Se escuchan numerosos reclamos de la gente que está cansada de ver a nuestros gobernantes sin vocación de servicio al pueblo, que no responden al rol de mandatarios o representantes para el que fueron elegidos, que sólo vemos como resultado de su gestión negocios personales hechos a costa del estado, corrupción, impunidad, utilización del poder para fines propios y partidarios, etc.
La protesta no está de más en cuanto a manifestación de repudio a la corrupción de los gobernantes, pero hay algo que deberemos entender si no queremos quedar enredados en la telaraña que nos presenta esta situación, y es que un reclamo sirve si nos basamos en la hipótesis de un gobierno que está equivocado de buena fe en su rumbo o desatiende algún aspecto en forma no intencional. Es decir, como un aviso a nuestros gobernantes para que cambien algo que no están haciendo bien.
En este caso, en la actualidad argentina, no se da tal hipótesis, sino que el gobierno está haciendo perfectamente lo que tiene el objetivo de hacer, y sabe bien lo que hace y lo que no, aquí no hay equivocaciones. Se trata de gente corrupta, que no está tomando un rumbo equivocado, sino que está tomando el rumbo que perfectamente, a conciencia y detalladamente planificado se puso como objetivo.
De la misma manera que el ladrón que nos acaba de asaltar no va a devolver lo robado, dejar de robar y entregarse a la Justicia porque se lo pidamos, amablemente, enérgicamente o como sea; este gobierno corrupto no va a cambiar su rumbo por los reclamos de la gente honesta, y esto es algo que tenemos que tener claro.
No creo que sea en vano la protesta para hacernos escuchar los que todavía queremos un país en que la honestidad, la formación, el trabajo y la ética sean valores deseados, en lugar de este modelo actual de corrupción que, por si fuera poco, hoy además persigue a quienes pretenden ir por otro camino en la vida, pero hay ciertos obstáculos que debemos vencer si queremos cambiar algo de forma democrática.
En primer lugar, debemos lograr que personas capacitadas y honestas tengan la posibilidad de postularse, cosa que veo bastante difícil en esta realidad política, ya que es el mismo sistema de partidos políticos el que se encarga de que una persona así no llegue a nada entre sus filas, ya que arruinaría el negocio de muchos.
En segundo lugar, deberíamos controlar fuertemente que no exista fraude electoral para manipular los números, como ocurre en la actualidad en numerosos ámbitos controlados por el poder.
Por último, deberíamos lograr que la gente tenga la capacidad suficiente para analizar y entender acabadamente lo que pasa y elegir de manera correcta, escapando a la manipulación que en abuso del poder ejerce el gobierno actual. Esto especialmente fue bastante desalentado sistemáticamente por años con el claro objetivo de engañar al pueblo, tanto por el gobierno actual como por anteriores gobiernos de similares características. Quizás esto es lo que vea más difícil de revertir hoy día lamentablemente.
Aún así, si llegara a gobernar una persona capaz y honesta, cuáles serían sus reales posibilidades en medio de un contexto de gente corrupta desplazada dispuesta a todo, cómo ya lo han demostrado en otras oportunidades, para hacer caer a quien sea, de la forma que sea, para recuperar sus posiciones de poder?
No tengo la fórmula de la solución a estas cuestionas planteadas, pero entiendo que el camino se empieza a recorrer desde la recuperación de los valores éticos por parte de la sociedad, pese a la dedicación de la clase gobernante para que esto no ocurra, ya que es contrario a su idiosincrasia y propios intereses.
En resumen, creo que hay que reflexionar sobre estos temas, porque si nos quedamos solamente con el hecho de ejercer el derecho a peticionar a las autoridades que nos reconoce como ciudadanos la Constitución Nacional, previsto esto para un caso de gobiernos que pudieran dar alguna respuesta por estar interesados en respetar el mandato de la gente, y no para un gobierno corrupto que no tiene la más mínima intención en seguir ese camino, de nada servirán nuestras protestas y quedaremos por años repitiendo un inocente reclamo que nunca va a ser oído.
Roberto Vieu
robertovieu@hotmail.com