El presidente argentino Néstor Carlos Kirchner sigue elevando sus apuestas para
confrontar con todo aquello que entiende pueda complicar la marcha de su
proyecto político. En principio, y sin un mayor nivel de análisis, eso
es aceptable desde el punto de la interna partidaria aunque cuestionable desde
su condición de jefe máximo del Estado. Él
es incapaz de permitir que sean sus funcionarios -ministros y secretarios
de Estado- los que intervengan y actúen en las cuestiones donde el Gobierno
debe ejercer el poder delegado por la ciudadanía. Para lo cual han sido
nombrados y que todos pagamos sus desmedidos sueldos y demás gastos
colaterales.
Los discursos de carácter proselitista y que deberían estar reservados
a los actos políticos necesarios para llegar en mejores condiciones a las
elecciones legislativas del próximo octubre no deberían ser realizados en los
espacios y sitios reservados a la institución “Poder Ejecutivo Nacional”. O
sea la casa de gobierno. La Casa Rosada. Al ser así no podemos aceptar que se
nos quiera hacer creer que el presidente quiere protegernos y cuidarnos a todos,
sencillamente porque no todos somos de su partido y pertenencia política.
Nosotros no somos los culpables que la anunciada y trabajada mediáticamente
“transversalidad kirchnerista” allá muerto antes de nacer; y ahora veamos
como escandalosamente los peronistas -en todas sus variopintas procedencias-
vuelven a amontonarse detrás de Kirchner que los recibe con los brazos
abiertos, como ayer lo hicieron Carlos Saúl Menem y Eduardo Alberto Duhalde.
El presidente ha llegado a un extremo preocupante cuando en un acto
institucional, convocado para que niños carenciados recibieran guardapolvos
como dádiva de un Estado siempre ausente y abandónico, hace boicoteras
convocatorias de barricada en lugar de aplicar la ley como corresponde en un
estado de derecho.
Negocios petroleros
Ahora la nueva cruzada presidencial es el llamado a un “boicot
nacional” contra la multinacional holandesa e inglesa del negocio del petróleo
y los hidrocarburos, Shell, que modificó sus precios sin justificación alguna.
Un país que pretende ser serio aplica políticas activas y correctivas desde el
Estado, evita emitir tristes y lamentables pedidos de boicot de neto corte mesiánico,
proselitista y autoritario. Tampoco el Gobierno debería preparar
anticipadamente, adiestrar, convocar y seguramente remunerar a los dirigentes de
movimientos de desocupados afines al Gobierno, los que actúan solamente ante
las órdenes recibidas desde los despachos del poder para ir a realizar
escraches a las estaciones de servicio en nombre de los consumidores, los cuales
los han dejado solos en la movilización.
Realmente dar gracias a Dios, como lo hizo el primer mandatario, porque
las extranjeras Repsol YPF y Petrobras Energía S.A. no realizaron aumentos es
un desconocimiento total del mercado y negocio del petróleo. Éstas realizan día
a día transferencias de riquezas al exterior no gracias a Dios sino a las
consecuencias económicas de la década de la entrega infame y vaciadora de
Menem. Perpetrada en los años 90 en que él por entonces gobernador de Santa
Cruz, el mismísimo Kirchner, fue uno de los tantos que acompañaron
fervientemente la decisión de la privatización de YPF Sociedad del Estado,
contribuyó a la sanción de las leyes necesarias para la entrega del patrimonio
nacional y aunque ahora se haga el distraído sentía idolatría por Domingo
Felipe Cavallo. O acaso nos debemos
olvidar también de que Oscar Isidro José Parrilli fue el miembro informante
del menemismo en el Congreso Nacional para realizar la privatización de YPF y
que en la actualidad es secretario General de la presidencia de la Nación
Argentina.
