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Lincoln

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ESCLAVITUD Y REPRODUCCIÓN ECONÓMICA, ENFRENTADAS POR UN HOMBRE QUE CAMBIÓ LA HISTORIA
ESCLAVITUD Y REPRODUCCIÓN ECONÓMICA, ENFRENTADAS POR UN HOMBRE QUE CAMBIÓ LA HISTORIA

Ficha técnica:      

 

Título para Latinoamérica: Lincoln.

Título original: Lincoln.

Dirección: Steven Spielberg.

Guión: Tony Kushner, John Logan y Paul Webb; inspirado en el libro “Team of rivals: The political genius of Abraham Lincoln”, de Doris Kearns Goodwin.

Género: Drama histórico, biográfico, política- Apta para mayores de 12 años.

Reparto: Daniel Day-Lewis (Abraham Lincoln), Tommy Lee Jones (Thaddeus Stevens), Sally Field (Mary ToddLincoln), Joseph Gordon-Levitt (Robert Lincoln), David Strathairn (William H. Seward), Tim Blake Nelson (Richard Schell),James Spader (W.N. Bilbo), Lee Pace (Fernando Wood), Jackie Earle Haley (Alexander Stephens), Hal Holbrook (Preston Blair),John Hawkes (Robert Latham),Bruce McGill (Edwin Stanton),Jared Harris(general Ulysses Grant).

Producción: Kathleen Kennedy y Steven Spielberg.

Productora: Twentieth Century Fox Film Corporation / DreamWorks SKG / Amblin Entertainment.

Música: John Williams- Fotografía:Janusz Kaminski.

Distribuidora: FOX - Vestuario: Joanna Johnston.

Montaje: Michael Kahn -País:-EE.UU.- Año: 2012.Duración: 150min. – Estreno Argentina: 07-02-2013.

 El largometraje Lincoln, no es una mala película, pero tampoco la mejor de la videoteca Steven Spielberg. Hay que estar muy pendiente de todo si de verdad queremos enterarnos de lo acontecido para la abolición de la esclavitud, pues esa es la trama que nos ha contado el cineasta esta vez.

Lincoln retrata la historia del 16º presidente de Estados Unidos (y primero del partido republicano), en el momento en el que guía a su país a la victoria durante la guerra civil.

Daniel Day-Lewis interpreta a Lincoln, mientras que Sally Field retrata a su esposa. En los roles protagónicos también se destacan Tommy Lee Jones, Joseph Gordon-Levitt y James Spader. Ellos redimieron una historia que saturaba por inconsistente. Increíblemente, recibió excelente calificación por la prensa especializada internacional. Muchos premios, para tan “pocas nueces”.

La primera escena / apertura de plano, el director nos pone de bruces en la contienda bélica: los Confederados (del sur) Vs. La Unión (norte). Marca de una estética rupturista ideológica: la Guerra Civil americana. Año: 1865. En el último año de la pugna secesionista, el presidente Abraham Lincoln obtiene su reelección por cuatro años más.

El metraje transcurre a ritmo lento, demasiado por momentos. La historia no pasa el tamiz de los “15 min. dorados del cine”, donde la trama se despunta y propone las distintas hipótesis a futuro. No logrará recuperar esos momentos primordiales.

El guión barre con el bronce del prócer para circunscribirlo a una narración intimista y mundana. Nos propone una antropología de la esclavitud y su abolición. Las pasiones encontradas de hombres de una misma tierra, idéntica religión, costumbres y tradiciones. Los diálogos entre Lincoln y la primera dama, padre e hijos, llevan todos los aplausos de la platea.

 La idea-fuerza de la obra de Spielberg, es la consecución —por cualquier medio— de la “13ra Enmienda Constitucional”. Hace decir al paladín de la igualdad: “La Constitución me da más poder; tomé los esclavos de los rebeldes, y sus propiedades confederadas, porque la propiedad es del Estado”. Sin proponérselo, la película introduce un concepto capital para la tradición sajona: la propiedad privada. La tierra y los medios de producción. Los esclavos, como accesorios a la tierra, son medios de producción, por ende, también expropiables.

