En una entrevista concedida al diario riojano El Independiente, el ex presidente y actual senador, Carlos Menem, hizo un balance de la segunda administración de Cristina Fernández y dijo: “Yo veo, lamentablemente, más allá que estoy apoyando a este gobierno, y apoyar al gobierno de turno es apoyar a la Argentina y si es un gobierno peronista mucho mejor, pero creo que la Presidenta está haciendo un esfuerzo increíble para llevar adelante su gestión, pero por ahí se le van un poco de las manos las cosas”.

No es intención analizar el por qué antes Menem era oposición y hoy transmutó al kirchnerismo, cosa que ya es conocida: obedece a su protección judicial. El punto es que la situación por la que atraviesa la Argentina es tan descontrolada que resulta muy difícil tratar de justificar cualquier acto del gobierno cristinista, y, como dijo Menem, hay cosas o, por lo menos las más importantes, que a Cristina se le van de las manos.

El primer punto que no pudo resolver el kirchnerismo, y que más preocupa a los argentinos, es la inseguridad. En diez años de gobierno K no solo la delincuencia creció notablemente, sino que no hubo ninguna medida real y concreta que apunte a controlarla. Mucho peor es, aún, que el tema no figura en la mente de los funcionarios oficialistas, ya que ni hablan de este flagelo, y si se les pregunta por ello, lo niegan o desconocen, atribuyéndolo a “una campaña de la corpo”.

El segundo problema que no puede resolver Cristina es la inflación, que fue del 25% en 2012, y todo indica que llegará al 30% en este año, producto de una emisión monetaria totalmente descontrolada para cubrir un déficit, igualmente descontrolado del gasto público, que a su vez, también se le fue de las manos.

En tercer lugar, lo que además se le fue de las manos a Cristina es la falta de inversión, casi nula, a lo que se le debe agregar otro problema: la fuga de capitales, la cual derivó en una medida contraproducente, que es el cepo al dólar. Algo que, dicho sea de paso, también se le fue de las manos.

Todo esto deriva en algo que resulta inevitable: el crecimiento del desempleo, consecuencia más que lógica teniendo en cuenta todo lo anterior.

Para finalizar, en la lista de las cosas más importantes y sensibles que se le fueron de las manos a Cristina, figura el dólar paralelo o blue. La moneda norteamericana ya pasó la barrera de los $7 y, como es costumbre, en la Argentina el dólar sube, pero jamás baja. Lo peor es que la tendencia indica que pasará los $8.

Si bien la lista podría ser mucho más extensa, lo aquí expuesto no solo es lo más importante, sino lo que más preocupa y castiga al ciudadano común, siendo los sectores de menos recursos, como siempre, los más afectados.

Sin embargo, esto no es todo. Dentro de este contexto, se encuentra la mayor preocupación del kirchnerismo: su batalla con el grupo Clarín. Ahí parecerían estar apuntadas todas sus energías, en voltear a Héctor Magnetto, como si hacer desaparecer a “la corpo” solucionaría todos los problemas argentinos como por arte de magia.

Para lograr esto, el Gobierno lanzó una táctica que, como casi todo lo que hace, al final le será contraproducente, presionar a la Justicia, extorsión al Presidente de la Corte Suprema incluida.

Lamentablemente, la frase de Menem es acertada. A Cristina muchas cosas se le van de las manos y, en lo personal, suena muy extraño coincidir en algo con el ex presidente, quien supo decir la célebre “estamos mal, pero vamos bien”, frase que hoy podríamos reemplazar por “estamos mal, pero vamos peor”.

Pablo Dócimo
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