Un ejemplo de los efectos de las privatizaciones es la rentabilidad de
Repsol YPF al comprobar que los resultados operativos obtenidos en los años
2003 y 2004 alcanzaron 3.860 y 4.547 millones de euros respectivamente -magnitud
equivalente a 185.000.000 de subsidios de desempleo de los Planes Jefas y Jefes
de Hogar, o dicho de otra forma hubieran permitido que los mismos ascendieran a
770 pesos mensuales frente a los 150 pesos pagados-. Para comprender mejor
veamos lo que informa la misma empresa Repsol YPF: “Datos más relevantes del
cuarto trimestre de 2004: El
resultado neto ajustado alcanzó 786 millones de euros, lo que
supone un incremento del 27,6% frente al cuarto trimestre de 2003. El resultado
operativo alcanzó los 1.227 millones de euros, lo que representa un incremento
del 44,0% respecto del cuarto trimestre de 2003. En el trimestre se ha producido
una generación de caja de 1.573 millones de euros, un 68,2% superior al del
mismo trimestre de 2003”, “Se anunció proponer a la próxima Junta de
Accionistas el pago de un dividendo total correspondiente al ejercicio 2004 de
0,50 euros por acción, un 25% superior al del ejercicio 2003.” (www.ypf.com.ar).
No hacen falta más comentarios.
Otro ejemplo lo tenemos en las ganancias netas de Petrobras que en el año
2003 ascendió a 388 millones de pesos, luego de haber incrementado sus ventas
en un 8% con respecto al año anterior y habiendo disminuido los sueldos pagados
los que representan solamente el 4,8% de los ingresos. En el año 2003 determinó
un impuesto a las ganancias de 18 millones de pesos mientras que el año
anterior había ascendido a 82 millones (www.petrobras.com.ar).
Tampoco hacen falta más comentarios.
Estudiantes
Obviamente que estos datos no fueron comunicados por Kirchner a los
alumnos presentes en el acto oficial y que no tuvieron más remedio que seguir
en los aplausos a los acólitos cientos de funcionarios convocados. Los que por
razones obvias no estaban atendiendo sus obligaciones funcionales como
correspondería a los difíciles momentos que sigue atravesando el país.
Estos niños tampoco fueron informados que la futura Ley de Financiamiento
Educacional, que se está por enviar al Congreso Nacional, prevé una inversión
adicional de 9.000 millones de pesos en cinco años para tratar de alcanzar el
6% del PBI (Producto Bruto Interno) que desde hace 12 años quedo establecida
por la Ley Federal de Educación y que jamás se cumplió. Tampoco fueron
ilustrados que el presupuesto del Ministerio de Educación de éste año es
igual a las ventas de Petrobras, o sea 1,5% del PBI. Pero bueno... solo se trata
de la educación.
Que interesante hubiera sido para los niños hacer el cálculo que
permite establecer que mientras Repsol obtiene un resultado operativo diario de
41 millones de pesos la inversión adicional en educación prevista por el
Estado será de 5 millones diarios. Pero bueno... el Gobierno les regala un
delantal “gracias a Dios”.
Otro buen ejercicio de matemáticas hubiera sido que el presidente les
pregunte a los estudiantes presentes en la Casa de Gobierno cuál ha sido el
incremento producido en los dividendos de Repsol YPF que en el año 2003 pagaron
0,20 euros por acción, con respecto a los 0,4 euros del año 2004 y a los 0,50
euros de éste año. Pero bueno... de esto no habla el presidente en público
aunque seguramente lo hace cuando se reúne con los Reyes y Presidente de España
que saben muy bien que ha sido del 100% (2004/2003) y del 25% (2005/2004).
Si a nuestros alumnos el presidente les explicase que el modelo económico
que él sustenta y mantiene vigente se llama capitalismo neoliberal -más allá
de algunas bravuconadas mediáticas seudo progresistas- y es el que permite a
“todas” las petroleras productoras obtener un 500 % de ganancia sobre el
costo de extracción es muy probable que los aplausos se hubieran transformado
en silencio u abucheo. Pero bueno... tampoco fue
capaz de informarles que la indigencia y la pobreza a la que fueron
arrojados sus padres es producto de la complicidad que tuvo con el menemismo en
la ya citada década cuando afirmaba que Menem era el mejor presidente que había
pisado la patagonia.
Aunque claro los tiempos han cambiado y al ex presidente Raúl Ricardo
Alfonsín, que varias veces también piso la patagonia, ahora se apura en
sentarlo a la diestra de su esposa, la senadora nacional Cristina Fernández,
cuando anuncia el resultado del canje de los bonos en cesación de pagos y le
agradece públicamente sus servicios. Todo muy extraño de explicar a los
alumnos. Pero bueno... son chicos.