En su conjunto, la película nos ofrece una perspectiva anti esclavista y anti racista de la Guerra Civil, más consistente que los tradicionales escenarios de los films de Hollywood.

Hay una interesante crítica política a la obra de Spielberg. En “El Lincoln de Spielberg, Karl Marx y la Segunda Revolución Americana”, por Kevin Anderson, nos remite a la importancia económica de la esclavitud y su abolición, y el intercambio de correspondencia entre Karl Marx y Abraham Lincoln, que se produjo durante el mismo mes de enero de 1865, que transcurre el film. Ambos temas podrían haberse incorporados sin alterar la idea original del guión.

Veamos un sólo ejemplo: “A un promedio de 500 dólares cada uno (por esclavo), la propiedad humana de los esclavista en EE.UU., tenía un valor aproximado de 2 mil millones de dólares. Una suma astronómica en la década de 1860. Por tanto, la abolición de la esclavitud sin indemnización en los EE.UU., constituyó la mayor expropiación de propiedad privada capitalista hasta la revolución rusa de 1917”. (Saul Padover, Ed, Karl Marx sobre América y la Guerra Civil, New York: McGraw-Hill, 1972, p. 272).

 Volviendo al texto, el legado supremo de la cinta es la libertad. A cualquier precio. No se inmuta “el barbado don Abraham”, a la hora de ordenar comprar los votos de los congresales opositores. El fin último, justifica medios oscuros de torcer voluntades. Para aleccionar a sus acólitos sostenía: “Para entender la justicia, hay que ver el origen de lo que es justo, eso es hacer justicia”. Todos estos diálogos, se producen con un líder que se toma siempre su tiempo. Se sienta, habla distendido e informal. Al tiempo que da consejos con sus enseñanzas. Muchas concluyen en moralejas.

 La estructura o formato del lenguaje cinematográfico, está vinculado al método dialógico. Las acaloradas sesiones en el congreso, donde se debate con violencia verbal la “13ra Enmienda Constitucional”, logra la atmósfera tensa y dialéctica de todo lo jugado. El confronto entre el congresal Thaddeus Stevens (Tommy Lee Jones) Vs. el ultramontano F. Wood (Lee Pace), son de una creación y dramaturgia excelsa. Para paladares exigentes.

 El montaje merece un párrafo aparte. Como el vestuario, la fotografía y el maquillaje. El parecido del protagónico con el personaje real es admirable. La banda sonora de John Williams (un incondicional de Spielberg), amalgama una narración atractiva aunque extensa, para el debate histórico-político y filosófico. Es la piedra angular de despegue para el revisionismo posterior.

 Deliberadamente, omite los detalles de la recreación del atentado político y la muerte del líder. No recoge el guante de ese desafío, no le interesa. Anoticia al espectador —de manera solemne y sin golpes bajos— a lo Spielberg. Con insondables hipótesis que se tejieron al respecto, perdió en definitiva el relato. Lo ahuecó de contenido.

 

En conclusión, el film es un gran homenaje a las miles de víctimas de la contienda bélica. Una mirada crítica del cine sobre la propiedad, la riqueza y la libertad de los ciudadanos de la Unión. Todo un logro. Con sentidas palabras Lincoln lo anticipó: “Hacer todo lo que se desea, pero sólo con paz entre nosotros, y con todas las naciones”.

 

Gustavo Contarelli

 

 

Puntaje del film: 4 Tribunas

Puntaje actor protagónico: Daniel Day-Lewis (Abraham Lincoln)5 Tribunas ¡imponente!

 

Referencias:

5 Tribunas: excelente/imperdible

4 Tribunas: muy buena

3 Tribunas: correcta - buena

2 Tribunas: regular

1 Tribuna: mala/pésima

 

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