En los momentos más importantes del país siempre hay un 50% o una gran mayoría de la población la que decide por el bienestar de la nación.
Para evitar herir sentimientos peronistas voy a tomar desde el 76 en adelante.
Previo al golpe militar del 76 el país vivía una gran anarquía y una inflación creciente con una Presidenta que dejaba mucho que desear. La gente esperaba un cambio. Si bien los militares no fueron elegidos por el pueblo, sino que tomaron el gobierno por la fuerza, el pueblo argentino le brindó amplio apoyo. Todavía pueden escucharse residuos de aquel apoyo masivo, sobre todo en los más grandes. Se pueden escuchar frases como, “Con los militares podías salir a la calle sin miedo”, o, “Si llevabas documento y pelo corto no tenías problemas”, etc.
Este masivo apoyo se vio en el mundial del 78, cuando la multitud aclamaba al dictador Videla en el estadio de River y una Plaza de Mayo llena al grito de “Videla corazón”. Luego, también en el 82 llenando la plaza y aplaudiendo al dictador por la guerra de Malvinas. Como se puede notar, llenar una plaza no es signo de buenas decisiones por parte del pueblo… Esto lo digo porque a los seguidores K y a la misma Presidenta les gusta jugar con el tema de la plaza llena.
En 1983, tras la llegada de la democracia y con casi el 52% de los votos a favor de Alfonsín, más precisamente en octubre 30, la gente llenó nuevamente la Plaza de Mayo. Esa gran mayoría vuelve a decidir los destinos de la nación.
En 1989, en las primarias, la formula Menem-Duhalde ganó por el 53% y luego gano con el 48% en las nacionales. Esa gran mayoría fue la que llevo al sillón de Rivadavia al personaje más desastroso de los 90.
En 1995, ya con la experiencia vivida con “el turco”, el 5%0 decidió volver a darle su apoyo. El 14 de mayo de ese año, Menem ganó con casi el 50%, y digo casi porque fue con el 49,94%. Repitiendo errores anteriores, la mayoría del pueblo le dijo “Quedate unos años más”.
En 1999, más precisamente en octubre, el 50% estuvo de acuerdo con la Alianza y dieron su apoyo a De La Rúa. Fue así como ganó con el 48,37% ante un Duhalde de solo el 38%. Sin lugar a dudas, la mayoría de los votantes sabe lo que hace… ¿Se entendió la ironía?
En 2003 las aguas del 50% se dividieron entre Menem y Néstor Kirchner. Menem con un 24,45% y Kirchner con un 22,24%. Como ven casi el 50%. ¿Y por qué los juntó? Sus ideologías eran las mismas, Néstor Kirchner era un hombre de Menem en los 90, apoyó a Duhalde en su candidatura del 99 y fue llevado de la mano de Duhalde en 2003 a elecciones presidenciales. También por nexo, Duhalde era hombre de Menem, lo acompañó en las elecciones del 89, etc. Y ahí podemos ver ese 50% indeciso entre dos amores de los 90.
Si la formula era Menem-Kirchner o Kirchner-Menem, o Menem-Duhalde o Duhalde Menem, ganaban por el 50% sin lugar a dudas. ¿Ustedes creen que si Kirchner no estaba de la mano de Duhalde la gente lo votaba? Ese 22% que votó a Néstor, lo hizo porque Duhalde lo llevaba de la mano. Esa gente que eligió a Menem y a Duhalde (Néstor) fueron los mismos que en 95 y 90 votaron al neoliberalismo. Como ven, ese 50% neoliberal estuvo presente en las elecciones del 2003.
Luego, en 2007, tenemos a una Cristina Kirchner ganando por un 45%. Sí, “la gran mayoría” de la que ellos tanto hablan, esa misma que quizás apoyó a Menem y a De La Rúa.
Bueno, qué podemos decir de 2011. Ya todos sabemos de ese 54% que tanto arenga tener el gobierno K.
Por eso es que quería dejar en claro que no porque la mayoría vote a un candidato, quiere decir que es bueno para el pueblo.
¿El pueblo argentino sabe elegir? Un rotundo “no”. Si no, repacemos la historia argentina. Siempre nos sigue la sombra de esa mitad que decide por el país y que hasta ahora solo ha demostrado que se guía por emociones. Ese 50% que le gusta el discurso demagogo y que incurre siempre en la mala praxis de elegir gobernante.
Juan Manuel
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