Empresas paraestatales
Tampoco nuestros estudiantes primarios fueron informados sobre los
motivos de la decisión de crear la “paraestatal” Lafsa (Líneas Aéreas
Federales SA), tras el quiebre de Lapa y Dinar, y que tuvo en su corta vida
empresaria como socia a SW (Southern
Winds) ahora verificada como el medio indispensable y necesario para el negocio
del narcotráfico. La cual fue mantenida por el Gobierno Nacional a un costo de
80 millones de pesos anuales. Pero bueno... como bien corresponde a los tiempos
del instituido progresismo ahora entregan sin licitación a Lan Chile el negocio
de Lafsa en una sociedad con la desconocida empresa Aero 2000.
Tampoco el presidente habló de la otra empresa “paraestatal” Enarsa
(Energía Argentina SA), también creada por éste gobierno hace unos meses atrás,
que no ha sido potenciada ni siquiera en las promesas de negocios conjuntos con
la estatal venezolana Pdvsa (Petróleos de Venezuela SA). Sabemos que los
incumplimientos en las concesiones de quienes se han quedado con las áreas
petroleras permiten retirarles las explotaciones de las mayorías de las áreas
entregadas y que permitirían que las mismas vuelvan al patrimonio nacional para
la explotación, producción y comercialización del petróleo. Pero bueno...
los alumnos no han sido educados en el conocimiento que jamás debería haber
sido regalado a las nacionales y multinacionales -concentradoras de todo el
poder y la decisión energética en todos estos años- las riquezas petroleras y
gasíferas.
Claro está que debería decirles a los escolares que el negocio de
Enarsa -empresa que permite la incorporación de capitales privados- pasará por
privatizar la cuenca submarina argentina para la extracción de petróleo. Pero
bueno... tampoco les dijo que en lo correspondiente a la pesca ya es historia
conocida la entrega y la depredación de ese recurso estratégico en lo
comercial y alimenticio.
Son dos claros ejemplos, Lapsa y Enarsa, de empresas “paraestatales”
sin perspectiva comercial, sin capitales y presupuestos asignados para la
inversión, sin mercados donde poder actuar y lo más importante sin ningún
tipo de equipamiento, bienes y medios para desenvolverse en mercados tan
conflictivo y competitivos que les asigna simplemente el lugar de un simple
“papel con membrete” frente a grandes corporaciones transnacionales.
Populismo autoritario
Por suerte el presidente Kirchner, por ahora, no es adicto a las
bicicletas como medio de paseo -sí a las financieras según sus antecedentes
como gobernador- porque de lo contrario estaríamos viéndolo desfilar como en
las épocas de Juan Domingo Perón con el estudiantado detrás. Por ahora se ha
limitado a utilizarlos para las fotografías oficiales y las imágenes que los
medios han reproducido hasta el cansancio. Sin embargo, no han podido ocultar
que las caras de esos niños están muy alejadas de expresar la alegría que
solamente permite el saber que su felicidad está asegurada con el bienestar
familiar y las perspectivas de un futuro mejor que muchos seguimos pensando y
luchando porque sabemos que es posible lograrlo si “todos” hacemos lo que
debemos.
Nada cambia, hay tibias modificaciones en los estilos panfletarios de los
peronistas. Ayer “Braden o Perón”, “agio y especulación”, “salariazo
y revolución productiva”, “relaciones carnales”, etcétera. Hoy “Shell
o pueblo”, mañana “Esso o Kirchner”. Pero mientras se van produciendo
todos estos entretenimientos mediáticos sigue la pobreza condenando a la mitad
de la población argentina porque de la distribución equitativa del ingreso no
se habla. O mejor dicho se habla pero nada se hace. Tampoco nada se hace para
terminar con la desocupación que alcanza al 17% en un país con inmensas
riquezas en recursos de todo tipo y con una producción de alimentos que la
colocan entre las naciones más ricas del mundo, en la que sus gobernantes están
empecinados en mantener a más de un millón y medio de sus hijos con planes
sociales de hambre y miseria.
Los argentinos sabemos muy bien por donde pasan las decisiones de un
gobierno que nos sigue llenando de “progresistas promesas” mientras que
gobierna y legisla para las grandes corporaciones. No estamos, en consecuencia,
lejos de improntas mesiánicas populistas y autoritarias que las conocemos muy
bien por nuestra historia.
Es por eso que el presidente Kirchner quiere congraciarse con la España
de José Luis Rodríguez Zapatero al dar gracias a Dios por la existencia de
Repsol. No crear conflictos con el Brasil de Luis Ignacio “Lula” da Silva y
Petrobras. En los próximos días insistirá con los convenios con la petrolera
venezolana Pdvsa de Hugo Chávez Frías. Vendrán los tiempos de inventar algo
con la uruguaya Ancap (Administración
Nacional de Combustibles, Alcohol y Pórtland) ahora
que Tabaré Ramón Vázquez Rosas es presidente. También seguramente con el
gobierno de Ricardo Lagos la Enap (Empresa Nacional del Petróleo) de Chile.
Pero bueno... quizás los alumnos no sepan que entre todos los nombrados y
Kirchner existe una diferencia abismal en lo histórico, ideológico, los
compromisos asumidos desde siempre que no les ha hecho falta “inventarse políticamente”.
Conclusiones
Es por eso que debemos condenar enérgicamente el “boicot nacional”
que Kirchner declaró a Shell frente a nuestros niños, porque es simplemente más
de lo mismo. Es pretender entretenernos y no atacar al problema de fondo que es
terminar con las políticas de entrega de nuestros recursos energéticos. Porque
los argentinos tenemos presentes las luchas de nuestros miles de desaparecidos
que hoy desde algún lugar nos exigen tener una memoria mucho más amplia que la
del museo de la ESMA (Escuela de Mecánica “Genocida” de la Armada”) que
para la esposa del presidente debe integrarnos a todos. Los argentinos tenemos
nuestras luchas cotidianas desde distintos ámbitos y desde siempre, y no
necesitamos de los que llegan al poder para travestirse políticamente. Seguimos
sosteniendo que las cuestiones siguen siendo las mismas: Liberación o
Dependencia. Autodeterminación o Colonialismo. Socialismo o Capitalismo.
De todo esto deben saber nuestros alumnos y nuestros hijos a los cuales
el Estado tiene la obligación de educarlos y cuidarlos. Ellos deben saber que
para la Real Academia Española el boicot “es la acción de excluir
a una persona o a una entidad de alguna relación social o comercial para
perjudicarla y obligarla a ceder en lo que de ella se exige”, o bien “impedir
o entorpecer la realización de un acto o de un proceso como medio de presión
para conseguir algo”. Pero acá debemos ser terminantes porque en la República
Argentina existen leyes que el Gobierno tiene la obligación de respetar y hacer
cumplir para que los aprovechamientos y excesos no sigan dinamitando nuestra
economía que necesariamente se traduce en más pobreza y mayor desigualdad
social. Ahí están vigentes la Ley de Abastecimiento Nº 20.680 y la Ley de
Emergencia Económica Nº 23.697 que ahorrarían sibilinos discursos
presidenciales.
No podemos ser tan ingenuos como para que desde el Gobierno nos intenten
hacernos creer que al no subir los precios de los combustibles, aún boicot
mediante, se detienen los aumentos de precios de toda una economía, porque
cualquier ciudadano puede advertir que se producen diariamente en todos los
productos de primera necesidad y fundamentalmente aquellos originados desde las
grandes empresas y sectores ligados a la exportación de productos primarios.
Que el Gobierno haga lo que debe y tiene que hacer sin dilaciones ni
contubernios, actuando con energía y patriotismo. Que nuestros estudiantes no
sean utilizados “Nunca Más” como telón de fondo por el presidente de
turno. Que todos nosotros exijamos con vehemencia cada uno de todos los muchos
cambios que hoy son imprescindibles y necesarios hacer para que nuestro país
sea más justo, libre, solidario y fraternal.
El General Enrique Mosconi sostenía que “Bueno es vitorear a la Patria, pero mejor es ayudarla a vivir contribuyendo a su engrandecimiento y bienestar”. Esa es la cuestión insoslayable de nuestros tiempos.
Hugo
Alberto de Pedro
hugodepedro@speedy.com.ar