.
Largometraje que plantea la visión de un alumno de escuela primaria sobre el activismo político de sus padres. Los duros años setenta, la dictadura militar y una familia de montoneros interpelada por su niño, que desea una vida acorde a su edad. No es un panegírico de alabanzas de ninguna posición política: ni de militares, ni del grupo guerrillero. No se revindica políticamente nada, sólo las aspiraciones de un pequeño escolar que decodifica a su edad (12 años), su circunstancia histórica y trata de entender.
Juan (Teo Gutiérrez), su hermano (bebé), sus padres (Natalia Oreiro y César Troncoso), transitan la violencia política de 1976. Es una historia de militantes revolucionarios, de los problemas familiares cotidianos y de amor adolescente. Son momentos de grandes contrapuntos, donde hay instantes de felicidad, de angustia y la muerte que toca a la puerta.
Todo es posible, todo puede ocurrir al escuchar la sirena de los patrulleros policiales /militares.
La felicidad —según el líder montonero Daniel (Troncoso)— no es un derecho inherente del ser, tampoco un estado, sino se adquiere con la lucha por el poder. Hay una idolatría del medio elegido (la lucha armada). Su mujer, Charo, subalterna primero, “pareja” después es la encargada de sellar ese contrapunto. Para “normalizar” el entramado familiar, emerge la grata presencia del tío Beto (Ernesto Alterio), ese tío que todos quisiéramos tener: compinche de Juan, disfrutamos de los deliciosos parlamentos tío-sobrino, donde alecciona desde su humanidad a Juan. Su primera novia, las pulsiones sexuales, la escolaridad, la amistad, el deber. Para Beto, primero se es persona —con lo que ello implica— y por último, el político revolucionario. Los valores (el bien, el mal, la amistad, etc.), el la principal búsqueda del sujeto. La política es una circunstancia. No es un dogmático como su hermano Daniel y los otros. Alterio, nos brinda una clase de dramaturgia y comedia. Para paladares exigentes.
Rescato la escena “metafórica” del maní con chocolate. Donde la excusa de la noble golosina sirve de apertura al vínculo tío-sobrino. El maní se coloca en la boca, se deja ablandar con la saliva, se lleva a oclusión con los molares y se traga. Es todo un trabajo. Así se debe tratar a una verdadera mujer. Los rostros —en montaje paralelos— de Juan y su tío Beto acompañando el relato, son conmovedores. Una escena de relevancia poética y digna de imitar metodológicamente. El maní con chocolate es una “imagen cristalizada” que atraviesa todo el metraje. De principio a fin. Es la metáfora de la vida y de la muerte.
En ese escenario, Juan se enamora de María, su compañera de colegio. En el vínculo, lo más granado del guión cinematográfico. El director, Benjamín Ávila (Nietos, identidad y memoria, 2004 - Documental), utiliza el recurso gráfico de la animación y los dibujos para rodar las escenas de violencia explícita. Con ello descomprime el relato y calma al espectador. No busca golpes bajos; al contrario, el discurso está por encima de la acción armada. El guión está bien cuidado cronológicamente. Inicia con el intento de asesinato de la familia montonera en 1975 por parte de la Triple A, y una elipsis nos remite a 1979.
Las capas de sentidos del guión se orientan siempre como un cuento: inicio, desarrollo y conclusión. En pleno paroxismo deportivo post Mundial 78, los protagonistas regresan de su exilio en Brasil y Cuba. En la denominada “contraofensiva” armada de la organización montoneros, la dinámica de esta familia es la del belicismo itinerante. Juan acepta esta contingencia, pero luego va mutando de posición al compás de su enamoramiento estudiantil.
La trama plantea la tensión permanente entre el compromiso ideológico (dogmático, siempre) y la vida de relación de los protagónicos. Hay que poner atención mayúscula en los “reparos dialógicos”. En los parlamentos de confrontación: dogma (ideológicos) vs. ética secular (universal), la mejor conceptualización de este film. Por caso, la discusión madre de guerrillera (Cristina Banegas) con su hija (Natalia Oreiro). El dogma de la revolución para alcanzar la liberación, colisiona con la verdad de Perogrullo, que no hay liberación posible, si se está muerto.
El film está producido por Luis Puenzo, ganador del Oscar por La historia oficial (1985).Infancia clandestina se articula con la anterior en tiempos y sentidos. La obra de Benjamín Ávila es vinculante. Está basada en la propia realidad de su realizador, hijo de madre desaparecida en la dictadura.
En conclusión, Infancia Clandestina, no revindica ningún concepto del pasado oscuro de nuestra triste historiasetentista. Simplemente, es la narración desde los ojos de Juan, un estudiante primario de 12 años, que ve lo que otros por su obstinación no pueden concebir. No hay “precarga” ideológica en el relato y en su clausura. Ni dictaduras, ni guerrillas y menos integrados. Es “la fotografía” de un adolescente, que incomoda y asedia a los adultos.
Gustavo Contarelli
Puntaje actor protagónico: Ernesto Alterio, 5 Tribunas
Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta – buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima