Julio Alak insiste en su avance sobre el Poder Judicial de la Nación, contrariando el artículo 109 de la Constitución Nacional, que reza que el Poder Ejecutivo "en ningún caso puede ejercer funciones judiciales". Es clara la Carta Magna respecto a la independencia de poderes que parece desconocer el Ministro de Justicia en su desesperación por agradar a Cristina Kirchner y desguazar al grupo Clarín.
En este caso, Alak anticipó que recurrirá a los tribunales para avanzar contra jueces de primera y segunda instancia que, según él, han sido designados ilegalmente y que hoy aparecen peligrosos en torno a la resolución de un artículo de la Ley de Medios. Si es así, si existen jueces ímprobos, ¿por qué no se los recusó a lo largo de los últimos nueve años?
La obsesión que demuestra el Gobierno en torno al cercano 7 de diciembre, ha llego a las más altas esferas de la Justicia. En tal sentido, la Corte Suprema de Justicia citó para hoy a los integrantes del Consejo de la Magistratura, a fin de intentar encontrar una salida del conflicto. Alak asegura que fue el Gobierno el que pidió esa reunión, pero no es cierto: ha sido el máximo tribunal el que se mostró interesado por intervenir, motivado por el incesante avance sobre el Poder Judicial.
¿Qué debe resolverse? ¿Qué ocurre con el artículo 161 de la ley de Medios? En realidad, el problema está en la designación de jueces al frente del juzgado Civil 1, que interviene en la causa y que mantiene ocupados tanto al Gobierno como a sectores de la oposición.
Es grave lo que ocurre en estas horas, ya que el kirchnerismo insiste en desconocer la autonomía de los magistrados que deben dar su veredicto. ¿Cómo puede trabajar y razonar con mesura un juez, cualquiera que fuere, ante la intervención permanente de un Ministro de Justicia que no cesa de amenazar ese cuerpo?
Hay mucho nerviosismo en estos momentos, está claro que el 7 de diciembre las cosas no saldrán como pretende Cristina Kirchner respecto al fallo Clarín. Si así fuera, sus funcionarios no cometerían tantos errores al mismo tiempo... y en tan poco tiempo.
Carlos Forte
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