El 8N (8 de noviembre de 2012) el pueblo podrá expresar su protesta en forma directa e incontrovertible.
No estará representado por ningún político ni intermediario, cada uno llevará su cacerola, cartel o solo sus palmas, para reclamar al gobierno mayor seguridad, mejor educación y para que terminen los abusos de poder y la mentira cuyo estandarte sostiene el INDEC de la mano de Moreno y la Presidente, la virtual corrosión diaria del dinero, el desembozado accionar del narcotráfico, o la corrupción rampante del gobierno, que ya es conocida por el pueblo y que obra en numerosos expedientes de innumerables causas judiciales que por ahora hacen la plancha en una mar cada vez más agitada y, por sobre todo, la creciente pérdida de libertad.
El pueblo es arreado como rebaño por funcionarios de segunda o tercera línea, por ejemplo cuando dicen “que ahora el gobierno prefiere que vacacionemos en el país”, o que debemos ahorrar en pesos, ignorando olímpicamente que la pesificación solo es posible cuando nuestro signo no se deprecie, y que eso no se consigue por decreto. “Es la economía estúpido”. Una economía sana, se desarrolla y mantiene con la confianza de todos sus participantes, con reglas de juego claras, cumplibles por todas las partes, lo que incluye al Estado que no puede emitir dinero (sin respaldo), por ejemplo, para pagar deudas. Por si lo ha olvidado la Presidente, responsable de todas las ofensas inferidas al pueblo, ella es mandataria, merced al mandato del pueblo, por lo tanto debiera empezar a pensar que no puede seguir mordiendo la mano de su amo.
En esta pseudo democracia que tenemos, el mandato que debe emanar del pueblo, no existe, y se elige entre varios males el menor, en el mejor de los casos en función de vagas promesas que luego no se cumplen, o de acuerdo al carisma del postulante.
Los funcionarios electos, cuando asumen, se convierten en nuestros tiránicos amos. Para hablar con ellos es necesario recurrir al tráfico de influencias, si tienes la posibilidad de hacerlo. En otras épocas, el gobierno podía ser preguntado sobre diversos tópicos por el periodismo, en este gobierno, y en general en todos los gobiernos populistas, no se efectúan conferencias de prensa por el riesgo de las preguntas y repreguntas que evitan la construcción del “relato” (cuento chino). El resto es propaganda y cadena nacional.
CFK, aduce que ella le comunica al pueblo las cosas importantes por ese medio, lo que implica que no hace falta la conferencia de prensa, aún cuando pueda mentir, como lo hizo en USA, y que fue vista por todo el país, cuando dijo entre otras mentiras, que la inflación de dos dígitos (25%) no es real, por cuanto habría hecho estallar en pedazos al país. La propaganda ha sido fundamental para este gobierno, para mantener el engaño que consiguió el 54% de los votos en el 2011. Y a esa propaganda, para engañarnos y, también para escrachar a enemigos políticos, la pagamos entre todos con el dinero de los impuestos, y es una de las herramientas principales del “futbol para todos”.
Por tales razones, y otras muchas que no es dable detallar aquí, la experiencia que se obtenga en el uso de las redes sociales para la convocatoria al 8N y, utilizando los medios de que brinda internet, el pueblo debe organizarse en células de no más de 10 personas y debatir en qué condiciones queremos vivir. Para intervenir en estos círculos, solo debemos tener sentido común y estar inscriptos en el padrón electoral o tener la edad y requisitos que establece la ley. En estos círculos, no podrá haber quien dirija, solo un moderador, que puede convertirse en líder si tiene las condiciones y el círculo lo acepta. No habrá restricciones en los temas abordables, desde problemas municipales hasta nacionales e internacionales (en cuanto a la postura de la nación). El sistema para debatir y analizar los problemas, existe y puede ser también debatido, antes de comenzar.
Qué clase de seguridad queremos, si queremos estas leyes laxas y permisivas, dónde se privilegia al delincuente, lo que deviene en reincidentes de oficio que entran y salen constantemente de presidio, violadores seriales que hasta que se inicia el juicio están libres y muchas veces conviviendo con sus víctimas, o delincuentes extranjeros que han decidido venir a delinquir en la Argentina porque las leyes aquí son más benignas. Y como este ejemplo (la seguridad) otros de no menor importancia, que permitan a cada célula llegar a conclusiones fundamentales y que luego sean elevadas conformando una o dos corrientes de opinión para convertirlas en mandatos que luego sean ejecutados por los candidatos, sin poder apartarse de ellos, y siempre dentro del marco constitucional. Y de esta forma terminar con la dictadura política a que nos someten los partidos políticos, estaríamos alcanzando la verdadera democracia, donde el pueblo es el que decide. Debiéramos desarrollar esta idea, que nos hará libres y soberanos por primera vez, luego de 200 años de desencuentros y engaños.
Braulio Quevedo
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